domingo, 18 de agosto de 2019

66 Los domingos, cavilar Bernabéu y un tal Pérez Fernando Merodio 18-08-2019

66 Los domingos, cavilar
Bernabéu y un tal Pérez
Fernando Merodio
18-08-2019
“La verdadera patria del hombre es la infancia" (Rainer María Rilke).
Primera edición de la Copa de Campeones de Europa, 1955-56, habían pasado 10 años desde el final de la II guerra mundial y 16 desde el de la (in)civil nuestra, vencía un equipo español, el Real Madrid CF, Alonso, Lesmes, Marquitos, Atienza, Muñoz, Zárraga, Rial, Marsal, Di Stéfano, Joseíto y Gento, ¡dos santanderinos y un argentino galáctico!, tras vencer el 13 de junio de 1956 en el Stade Parc des Princes de París, campo contrario, 4-3 en la final al entonces muy poderoso Stade de Reims francés, en el que, entre otros, jugaban, Jacquet, Hidalgo y Kopa, nombres que aún hoy suenan fuerte; participaron, además, Servette, Milán, Partizan, Sporting de Lisboa, Rapid de Viena, PSV Eindhoven, Anderletch,..., que no eran la morralla que ahora dicen los que, frustrados, no fueron capaces de participar... ni, mucho menos, ganar.

La segunda edición, 1956-57, también la ganó el Madrid, 2-0 a la Fiorentina, como sucesivamente hizo hasta cinco veces, hoy trece; entonces jugaron Manchester United que, en 1958 sufriría un accidente de avión en el que fallecían Bent, Byme, Colman, Edwards, Jones, Pegg, Taylor y Whelan y, entre otros, sobrevivían Mat Busby y Bobby Charlton, Athletic, el "errante" Honved de Puskas, Kocsis, Czibor, Boszik,..., Borusia, Rapid, Estrella Roja,.., todos, insisto, unos "piernas" según los envidiosos resentidos.

Yo estaba en los 10 años, acababa de llegar a Santander con la "u" que me incrustó mi añorada patria del Nansa, Rozadío, tras pasar unos meses en un colegio de niñas, me expulsaron de los carcelarios Salesianos del Alta por plantar cara a un "cura" venal y pasé cuatro años hasta", con mucha pena y poca gloria, ser declarado de nuevo "non grato en los muy burgueses y clasistas Escolapios, más afines al lejano Tenis, que yo ya rehuía entonces, que al cercano Puertochico, donde me enseñaron la clara separación entre "gratuitos", "becarios" y "de pago", misa diaria, comunión los domingos, terror a lo eterno, obediencia... y también respeto, cuadro de honor, no lo entiendo, amigos, cine de terror, del oeste y de gangsters, niñas en la otra acera, mucho ejercicio y fútbol, sobre todo fútbol, en la España de Franco que, pese a lo cruel que era, yo solo percibía triste, inculta, gris,..., si bien ya la olía injusta.

En tal situación y país, cerca tenía al entrañable Racing y, luego, a Pérez Francés, pero aquel Madrid de Gento, Marquitos y Pachín, que ganaba a ingleses, franceses, italianos, alemanes, húngaros, belgas, austriacos,..., igual que luego Bahamontes o Timoner, me hacía pegar la oreja a la radio, mover compulsivo el dial para sintonizar el lejano partido, esquivar los latosos ruidos que emborronaban lo mejor de las jugadas, gritar los goles,... sentirme importante y con argumentos para recoger lo bueno, que también lo había, superar, como fuera, el ubicuo abuso; y gracias.

Concluida la (in)civil guerra, el Madrid -que durante ella presidió Antonio Ortega, coronel republicano y comunista- no tenía estadio ni sede social y había perdido a sus mejores jugadores, en 1943 nombró presidente a Santiago Bernabéu (1895-1978), afín a Juan de Borbón, derecha no franquista, que saneó la economía, profesionalizó el club,  construyó el estadio que, a disgusto de él, lleva su nombre y compró la vieja ciudad deportiva de La Castellana, que luego impulsó Di Stéfano y lo llamo "la fábrica",..., era adalid del fascismo futbolístico en Madrid el Atlético, Atlético Aviación entre 1939 y 1947, al tiempo que el FC Barcelona entregaba al invicto caudillo ¡tres condecoraciones!, en 1951 su insignia de oro y brillantes, en 1971 la medalla de oro del palau blaugrana y en 1973, tres días después de la cruel ejecución de Salvador Puig Antich, la medalla de oro del 75 aniversario, apresurándose el 20 de noviembre de 1975, muerto el homenajeado, a retirar el busto que tenía en el estadio y la placa a "los caídos por dios y por España", mientras el Athletic se afanaba en acumular copas de su excelencia el generalísimo,...; Atlético, Barcelona, Athlétic,... luchadores contra Franco.



