sábado, 30 de agosto de 2025

Lo cotidiano.120 De corrupción y terror Fernando Merodio 30/08/2025

Lo cotidiano.120

De corrupción y terror

Fernando Merodio

30/08/2025

Decía Robespierre, razonable, que el poder se asienta en dos títulos constituyentes opuestos, corrupción y terror, lo que, afirma Enzensberger, impide un diálogo honesto al no ser posible que hablen de forma leal/eficaz el corrupto que abusa y quien, con terror, intenta eliminarle, o viceversa, no siendo factible cambiar tal realidad con apoyo en -supuesto- diálogo, como tampoco partir para el cambio de un instante, hecho o punto único, sino del lógico uso del poder-hacer individual, defendiendo/atacando, grieta a grieta, al poder-sobre-él que, desde una vieja corrupción y/o terror, imponen pocos sobre la digna igualdad del resto, exigiendo el cambio serio aquí hoy -muchas- pequeñas rebeldías personales de quienes, firmes, no aceptan que se dañen sus derechos que, unidas a otras muchas rebeldías y derechos en lucha, den lugar a lo que Berger llamó “bolsas de resistentes”, cientos de miles de -pequeñas/grandes- picaduras de abeja que, con su insistencia, debiliten el sistema injusto, siendo, pues, el método conocer la evidencia, negar y romper con lo malo viejo e, intuido el camino, iniciarlo con seriedad hacia lo mejor nuevo, uno a uno, aquí ahora, muchos.

La evidente corrupción del Ancien Régime combatida con -¿excesivo?- terror

Tal -difícil- cambio nacerá, sólo, de exigencias y riesgos individuales con vocación solidaria, de unir los efectos de cada acto de rebeldía a aquel que se enfrente a la devaluación que hoy sufre todo, de preguntarnos serios sobre lo viejo, ¿qué relación hay entre la histórica lucha del 1º de mayo del explotado para impedir que la plusvalía usurpada de su fuerza de trabajo la acumulara el capital con las falsas, patéticas romerías con banderitas de las actuales bureaucratias sindicales?, ¿qué queda en las horribles cosas/personas que hoy se dicen comunistas del, (in)útil instrumento que fue el heroico pecé o de aquel “partido” en las mercantiles actuales?, ¿cómo pudo Julio Segura, profesional de mérito, ex dirigente, contra Franco, del PCE, responsable de su método económico, acabar gestionando lo más sucio del capital, esa “Bolsa” templo de sinrazón e incomprensible riqueza injusta?, ¿cómo pudo Angel Mullor, ex director del Mundo Obrero, caer en ejecutivo destructor de empleos en ABB o Iberia y, tras ser consejero delegado de ésta, en tétrico asesor del fondo TPG que intentó su compra?, o, nuevo, ¿es “transición energética” el uso masivo de -todas las- fuentes históricas para generar energía?, ¿es la IA inteligencia?, ¿es sostenible la generación masiva, concentrada, controlada por el 1% para su lucro con un consumo desaforado?,..., todo ello en tiempo de -Pepiño dixit- “corrutos sin conceto”, insolventes de libro o gente que no practica lo que el saber (de)muestra bueno para todos, generando terror.

Pulso Marx-Bakunin y el viejo topo

Frente a ello, los libertarios anarquistas vieron en el viejo topo, animal pequeño, sufrido, oculto y casi ciego horadando bajo tierra y socavando los cimientos del abuso, la metáfora del revolucionario, pero, hoy, el urgente cambio necesita algo distinto a horadar bajo tierra o, peor aún, ser ciego, exige el rayo y trueno de la razón en marcha cuando el sistema corrupto se está desmoronando, sólo y rápido, víctima de sus propias contradicciones, de la avaricia de los más ricos de los ricos y el servil servilismo de los tontos más tontos; la lucha -necesaria, para evitar un final, además de corrupto, terrorífico- debe ser a la luz del día, en el terreno en que, usando esas contradicciones, aprovechando las grietas en que aparece -visible- la explotación cruel del hombre por el hombre individuo o las instituciones y, sobre todo, en la dura batalla de las ideas, donde el limpio poder de la inteligencia derrota siempre a la inmoral riqueza, por lo que cambiar, frenar la evidente caída libre actual exige partir de lo cierto, de que ningún resto del pasado, “bureaucratia” -dictadura de la oficina- de partido/sindicatos/subvencionados, Derecho injusto, inanes jueces, simulacros en que se eligen fotos intercambiables,… sirve para nada y debemos enfrentar el creativo poder digno, reflexivo de nuestra fuerza de trabajo al actual, evidente caos global y como Bartleby, el escribiente de Melville, (de)mostrar que preferimos no hacer lo que nos ordenen y, tras no hacerlo, dotarnos de medios reflexivos y enérgicos nuevos para enfrentarnos al egoísmo del 1%, a su mentiroso poder, sabiendo que, si así no lo hacemos, el tiempo venidero será, además de corrupto, de inimaginable terror.

