domingo, 12 de mayo de 2024

Lo cotidiano 51 Un progreso austero Fernando Merodio 12/05/2024

Lo cotidiano 51

Un progreso austero

Fernando Merodio

12/05/2024

En 1977 yo tenía 30 años y la revista Materiales publicaba en la serie Cuadernos un folleto, 100 cortas, densas páginas, de Enrico Berlinguer, secretario general del entonces -muy- en boga PCI (leer pechí), titulado “Austeridad”, dos charlas, a la Convención de intelectuales y la Asamblea de obreros comunistas lombardos, serio panfleto que costaba 160 pesetas, menos de un euro actual y yo leí, releí y -en exceso- subrayé; me atrajo, dejó poso y una cuestión: “¿Por qué hace tres años ningún marxista hablaba de la austeridad como posible estrategia para transformar el capitalismo y ahora sí? ¿Cuál es el carácter de la actual crisis capitalista? ¿Es posible resolverla en sentido ‘revolucionario’?”, y otra pregunta para hoy, ¿qué ha ocurrido para que medio siglo después, fulanos tan diversos -y afines- como los serviles ínclitos “Castañedas” de El Delirio Montañés o El País, que propagan el crecimiento, y los de la mercantil PSOE que lo imponen, quieran seguir creciendo para, gordos todos, expiarlo en el altar del “pogreso”, y no decrecer?

Portada, 1977, texto de Enrico Berlinguer y prólogo de Julio Segura, secretario económico del PCE y, ¡pásmense!, presidente luego de la Comisión Nacional del Mercado de -noséqué- Valores

Lo que sigue sabe que en 1900 en la Tierra había 1.650 millones de humanos, en 1977, 4.200 y hoy, 8.100, ritmo de crecimiento y ”pogreso” que satisfará a la “progresista PSOE” y los muchos “Castañedas” hostiles a que economía -y todo- deba decrecer, encogerse, limitar el uso de recursos y, sobre todo, la generación/consumo de energía, para proteger el bienestar humano, el equilibrio ecológico, la justicia social frente al falso beneficio económico… de unos pocos y hacerlo en base a economía, antropología, ciencias medioambientales, geografía,… y, ¡ay!, solidario, justo sentido común.

El Roto 07.05.2024

A eso nos lleva el “pogreso” consistente en “crecer

A la infecta medida/referencia, que tanto gusta a ese Javier García, “propagandista de la fe” que en la Ser pervierte los números retorciéndolos, la dicen Producto Interior Bruto, PIB, arbitrio para arquear cuánto valen los servicios generados y bienes en un lugar, casi siempre un país, durante un tiempo y si, poco fiables, Banco de España o C.E. dicen cuánto crecerá o disminuirá -según ellos- ese PIB, nos intenta condicionar el peor poder con un irracional dogma de fe: si ese PIB crece, la economía va bien y, en caso contrario, mal, ocultando que un crecimiento continuo acaba en un –imposible- resultado infinito, siendo en la Tierra, no solo ella y nosotros, todo finito.

El crecimiento ilimitado es consumo material y demanda energética inasumible por ilógica, que agotaría las materias primas y los recursos no renovables- sin que exista un modo de generación que lo sea absolutamente-, de lo que avisa - y nadie atiende-  el vano Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, IPCC de la ONU: "Ante la ausencia de tecnologías con emisiones de efecto invernadero negativas, la única manera posible de mantenerse en unas emisiones de carbono seguras es que los países desarrollados reduzcan su producción y consumo", pues, según un informe de 1988, "limitar el aumento de temperatura a 1,5 ºC exige menor demanda energética y uso de materiales y alimentos con bajas emisiones de efecto invernadero."

Se reduciría así el impacto ecológico de la actividad humana y, al tiempo, la desigualdad, mejorando el bienestar, por lo que es lógico un freno que reduzca el daño medioambiental, redistribuya riqueza/renta y ayude al paso social del dañino materialismo consumista a la solidaria cultura de "participar" en actividades tan "divertidas", como, por ejemplo, dormir más, ver más a los nuestros, usar el lógico transporte colectivo o impulsar la economía y consumo locales, con modelos sociales vinculados a la sostenibilidad ecológica y la naturaleza, ya visibles en el eco-swaraj de India, la filosofía Ubuntu sudafricana o el "buen vivir" sudaméricano, que alejarían del callejón sin salida a que nos están llevando.

El Roto 06.05.2024

Y lo hicieron los de siempre

Repito, era 1977, enero, yo tenía 30 años, sabía que el coche, la tarjeta bancaria, luego el móvil,…. no eran buenos y Berlinguer publicaba, con estudio introductorio de aquel Segura -que se decía- comunista un texto pionero, visionario que, entonces, casi nadie entendió, enfrentado, sin “progresistas” guiños neokeynesianos, a la austeridad de la derecha… y el capital, basándose para hacerlo en que “para nosotros -¡sí, nosotros!- la austeridad es el medio de impugnar de raíz y sentar las bases para la superación de un sistema que está en crisis estructural y de fondo, no coyuntural, cuyas notas distintivas son desaprovechar, derrochar y, al tiempo, exaltar los particularismos e individualismos más exacerbados -¡ay, el egoísmo nacionalista!-, el consumismo más desenfrenado”, todo hoy más claro que entonces, haciendo que austeridad sea, no dar, como Evita Tocino, 100 € al que pide, sino “rigor, eficiencia, seriedad y justicia, lo contrario de lo que hemos conocido y pagado hasta ahora, que nos lleva a la gravísima crisis que hace años acumula daños y se manifiestan hoy“.

Aquí, en 2024, desde hace años esa crisis tiene la ridícula forma de quienes -impotentes y solo para ellos- quieren arrasarnos con cientos de insostenibles, no cervantinos, molinos gigantes, abatidos por quienes leyeron a Berlinguer y, gracias a él, lo tienen claro, siendo el quid de la cuestión, antes del caos, la repuesta a ¿cuántos lo leerán ahora?, ¿qué harán?

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