sábado, 20 de abril de 2024

Lo cotidiano. 48 Peligrosas ambigüedades Fernando Merodio 20/04/2024

Lo cotidiano. 48

Peligrosas ambigüedades

Fernando Merodio

20/04/2024

En política, la ambigüedad de una palabra, frase o situación hace que sea interpretada de diversos modos, con más de un significado, crea inseguridad al comunicarse, genera -a favor del ambiguo- una útil oscuridad y ventajosas valoraciones, uno de los perniciosos efectos de la canalla perversión del lenguaje, nefastas confusiones que hay que combatir evitando la falta de claridad buscada, interpretando -desde el inicio- las palabras, frases o situaciones usadas por arteros políticos para, con maliciosa ambigüedad anunciar/prometer: “lingüística”, frases o palabras polisémicas, con interpretación diversa, “cognitiva, que nace de las diversas interpretaciones subjetivas que generan la experiencia, saber o contexto de cada oyente respecto a algo dicho que, en sí, no es ambiguo , “estructural”, con origen en su relación con las estructuras y patrones gramaticales, intencional”, que agrega confusión al acto o frase en que se anuncia/promete, obligando a quien escucha a ser interprete activo,…

El Roto 19/04/2024

Medicina, industria, operación, bursátil,… ambigüedad

Siendo evidente el complejo tejido de interpretaciones que, entre claridad y niebla, genera el uso de ideas tan serias, ¿y ambiguas?, como felicidad, libertad, igualdad, progreso, austeridad, paro, sostenibilidad, salud -esa situación transitoria que no presagia nada bueno-, terror, guerra, represión,…, es insoportable el ambiguo bamboleo corrupto de Sánchez el Malo y -dicen- de su mujer, ambos tan (im)previsibles y dañinos para nosotros en sus negocios y pactos como, incluso, Netanyahu o Trump, por lo que dedicaré lo que -espero mucho- me quede a hacérselo difícil a ellos y los que se cargaron a Marx, dijeron que “OTAN, de entrada, no”. que no habría amnistía para golpistas o que no se puede convivir en paz con Bildu, Sortu o como se llame esa cosa de los que llevan pendiente, se cortan el pelo a mordiscos y no abjuran de ETA,…o esa “nueva ministra” que, ambiguo punching ball de Ayuso durante años, mezcla salud y represión o el pitecántropo Puente,… pensar en Bartleby, el escribiente de la obra maestra de Melville que, pues “preferiría no hacerlo”, analizó Deleuze y describe Talese en “Retratos de Nueva York” afirmando que “se declara en huelga de hambre y acaba muriendo de inanición en la cárcel”.

En tal tiempo, ahí va, provocador, un striptease familiar, mío, que intenta explicar cómo -unos con más saber que otros- convivimos con una ambigüedad absurda y Merodio Posada, mi abuelo, fue peón de Tabacalera, bebedor y afín, lógico, al PCE, al parecer incluido entre los represaliados tras la (in)civil guerra, lo que -supongo por qué- me tuvo que explicar, muerto él, un tío materno, Merodio Saiz, mi padre, callealtero que vivió en un sótano del “conventuco”, estudió becado por la marquesa de Pelayo o Valdecilla, fue movilizado por “la República” que ganó en Santander y, sin militar en política pero -no me explicó por qué- de derechas, fue al frente de Burgos y, tras ser laureado a causa de una granada que le infectó de metralla, “cambió de bando”, siendo, de nuevo, premiado, esta vez por un tiro en la cabeza, lo que, como su padre, nunca contó y, viviendo él, lleno, me parece, de miedos tras infancia y guerra, como jefe, años muy duros, en los Saltos del alto Nansa, el 14 abril 1946, aniversario de la II República… y, ¡ambigüedad!, domingo de Ramos, nacía Merodio Rodríguez, yo, formado por doña Gloria hasta los 7 años en Rozadío y luego escolapio, kotska y ateo confeso con 16, para acabar estudiando un -muy reaccionario- Derecho que -solo- uso -como garrote- contra quienes -me parecen- malos, militando, pese al afán de Merodio Saiz en que ni nos acercáramos a “la política” -no nos dejó ni hacer deporte en la divertida OJE- junto a mi difunto hermano menor en el duro PCE para acabar, buen final, -solo- afiliado a la filosofía de Karl Marx… y otros, todo ello, pienso, buen ejemplo de ambiguas contradicciones vitales.

Karl Marx. Trabajar para acabar con la ambigüedad

El método de Marx, tesis, antítesis, síntesis, ayuda a responder las preguntas que Sánchez el Malo resuelve por el corto, egoísta camino de los pactos para -solo- sobrevivir él y ahora al parecer, también Begoña, su mujer que ya veremos, conviniendo empezar a hacerse y responder preguntas serias,: ¿Qué son paz, libertad, igualdad, felicidad, crecimiento, progreso,…? ¿Quién debe/puede gobernarnos? ¿Qué son capital y trabajo? ¿El género humano es la Internacional o hay que dividirlo? ¿Fue el 1-O un egoísta intento frustrado de golpe de Estado? ¿Es lícito amnistiar a quienes lo dirigieron? ¿Se les debe reinsertar para la política a tenor de sus manifestaciones actuales respecto a lo que ocurrió? ¿Fue ETA un grupo armado o una organización terrorista? ¿Qué son ambas cosas? ¿Es ético pactar, en la actual situación, con quienes trepan felices usufructuando una herencia de terror, 853 asesinatos, 377 de ellos aún impunes, y 77 secuestros en 60 años? ¿Significa lo mismo autodeterminación para, colonizados ambos, palestinos y saharauis? ¿Es lógico/ético que EeA y Greenpeace denuncien a Repsol por greenwashing/ecopostureo y no a Iberdrola, Naturgy, Endesa, REE, la ministra del MITERD,…? ¿Qué es lo de catalanes y vascos? ¿Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo el más sagrado e indispensable de los deberes?...

Coda/broma sobre un tema ambiguo/serio.- Hicieron del fútbol sobar mucho la pelota, a Messi -no Pelé o DiStefano- el mejor jugador de la historia y al Guardiola del Barcelona de ese Messi, Busquet, Iniesta, Xavi,… que, fracasado en el Bayern München, hoy dirige, sin límites legales, un club-Estado, el mejor entrenador, hasta que quien, concreto, ganó muchas más ligas, copas de Europa y champions les vuelve a mostrar, nada ambiguo y con hechos reales, a papá y el fútbol.

Sin ambigüedades: papá está ahí

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