¡Hay que ver lo sugerente que puede llegar a ser la lógica acción de pensar! y, tras hacerlo, actuar con sólida firmeza de acuerdo con lo pensado atendiendo, un ejemplo, al Jacques Rancière que, en su libro “El odio a la democracia”. se opone al extendido dogma de que la política es inherente a la sociedad humana, mientras la democracia es mero efecto de ella, un simple régimen -el menos malo, dicen- político, basando tal oposición en que la democracia no es gobiernos o leyes que “garanticen policialmente la coexistencia y generen mayor tranquilidad incluso en medio del más brutal de los desastres”, sino pre-política, real afán histórico del paria, posibilidad de que cualquiera acceda al poder, siendo, a partir de ello, fácil concluir que lo de hoy no es democracia y se utiliza la idea interesada de que sin ella no pueda haber política sólo para “dar miedo” a quien no piensa, razonando Alain Badiou en “Un desastre oscuro” que la ruina que fue la caída del -supuesto- comunismo de Estado, supuso también el fin de la confianza en ese Estado que -dicen- se asienta en el Derecho como categoría básica elaborada e impuesta de forma arbitraria por sofistas, políticos, jueces, medios o policías/ejércitos, sumisos al poder real, el del capital, siendo tal Estado, al menos, tan arbitrario e injusto como el del no-Derecho.

Coda agradecida, por sus servicios, al viejo topo.- En tiempo para, con sentido y megáfono, filosofar activos, analizar y hacer política, la del viejo topo es -sólo- mirífica imagen histórica, por lo que, tras la caída del -que dijeron- comunismo y estando a punto de tirar al basurero de la historia la identificación de democracia y Estado quizás convenga cerrar a ratos los ojos, envolverse en el eco del saxo de Charlie Bird Parker y, preocupados, leer a los sabios que dicen que, en el actual caos -con pinta de- final, la historia se inicia de nuevo y “todo está por ser inventado” para, a partir de ello, ser conscientes de tener ante nosotros la tarea cotidiana de, uno a uno, “dotar de cuerpo a un pensamiento propio capaz de hallar apoyo público para la insumisión que lo funda”, lo que debe ser hoy, además sin pausa, nuestra más solidaria fatiga.

domingo, 24 de agosto de 2025

Lo cotidiano.119 De Teresa Ribera y la gran mentira Fernando Merodio 24/08/2025

Lo cotidiano.119

De Teresa Ribera y la gran mentira

Fernando Merodio

24/08/2025

En peculiar/evidente tumulto -el (des)gobierno nació de aleves pactos y un ilegal confinamiento en 2020, (man)tiene una “ley mordaza”, tiene un trato cada día más fluido con el capital, ¡ay, la bolsa!, y los desastres “naturales” nos laceran, pandemia, dana, fuegos,.., mientras nos desplazamos hacia el borde del estribo del tranvía de Europa- revuelta que irrita a la gente que gerencia, roto, Sánchez, símil de la alegoría que es “Animal Farm” -para los traductores, “Rebelión en la granja”- de George Orwell, donde empiezan mandando dos cerdos, Napoleón y Snowball, Bola de nieve, el segundo acosado por los fieros perros del primero que, mucho más ansioso, se impuso, a partir de entonces, como líder único de su -de él- Animal Farm, en la que sus -también de él- cerdos, con la vital/mortal ayuda de sus -igual suyos- sádicos perros, pasaron a ser la nueva élite y el resto de los animales… seguidores fieles; con todos los matices de la “neolengua” aquí actual -que Orwell, británico nacido en la India tanto denunció- en ello estamos y el final, siendo fieles al ejemplo de tan afilada alegoría/ficción, lo escribirán, depende, Mr. Jones, los cerdos o los demás animales.

Un cerdo escribiendo sus “siete mandamientos”, reducidos/adaptados, en la valla del granero

A Orwell que personalmente sufrió la censura del perverso lenguaje de Hitler y Stalin -él era, pienso, troskista- le torturaba la idea de que tal técnica sea utilizada para, como ha hecho Sánchez, imponerse sin razones con su brigada de capataces -¿o perros de presa-, Oscar Puente, el otro Oscar, deslavazado y alto al que es -aún más- difícil ver explicación, la -¡qué dios nos proteja!- lenguaraz de protección civil, los dóberman regionales, que ya precisa otra gente como la Teresa Ribera de Bacigalupo, más compleja y perniciosa para el interés general -y la verdad objetiva- que los rudos de la escuadra soez, no limitada a tuits -o como se diga- ofensivos, a la que la biblia/libelo liberal-progresista permite garabatear planas llenas de publicidad/falacias, la última titulada “Apostar por la seguridad climática” -y eso, ¿cómo es?- en la que, tras regalar el territorio rural de los vecinos -no de ella- al capital que reniega de su nombre, Ana -sin Patricia- Botín, y apellido, Ignacio -no Sánchez- Galán, para sus negocios de fúnebres artefactos que desertizan, castran y osa imputar por escrito los males al “abandono de tierras y actividades tradicionales y respetuosas en los entornos rurales” que, con dolo ilegal, ella forzó, invita a ”transformar profundamente nuestro sistema energético”, ¿con esa generación concentrada, masiva eólica/solar que, superflua, solo interesa a ella y a los Botín/Galán?, llama a cumplir ese acuerdo de París del que, desde hace 10 años, se ríen todos,…

