Lo cotidiano.123
De jugar sin normas
Fernando
Merodio
21/09/2025
La oscura, corta, ominosa lista con ofensivas ausencias –destaca la de Vietnam y el premio nobel de la paz, Henry Kissinger- incluye las masacres de Armenia, 1915-1923, con unos 1,5 millones de varias etnias y grupos cristianos víctimas del imperio otomano, el llamado “holocausto”, en que, 1941-1945, junto a los muertos en guerra, el nazional-sozialismo asesinó 6 millones de judíos, comunistas, gitanos, homosexuales, discapacitados…, lo de Guatemala, 1960-1996, cuya sentencia a Ríos Montt fue anulada pese a masacrar cientos de miles de indígenas Ixil y de otras comunidades, lo de Camboya, 1975-1979, donde Pol-Pot eliminó 1,5 millones de “enemigos del Estado”, la locura de Yugoslavia, 1992-1995, en que, entre otros, Karadzic y Mladic, serbios, mataron a más de 100.000 bosnios, croatas,…, los 800.000 tutsis y hutus moderados aniquilados, 1994, en Ruanda por la mayoría étnica de Kambanda,…, tiene el -poco apetecible- honor de que quienes podían/debían, Tribunales internacionales, han legado el leve esfuerzo de vincular los actos de tal lista al tipo del “genocidio” -violencia sistemática, a escala masiva, coordinada, intencional, contra un grupo objetivo, encubierta o negada- que, preciso, definió, 1944, el jurista Rafaél Lemkin, natural de Lemberg, Lwów o Lviv, resbaloso territorio histórico -fue incluso “imperio austro-húngaro”- que hoy sufre los crueles achaques de ”lo de Ucrania” o a -otro tipo- los “crímenes contra la humanidad”, aun no regulados formalmente, pero definidos -ataque generalizado/sistemático contra población civil mediante asesinato, exterminio, esclavitud. deportación, tortura, prisión, esclavitud, prostitución, desaparición, apartheid, otros actos inhumanos- casi al tiempo, por su vecino/colega Hersch Leuterpacht. Normas y precisión jurídica, ni más ni menos.
El Roto
11.4.2025
Éxito de la corrupta perversión de Sánchez el
Malo y sus manifestantes
Pues bien, aquí en la grotesca, dañina era
glacial de Sánchez el Malo, en que ni somos capaces de valorar en Derecho qué es
haber vivido de un proxeneta, las varias parejas Ceaucescu de la PSOE/TVE/Prisa repiten obsesas que, siguiendo
el modelo kale borroka de, primero Bildu/Eta y, luego, unos cuantos junto a
mi Santander y en Castilla la Vieja, todo el pueblo de Madrid -me parecieron, huérfano
de actos reales contra el abuso, sólo unos cuantos- que -pese al CIS- vota a
Ayuso, decidió seguir a Sánchez el Malo gritando que -ya antes del aquelarre anti-bicicleta,
la denuncia de lo atroz en Gaza era casi unánime- era buen modo de alzarse -sin
riesgo para los alzados- contra la atrocidad, ser Tribunal, llamarlo porque sí,
como -solo- hace Sánchez, “genocidio”
y parar abruptamente, cómplices de la lujosa
y -contra otros- represora policía de la “ley
mordaza”, la tercera prueba ciclista por etapas, dejando con el culo al
aire, en ridículo mundial, a sus organizadores, a todos nosotros.
Veo en la constitución -desobedecí la orden
del PCE, “el Partido” y, libre/lógico, voté en contra-, artículo 1.1, solo
intención vacía, que “España se
constituye en un Estado social y democrático de Derecho que propugna como
valores superiores de su ordenamiento jurídico, la libertad, la justicia, la
igualdad y el pluralismo político”, por lo que, desde 1978 hasta Sánchez el
Malo, intentan hacernos creer, ¡la fe!, que la cosa España es un Estado de
Derecho con instituciones y ciudadanos sometidos a la Ley, aval de -más o
menos- igualdad -también más o menos- justa, opuesto a que la elaboren/apliquen
juntos -poder legislativo/ejecutivo aquí único- mercantiles/partidos y la
interpreten -poder judicial- inanes opositores regulados/tasados por tales
mismas empresas y a que ni siquiera sea clara su farragosa/oscura gestación, aplicación,
interpretación, siendo cierto que el imperio
de Derecho/Ley, bien regulado, es crucial si 1) quien gobierna no lo elabora/interpreta,
2) actúa -con garantías- en un claro marco legal establecido por otros, de modo
que 3) los derechos del ciudadano sean evaluados por jueces ajenos al gobierno,
imparciales/independientes ¡¡¡Uf!!!