Antonio Ortega el presidente comunista que esconde el Madrid

Jugadores puño en alto

Un colectivo y el fútbol me animaron a sentir que España era algo, agitaron mis fines de semana y, siendo -poco- estudiante en Madrid, desde 1962 me posibilitaban disfrutar de pié, desde el elevado vértigo del muy barato, casi vertical tercer anfiteatro del Bernabéu, ver en vivo y en directo la agitación de Di Stéfano, Puskas, Gento,...; nada más y nada menos, eso fueron para mí el Madrid y un fútbol que, tras fallecer Bernabéu entraron en años de atonía y luego en la gestión de presidentes extraños hasta que, serio y trajeado, apareció un tal Pérez, estirado ingeniero de caminos, empresario listo, capitalista puro y duro,... que impuso su orden en el caos que era aquello, atrajo dinero, farándula, repitió "la orejona", nos llenó de ellas, pero, al menos a mí, me desdibujó el fútbol y, peor aún, al Madrid, dio el disparo de salida a una desbandada mundial que hoy parece incontrolada... e incontrolable.

Por sí solos, Zidane, Figo, Beckan, Ronaldo Nazario,... juntos y, poco después, Bale, Cristiano, James,... no son el fútbol ni la idea del Madrid trabajador de don Santiago y don Alfredo, sino desnuda y -me parece- antiestética exhibición de poder económico que, gráfica, dibuja los más puros, injustos y crueles genes del capitalismo llevados al esperpento, con atletas/mercancía muy caros que no son ejemplares, ni merecen ser admirados, con estipendios que insultan a la inteligencia, el sentido común y el respeto que merece el fatigoso trabajo del resto,..., desorden que ha puesto el hermoso fútbol, como todo lo demás, en manos del capital ruso, chino, árabe,... y de ideologías nocivas que, enfangadas también en el dislate económico, hacen que sus fichajes por ejemplo, griten, sin saber que dicen, cosas tan ajenas al fútbol como ¡visca catalunya!

Pero que nadie se engañe, Pérez no es solamente eso, es, además y en especial, hormigón, paneles solares, aerogeneradores,... que le generan dinero, sin preocuparse de que, cómo ha abierto la espita de la destrucción del fútbol -quiere incluso convertir el admirable Bernabéu en una incubadora con forma de nosequé, sin lluvia ni viento ni sol, con aire acondicionado y, con ello, al espectador en sietemesino-lo que a él y el 1% les produce dinero destruya. tras apropiárselo, el territorio de todos, aquí nuestra hermosa montaña que intenta arrasar con gigantescos, destructivos aerogeneradores, acunado en el compadreo de gentes tan peligrosas y venales como Revilla, que, patético, alardea de querer acabar con la despoblación rural, Fernández, Martín, Blanco,..., la PSOE, el populismo y la derechona política.

Quiere tratarnos, un ejemplo, como la filial de ACS, Cobra, trata a los 30.000 mayas quekchi a los que en Guatemala, con la disculpa de cometer, igual que aquí sin información ni estudios, neocolonialismo puro y duro, el abuso de un ciclópeo complejo hidroeléctrico, ha dejado sin el río Cahabón, privándolos de su medio de vida y generando mórbido dengue, así que, como escribe Ervin Cac Chun, joven estudiante, "antes yo llegaba al río con mi mamá, ella lavaba la ropa, íbamos a pescar, a nadar en verano, había mucha gente pero ahora ya no. Nadie visita la cuenca, ya no hay vida", todo ello agravado por el hecho de que en 2015 hubo, dato objetivo, 493 ataques y 13 asesinatos de líderes indígenas, defensores de su agua y su tierra.

Insisto, eso mismo pretende el tal Pérez que ocurra en nuestros valles de montaña del Sur, del Pas,..., convertirlos, mientras él, el Ibex, el 1% y sus mamporreros de siempre se enriquecen, como hará, si se le permite, con el Madrid y su admirable estadio que convertirá en una incubadora, autoclave esterilizadora, con mucho -y muy asqueroso- dinero; pienso que, como en el resto de lo que está ocurriendo, aún estamos a tiempo para cambiar la tendencia, mi idea está clara y, como importante referencia, me gustaría saber qué estarán pensando Bernabéu y Di Stéfano de lo que el tal Pérez está haciendo con su respetable herencia.

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