Experta en esa perversión del lenguaje que odiaba Orwell y ama Sánchez, artefacto del peronismo familiar, el pernicioso populismo, hoy solo significante sin significado que políticos, tertulianos o escribidores usan para designar -igual que nociones serias como sostenible, renovable, paz, libertad, igualdad, democracia…- una cosa y la contraria, cualquiera, la nada;… ¿Qué es populismo,?, ¿Vox?, ¿Maduro?, ¿Le Pen?, ¿Trump? ¿Putin? ¿el Brexit?, ¿el egoísmo independentista?, ¿los amigos no contritos de los del tiro en la nuca?, ¿los perros de presa?, ¿Podemos?, ¿Evita Tocino?, ¿combatir el caos del clima con, más que nunca, madera, carbón, petróleo, molinos, placas, metales, gasolina, uranio, acero, cemento,…?, ¿todo?. ¿nada?; vino para explicárnoslo- Ernesto Laclau y, tras él, birrias como Errejón -que vemos donde está- y su gente y, por ósmosis, sin ideología ni -peor- ideas buenas, la mercantil PSOE de Sánchez, Ribera y los crispadores, que mejor es no pensar si son carne o pescado….

El País, 21.08.2025

¡Gracias Flavita!, por los que, antiguos, conseguimos sobrevivir

Populismo, hacer de todo una sola categoría política, no impulsa el pensamiento, es “neolengua”, retroceso que desacredita cualquier voluntad de cambio socioeconómico y político radical del sistema establecido; para Jacques Rancière, filósofo marxista, tal -falta de- idea se ejerce solo en torno a, fea  retórica, 1) un pueblo sin representantes, 2) denuncias de corrupción de las élites y 3) discursos identitarios que son miedo al de al lado, al otro, freno que alea capacidad e incapacidad, aclarando Alain Badiou que tal concepto de “pueblo” solo puede tener dos significados, negativos ambos, 1) identidad nacional y 2) clase media consumista neoliberal con un único objetivo, olvidar la lucha de clases, hacerlo todo horizontal, arrumbar las fértiles ideas de Marx ahora que el capitalismo se evidencia incapaz  de responder a las necesidades humanas.

¿Por qué no trata el “progresismo” al campesino como el Boss Springsteen a Chuck Berry?

Coda sobre el oxímoron Ribera/Berger y los campesinos del mundo.- Inteligencia sensible y solidez ideológica, explica John Berger que parte del campesinado europeo -¿el nuestro?- no acata el devenir del -cruel- abuso capitalista y, asumiendo depender de imprevistos, plagas, tormentas, sequías, inundaciones, accidentes, agotamiento del suelo,... y, en especial, de catástrofes sociales y políticas, no se somete al capital que extrae plusvalía del producto de su fuerza de duro trabajo, ni a que le robe también tal plusvalía el sistema -feudal, capitalista, hasta socialista- con diezmos, impuestos, rentas, aparcerías, trabajos obligatorios,... o arbitrarias, injustas normas -que dicen europeas- de hoy, afines al (ab)uso del usurero eterno, obligando a quienes se fatigan hace siglos en el campo a abandonarlo sin saber, quizás, que “toda herramienta es, si se la empuña adecuadamente, un arma”; el campesino de Berger sabe que, antes de comer, siempre tuvo que alimentar a otros, trabajar primero para sucesivos/diferentes amos y, ya después, para él que, habiendo sido capaz de superar trances muy duros es -estricto- un superviviente, un ser cuyo vivir define un alma, pero también un cuerpo que, con poética precisión, describe en su feroz relato “El valor del dinero”, al explicar cómo “tenía la cara delgada y el cuerpo recio. A los sesenta y tres años aún conservaba el pelo negro. Cuando montaba a Gui-Gui, el caballo de tiro, se percibía un claro parecido entre ellos: ambos tenían la solidez de un puño cerrado, pero sin codicia”, el mismo puño cerrado que Dashiell Hammett usa en sus sólidas novelas sobre el mal urbano como metáfora de lo que desaparece al abrirse, deja de ser lo que era, se transforma en mano de quien trabaja, sabe que seguridad y futuro nunca están garantizados para él y los suyos, hoy amenazados por injustas normas comunitarias que limitan su libertad al exigirle especialización, mecanización, fertilización intensiva, atacan a la unidad productiva familiar y le imponen ser sumiso al usurero, al dinero, al que compra,…, exigencias injustas de las que no le defiende la política, esa Teresa Ribera que le impone industria eólica y, lenguaje perverso, se queja del “abandono de las tierras y las actividades tradicionales”, estando de parte del capital en la lucha en que ya no se ve al viejo socialismo de Marx que, hoy afiliado a lo que dicen “pogreso”, exige, a mi al menos, repensar el pasado, la patria de la niñez pegada al río Nansa, la pobreza del pueblo, la desestructuración social, al maltrato de la cuenca por la avidez eléctrica, fértil para ella, rácana con la gente a la que robó vida agrícola y ganadera y, disfrutar el efusivo respeto/reconocimiento del Boss Springsteen hacia el legado de Chuck Berry y su You Never Can Tell, Nunca puedes saber, su complicidad cuando finge necesario entonar su magnífica versión con Steven Van Zandt, actor/guionista en “Soprano”, compañero de la mítica Banda de la calle E, todo ello opuesto al desdén que la herencia campesina recibe de “pogresistas” como Teresa Ribera, ayuda a entender el fiero grito con que Berger titula el primer libro de la trilogía “Into Their LaboursUnos se fatigaron y vosotros os aprovecháis de sus fatigas”: “¡Puerca tierra!”.

domingo, 17 de agosto de 2025

Lo cotidiano.118 De Oscar Puente y la evolución Fernando Merodio 17/08/2025

Lo cotidiano.118

De Oscar Puente y la evolución

Fernando Merodio

17/08/2025

Parece la parodia de una triste historia, pero es mucho peor, una gran vergüenza, el terrorífico síntoma de lo actual y un muy grave problema hoy y mañana, Oscar Puente, la nada de Valladolid, (in)descifrable sujeto equívoco, cuyo único mérito es -lo admito- ser el perdido eslabón entre pithecanthropus erectus y homo -más o menos- sapiens, con una “calota” -receptáculo superior del cráneo- mínima, de simio, dientes y osamenta humana, que permiten considerarle sujeto erguido de los que denominaron, descriptivos, Hombre mono erecto, con un pequeño cráneo con capacidad para albergar un cerebro de 900 cm3 -el humano es de unos 1300- que midió Eugène Dubois en 1892, sin que se  hiciera público hasta 1994, cuando ya nadie negaba la existencia de tal Homo intermedio, archivándose el estudio científico que acreditaba el acierto paleontológico en el Instituto Smithionano de los USA como muestra de la expresión de quienes, el abuelo Pitecántropo y el nieto Oscar Puente, boquiabiertos, estupefactos no entienden nada de lo que están (vi)viendo, pero libres a su modo, dañinos, violentos, ignorantes supinos ambos y éste con un peligroso poder vicario dolosamente cedido para utilidad del cedente, Sánchez, habilitándole para actuar sin recato de dolo y, por fortuna, sin cerebro bastante para causar más mal.  

Gesto estúpido de quien, no entendiendo nada, por ello, se cree impune y no calla

Repito, simple pésimo síntoma de lo que vivimos, es llamativo que, analizadas las épocas de la evolución del hombre que fijan -presuntos, de los que, lógicos, no debiéramos fiarnos- sabios, es imposible ubicar temporal o, peor aún, culturalmente o desde un punto de vista ético a siniestros actores actuales -con total/absurdo poder para dañar- como Trump, Netanyahu, Putin o, acumulador de corrupciones/tropelías diversas, Sánchez, con capacidad para generar el mal que quieran, e incluso más, explicando no hace mucho, Alain Badiou, filósofo marxista, en "El despertar de la historia" que tal locura, “la crisis, es general, no solo del Estado-partido del Este, también del Estado-partidos del Oeste”, banderías más que Estados, negocios que, al servicio de los bandidos, propician que tipos tan incontrolables, necios como Puente detenten un poder suplente que, de modo irracional, les ceden, aquí ese tal Sánchez que, incapaz de ganar elecciones, usa la maldad que denuncia Giorgio Agamben y Milner dice “progresismo” y es que “la revolución deba transigir con el capital y con el poder”, toda vez que en la marcha hacia el -(in)alcanzado- poder real, incluso por 7 votos, “es preciso ceder en todo y conciliarlo con su contrario, el pensar con la publicidad, la clase obrera con el capital, la libertad de expresión con el Estado espectacular, el medio ambiente con el caos industrial, la ciencia con la opinión, la democracia con la cosa electoral, la renuncia con la memoria y la fidelidad (…)”.

El Roto

Lo de aquí ahora es, en versión cutre, la desinformación masiva usada para causar daño

Así, consiguen que no distingamos zoè y bios, cultura/política y biología y que sea fácil confundir al pitecántropo con el erecto, incluso con el sapiens, siendo sistémicas figuras tan inasumibles como el homo intermedio Oscar Puente, siendo importante estar en el selecto grupo que lucha y (de)muestra ser más que el -simple- erectus, con una capacidad cerebral en torno a los 1.300 cm3, se mire cómo y desde dónde se mire, Trump, Putin, Netanyahu, Sánchez, sus orcos -y orcas- o Puente, “muchachito de Valladolid”, no tienen explicación; por muchas muecas o -plagios de- ideas que esboce la derecha o también ficticias ideas y zafiedades guerracivilistas de quienes, tras lo del “invicto”, huyeron para regresar a los 40 años, fallidos y nada fiables, con su pactismo “progre” y, en especial, su inculta indigencia política tramposa que hoy es, frente a los peperos, el otro lado que, uno al otro y viceversa, impulsan, con Abascal -e Iglesias- generando en el inculto/cómodo, pánico a perder lo -poco- que posee o, peor incluso, bovino temor en el que, sin nada, también teme perder su nada, o el ignaro ánimo de quien cree, ¡la fe!, que esto no puede empeorar y alguien, tan “providencial” como Franco -u otro cualquiera-, lo arreglará, obviando que sin real cultura, respeto al otro, hostilidad al 1% y sus policías/ejércitos, sin buena política y legislación, sin jueces no tan fijos, que usen bien lo -bien- legislado y, sobre todo, sin lucha, solamente parcheamos, como hizo aquel heroico PCE o, a otro nivel aquí ahora, solitaria, la Plataforma anti-atropello eólico/climático, pan para hoy y hambre siempre.

Coda sobre evolución.- Decía el abate Sieyes, revolucionario francés, adelantándose a lo nuestro, que “toda sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada y la división de poderes no está determinada, no posee Constitución”, aclarando Badiou, dos siglos más tarde, que la noción del hombre sometido a la Constitución varía según el poder, que impone una simple suma de normas que nos alejan de activar el uso del pensamiento, aquí ahora afiliado sumiso a la (i)lógica del capital y la política partidista, separado de la idea griega de la ética como búsqueda de “una buena manera de ser” o una “sabiduría de la acción”, viva, ligada a los actos del hombre y, por ello, su incumbencia individual exclusiva, situando frente a “una ética general”, la de las verdades singulares, las relaciones tramadas y sus resultados, las situaciones concretas, siendo, pues, preciso derribar la idea impuesta de no estar legitimados para criticar la esencia del corrupto sistema, hábil invento que, bunker de ortodoxia insana, con cancerberos tan fieles/fieros como el Homo intermedio, siendo terrible ahora aquí, con regresiones como Puente, que Gobierno central, cateto próximo y sus amos, ataquen al campesino con mil dañinas obras que fingen justificar con falsa necesidad energética, exigente de megalomanías agresivas, corrompidas, inanes, la línea a 400 kV Soto de Ribera-Penagos-Güeñes-Itxaso, que nos parte en dos u otras muchas de cancerígena tensión que cuartean nuestra tierra, pistas, subestaciones en Penagos, Aguayo, Solórzano Labarces, Cicero,…, no planificadas que, de nuevo, no son gigantes sino molinos de viento que, si no nos defendemos, nos devorarán; debiendo luchar contra ellos refugiado en tres hitos, el Rilke que explicó cómo “la única y auténtica patria del hombre es su infancia”, advirtiéndonos, sabio, “no creáis que el destino sea otra cosa que la plenitud de esa infancia”, el grito de Berger, ¡Puerca tierra!, sabiendo que, ya tantos años -y lo que queda- hemos parado el cruel, atropello eólico, sabremos impedir, siempre, cosas peores, apoyados en poemas como Hold Everything Dear, epitafio del británico: “Las palabras, / el pan, / el niño que busca las verdades tras la puerta, / el anhelo de comenzar juntos de nuevo, / animales ávidos dentro del parlamento del mundo, / la gente en el cuarto, la gente en la calle, la gente. / Cuida todo lo que amas” y, también, la música de quienes como Chuck Berry, rockero gigante negro que, cuando Franco y después, hizo danzar a toda clase de blancos y, en “Johnny B. Goode” o “You never can tell“, “Nunca puedes saber”, nos explicó la vida, enseñanza que, hoy -tan viejo como yo- prolonga, blanco, Bruce Springsteen y con todo ello espantar la evolución de los Oscar Puente. 

domingo, 10 de agosto de 2025

Lo cotidiano.117 De leyes, sabios, políticos y jueces Fernando Merodio 10/08/2025

Lo cotidiano.117

De leyes, sabios, políticos y jueces

Fernando Merodio

10/08/2025

El concepto de Ley era en la antigua Grecia múltiple, superior al hombre, existiendo, en especial a partir de Heráclito el debate sobre si había o no una ley divina o solo la que el hombre elabora a partir de lo natural, siendo en griego ley, “nomos”, divinidad a la que, un tiempo, se atribuyó una hija, “Dike”, justicia, diciéndose, a partir de los sofistas, que lo vinculado a la naturaleza era real y el resto, historia, leyes, cultura, ciencia,…, falso, por lo que, haya o no la filosofía avanzado y visto lo de hoy, aquellos no estaban muy errados, siendo la idea de ley, divina o humana, cosa de todos los sabios griegos y asombroso, en especial, el trato, tan actual, dado por Antígona a los Derechos Humanos y todo ello para que, tras veintitantos siglos; hoy la ley sea esta fea cosa de empresas/partidos y poder real, ajena a lo humano, al ciudadano.

En la misma Grecia, lo de la sabiduría se apoyó en la innata curiosidad humana y llevó a los helenos más lejos que el resto en sus ideas sobre el cosmos, la vida, el alma,…, superando, incluso, a sus maestros y siendo paso importante el verbal de Sócrates, “conócete a ti mismo”, “gnóthi seautón”, grabado en el templo de Apolo en Delfos y difundido  escrito por Platón en sus “Diálogos”, autoconocimiento hoy ajeno a la mayoría que, sin reflexionar, culpabiliza al resto, estando los griegos orgullosos de sus Siete Sabios -620/550 a.C.- que citó Platón en Protágoras (Prot 343a), Cleóbulo, Solón, Quilón, Bías, Tales, Pítaco y Periandro, diciendo de ellos “estos hombres son reconocidos sabios”, al contrario de los de ahora que -quienes así dicen- son, en el mejor caso, ingenieros limitados a dibujar el trazado que marca el andar del asno en las “pindias” laderas y, peor incluso, sirven al capital -dinero acumulado injusto-, cobran por mentir y cada día convencen menos, muestra vírica de la actual aleación del capital que pudre y la, hoy de moda, “universidad de Begoña”, incapaz de resistir el más leve debate con alguien serio.

Otros pueblos tienen santos; los griegos tienen sabios.(…) Únicamente entre los griegos el filósofo no es un fenómeno accidental” (Friedrich Nietzsche)

La idea griega de ciudad-Estado difiere de la actual de nación y se identifica con su conjunto de ciudadanos, de modo que, si el cuerpo cívico sobrevivía a la pérdida del territorio, la “polis” estaba a salvo, siendo la “política”, ¡tiempos aquellos!, conjunto de decisiones para actuar tomadas por agentes que, de una forma u otra, ejercían el poder de organizar la sociedad, siendo tal ejercicio modo de mediar entre intereses diversos, en griego “politikà”, idea que el siglo V a.C. expandió Aristóteles, referida a lo público, haciendo hoy distinguir, todos aciagos/nulos, entre “bureaucratas/políticos”, que, (al)usando de la “bureaucratia”, dictadura de la oficina, la ejercen, y los “politólogos”, que la estudian y, en público, dicen necedades ad hoc sobre ella, asegurando, en falso, que tal cosa sirve para tomar decisiones colectivas sobre acuerdos/conflictos sociales o individuales, algo tan viejo como la humanidad, hoy en las torpes manos que -algunos- con foscos sistemas eligen tutores que, de forma inmediata, dejan de representarlos, anomalía muy fácil de prever/calibrar, repito, pensando unos segundos en Trump, Netanyahu, Putin, Sánchez o Burundanga y, tras ello, tener claro lo que, apoyada en tales ley y sabios, hoy hace la política.

Kleroterion conservado, instrumento labrado en piedra de la democracia ateniense

La reforma de Pericles asentó, con matices, gran presencia, como jurados y jueces, de los ciudadanos varones griegos -ya entonces machismo- en el sistema judicial, tribunales populares -¡enojaban al poder!- en Atenas, “dicasterios” que exigían a sus miembros ciudadanía ateniense de pleno derecho y una cierta experiencial, más de treinta años de edad, a cambio de la paga diaria de la mitad del jornal de un obrero, por lo que solo atraía -y no era poco- a ancianos vividos o -algo peor- a muy pobres, siendo cada jurado soberano, no ligado a lo que ahora dicen “bureaucratia” -dictadura, repito, de la oficina- o a dudosa jurisprudencia, siendo firmes las sentencias de jueces y jurados, corte y pueblo, con entre 201 y 501 miembros en casos ordinarios y 1.501 en los relevantes/públicos, cifra impar que evitaba empates y grande para otorgar base popular, limitando, además, -¿qué voy a decir?- presiones y sobornos sobre quienes eran elegidos por sorteo en fecha próxima -más desconfianza- a la del juicio, con los nombres de quienes han de juzgar introducidos en un “kleroterion”, pétreo instrumento que, usado también en otras elecciones, repartía al azar los jueces y asignaba a cada cual el día de su juicio, siendo otro el funcionamiento actual, con jueces vitalicios por oposición -solo- memorística y -en su inicio- jóvenes, jurados -casi- invisibles y una bureaucracia que, (in)justa, impune, descoordinada y dolorosamente lenta con el débil que la necesita, lo rige. Es lo que hay, que nadie se engañe.

Coda práctica actual sobre leyes, sabios, políticos y jueces.- Al tiempo de hilvanar lo escrito, leía en El País, biblia/libelo, liberal/populista más que progresista, una plana explicando cómo -sólo formalmente, obra de un apparatchik ,comisario político- “ahora la amnistía es constitucional”, al precio de saber todos hace meses el resultado, 6 a 4, inferencia de prevaricación y, además, que diga Cruz Villalón que “el cuadro resultante ha sido el de una justicia constitucional en cuyo seno no se delibera (…) Lo peor que pudo pasar” y quedando lo que diga eso que llaman “Uropa”, sufriendo, también, dos páginas más, planteamiento dañinas, “El reto de ser octogenario cuidador”, algo que, aún caliente, en efecto sufrí, siendo, en efecto, “24 horas al día y sin la energía de antes”, por lo que “Si no te aireas -imposible estando solo- terminas mal”, texto que me aviva el cruel timo de las “ayudas a la dependencia” y hace más dura la espera -ya de un año- a lo que opinen los jueces sobre la delictiva alcaldesa -tan apparatchik como aquel- incapaz de acabar magisterio, en un mundo, el nuestro hoy, en que, resumo: 1) empresas-partidos se pliegan al capital, dinero sucio acumulado robando fuerza de trabajo ajena y atetan a ineptos que  legislan, siendo paradigma de ello la eólica, anémica, revillesca Ley 7/2013, de la que “se aprovechan” quienes, al tiempo, no la cumplen, 2) los sabios de la “universidad de Begoña” hace 15 años juraban junto a SEO Birdlife, ante Eolo que, aquí, cabían los 1400 Mw, 500 molinos que exigían Iberdrola, Banco Santander,… y hoy vuelven a jurar -en falso- que hay solución al delictivo estrago en turberas/humedales, ¡indefensas!, en territorio robado a sus dueños en mano común, los vecinos por, empresas, PSOE, PP, PRC,… que lo regalan al 1%, el peor capital, 3) toda confianza, incluso la más mísera/estúpida, se esfuma, en segundos, al ver a Trump, Netanyahu, Putin, Sánchez, Burundanga,… y 4) los jueces, hoy sin kleroterion, con aire impune y sin -casi- jurados,… son líquidos, injustos por -al menos- lentos cuando juzgan, no a parias, a pobres chorizos, sino al capital, al masivo dinero que agrede a vecinos no atendidos en sus insistentes, legales, lógicas, exigencias,… y, en el sucio popurrí de leyes/sabios/políticos/jueces, están frenando el insoportable abuso del capital que, repito, solo es dinero robado a la fuerza de su trabajo para, tras tal explotación personal, sufrir un ataque que intenta destruir su -único- mundo y, pues son animales pensantes, solo viven si actúan tras pensar, algo deberán cavilar/hacer en tan grave situación.

Siempre, El Roto

La práctica evidencia, ¡lo duda alguien?, que “ellos” saben que de eso se trata

sábado, 2 de agosto de 2025

Lo cotidiano.116 De barricadas y guillotinas Fernando Merodio 02/08/2025

Lo cotidiano.116

De barricadas y guillotinas

Fernando Merodio

02/08/2025

Hechos ciertos importantes. Han pasado ya 236 años desde la toma de la Bastilla, inicio de la Revolución francesa y, aunque moleste, hito político que hizo -un poco- mejor el mundo -que dicen- occidental y, además, acabó -de aquel modo- con la monarquía y modificó el enfoque de la política, por lo que me hace sentir nostalgia, incluso envidia, del tiempo en que -yo al menos- sin miedo, a imagen y semejanza de los franceses, nos enfrentábamos al -término revolucionario- ancien régime de Franco vivo -no a sus huesos que hoy acaldan los “valientes”-, régimen del que, demediando a Alexis de Tocquevilla, borramos -algo de- totalitarismo pero repusimos -yo voté en contra y hoy no lo tengo tan claro- una ilógica monarquía light, sin más aristocracia que, siempre, la del capital como acumulación irracional, abusiva de dinero y la de los malolientes, inútiles amorrados a la política; los franceses de finales del siglo XVIII cambiaron su ancien régime encarnado en la monarquía absolutista de Luis Capeto, Luis XVI, legándonos en tal acción tres o cuatro conceptos esenciales: la asamblea, del verbo assembler, armar o reunir, que aquí hoy, tras mínimas, clandestinas reuniones llenas de humo -algunos no fumábamos-, ceniza y pérdida de tiempo, con el progresismo buenista, ha decaído, en Congreso… sin diputados, la “barricada”, estorbo repentizado con bolsas de basura, muebles, adoquines,… que, burgués, eliminó Haussmann sustituyendo el intrincado callejero parisino, útil para huir de las policías, por amplias, asfaltadas avenidas, que facilitan perseguir a los insurrectos e, icónico, el artilugio del doctor Guillotin para separar cabezas y troncos usando una afilada cuchilla diagonal que, cayendo desde lo alto con rápida violencia entre dos guías paralelas, golpea el cuello del reo, usada en Francia hasta el 10 setiembre 1977, hace bien poco, siendo también conceptos agitadores, el “terreur”, del que Robespierre, jacobino “incorruptible”, decía que. "solo es justicia rápida, severa e inflexible" y la “bureaucracia”, “poder de la oficina” que, ¡uf!, exigiría otra revolución.

Muestra de la cabeza -sin tronco- del ciudadano Luis Capeto, el rey Luis XVI, a las 10:00 horas del 21 enero 1793, en la plaza de la Revolución, hoy -lenguaje perverso- de la Concordia,

En España, 1933, tiempo oscuro que hoy los más necios añoran al ser, en cierta forma, similar al actual, con el título “Marcha triunfal” la revista “Tierra y Libertad” publicaba “¡A las barricadas!”, vano afán libertario en busca de igualdad, traducción de “Warszawianka”, la “Varsoviana” que en 1885 había compuesto el polaco Wacław Święcicki para alentar la lucha obrera: “Negras tormentas agitan los aires / nubes oscuras nos impiden ver, / aunque nos espere el dolor y la muerte, / contra el enemigo nos llama el deber. / El bien más preciado es la libertad / hay que defenderla con valor y fe. / (...) / ¡En pie pueblo obrero, a las barricadas! ¡Hay que derrocar a la reacción! / ¡A las barricadas! ¡A las barricadas! / ¡Por el triunfo de la Confederación!” y; sin que hoy ya nadie se sienta obrero, el bien más preciado sigue siendo la libertad que busca igualdad, deber más que derecho, cuya sola defensa me hace ponerme a -ya que, achacoso, no puedo correr- andar lento y volver a plantar cara a las distintas policías y a quienes las usan en defensa de que, lógica causa del miedo a ir al supermercado, los grandes usureros del Ibex35 incrementen un 11,8% sus beneficios.

Blanco y negro o color, grises o azules, las policías no cambian con(tra) los de las barricadas

Dijo Savater, antes de ser deportado, por -solo- ideas, al ostracismo, que lo que define al ser humano no son sus instintos, ni siquiera sus genes, sino la posibilidad o disposición para decidir y ejecutar actos transformadores de él o su entorno; siendo ello lo que le define, puro ejercicio de la “libertad” que influye en la realidad y la convierte en algo distinto a lo que es si él no actúa, haciendo que sea éste, sin duda, un buen momento para pensar en ello y ya sin, como hace años, poder correr por correr un tramo largo, andar un rato y, en la viva soledad final, volver a leer a James M. Cain, autor de “El cartero siempre llama dos veces” y envolverme, otra vez, en su “Love’s lovely counterfeit”, “El amor es una deliciosa falsificación”, que en España dicen, vete a saber por qué, “Ligeramente escarlata”; historia de cualquier ciudad, la Poisonville de Red Harvest, Cosecha Roja, primera novela de Dashiell Hammett y su agente de la Continental o nuestra bella, insípida Santander, con su prostituido nombre arrastrado por el más avaro, cruel capital, ineptitud, corrupción, estériles elecciones, políticos,…, sin que suene el latido del amor, deliciosa falsificación, sustituido por lo zafio de la historia, ofensiva en esta época cheli de abusivo exceso, de que algún progresista ecléctico, invitado por un banquero y un político a una orgía a ciegas con mujeres, a los dos minutos, incorrecto detenía el jolgorio con un fuerte grito de queja y sorpresa: “¡Organización!, ¿eh?, ¡Organización! Ellas diez, nosotros tres, dos minutos y ya me han dado por allí seis veces”; abuso,  exceso, cansancio, edad,… y risitas flojas que, cosa de la eterna represión, provoca rijoso el sexo, muy alejado del Franco Battiato de antes y la “Prospettiva Nevski”: “Un viento a treinta grados bajo cero / barría las desiertas avenidas y los campanarios. / A ráfagas heladas de metralla, / desintegraba cúmulos de nieve / y los fuegos de la Guardia Roja encendidos / para echar al lobo, y viejas con rosarios”, sé también que “con mi generación pasé el invierno” y que con el “cine de Eisenstein, por la revolución, / estudiábamos cerrados en un cuarto, / con débil luz de velas y candiles de petróleo” sabiendo, por último, que “mi maestro me enseñó / cuan difícil es descubrir en la penumbra el alba”.

Coda sobre una teoría de excesos. Un día, hace ya mucho tiempo, creí, ¡la fe!, en una (im)posible Justicia y decidí ser abogado sin saber bien qué era eso, animado por un argumento fundamental, usarlo como garrote contra los sabidos “malos”, idea a la que luego sumé otras de un libro de Anagrama, “Estrategia judicial en los procesos políticos”, Jacques Vergès, y de la película, “El abogado del terror”, Barbert Schroeder sobre Vergés, que, a los 30 años y tras verse reflejado en un matón parisino de poca monta, se dijo "ese tipo soy yo" y cambió al Derecho y a ser amigo juvenil del camboyano Saloth Sar, después llamado Pol Pot, a defender a la argelina Djamila Bouhired, que luego fue su mujer, a los primeros palestinos que secuestraron aviones, al criminal nazi Klaus Barbie, a Carlos "El Chacal”, a los Jemer Rojos,..., poniendo su inteligencia y fuerte lógica -dicen que- perversa al servicio de deslegitimar toda idea de que hay Justicia; lo que quizás explique que, aún vivo pero cerca del punto y final, yo aún guarde -en algún íntimo grupo de neuronas- un cierto pudor sobre por qué no es mejor la defensiva, limpia barricada que la ofensiva, justa, sucia guillotina.

Pienso -y lo lamente- que me voy a marchar sin atreverme a dar, en voz alta, mi respuesta