El
Roto 20/09/2025
Por si alguno no lo
entiende, el mensaje de la Andrómeda dice IMBÉCILES.
He
leído/oído que en el Estado de Derecho llamado España “todo el pueblo” decidió, con -¿cómo no?- Euskadi, Bildu/Eta, su Kale Borroka,,… al frente, que lo de Gaza cesaría si “todos” -porque sí- gritaban -émulos de “Animal Farm”- “¡genocidio!” al tiempo y paraban a los ciclistas, para lo cual, frívolos
siempre, se apoyaron en que el artículo 21.1 de sus “mandamientos” -que no voté pero acato- “reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas” y que “el ejercicio de este derecho no necesitará
de autorización previa”, si bien dice el punto 2 que “en los casos de reuniones en lugares de tránsito público y
manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad (…)”, sin que,
en este caso, nadie explique si se comunicó, ni si la reunión/manifestación fue
o no, por su riesgo cierto, prohibida, ni quien firmó y convocó a “todos” en la hora/lugar concretos y, tras
leer en la biblia, palabra de dios, “El
País” 15 setiembre, que “Sánchez
apoya las protestas por Gaza” y “el
gobierno se coloca con claridad del lado de los manifestantes”, infiero
que, “sanchificada” la ruidosa manifestación
en protesta, ello implicaría que se ha cumplido la Ley en todo o, en caso
contrario, que en nuestro peculiar Estado de Derecho, Sánchez el Malo juega sin
normas
No sé por qué lo de Sánchez y sus fieles me remite -en cutre- a Horace McCoy, norteamericano cuya experiencia práctica de la vida, sensibilidad social y habilidad para contar historias convirtieron en buen novelista de hard boiled, serie negra y, a partir de obras como They Shoot Horses, Don’t They?, 1935, ¿No matan, acaso, a los caballos?, fue visto exacto retratista de lo oscuro, incluso de la Gran Depresión, período de la corta historia USA, triste negrura que le obligó a concluir esa novela con un duro diálogo: “-¿Por qué la has matado? -me preguntó el policía que iba sentado a mi lado. -Ella me lo pidió. -¿Oíste esto Ben? -Es un muchacho muy servicial -dijo Ben. -¿Es ese el único motivo que tenías? -¿Acaso no matan a los caballos?”, gráfica explicación apoyada en el recuerdo infantil de cómo su abuelo mató a una yegua que se había roto una pata, “pues el pobre animal no hubiera podido hacer ya nada bueno”, provocando como conclusión, “¿Por qué no hacerte ese favor? Apenas apretar el gatillo del revólver y desaparece todo de tu vista: la ciudad con sus luces neuróticas, las máscaras de Halloween, las lágrimas que aprendiste a tragar. Caer al mar con tu carga de recuerdos, confundirte con la basura de los hombres. Tu corazón no volverá a chillar como un pájaro insaciable con la urgencia de Hollywood, no vendrán a negociar con tu sexo esos extraños animales. Al fin Gloria, dormirás tranquila en el vientre de los peces”; desasosegante novela que en 1969 Sydney Pollack convirtió en película del mismo título inglés, con Jane Fonda, Gloria, y Michael Sarracin, Albert, que en España, diferentes y estúpidos, titulamos Danzad, danzad, malditos, narrando los maratones de baile que, en medio de la gran crisis de 1930, exigían a los participantes, no siempre jóvenes, la extenuación, casi la muerte a cambio de comida, cama, asistencia médica y un premio -sólo- a la pareja ganadora; espectáculo -fétido- de cómo otros -quizás- más indigentes venden su fracaso por nada, blanqueo de tal realidad y demostración -a quien la acepta- de lo absurdo que puede ser todo. Algo así parece querer -para nosotros- Sánchez el Malo evidente.
El
Roto 03.04.2025
Me horroriza, tiene
forma de conspicuo, abusón tertuliano celta
A partir de
pensadores como Foucault, Agamben, Zizek, Haraway, Nussbaum,... hay filosofía
que -alarmada- advierte que, para compensar la indefensión -real- que genera el
creciente desmantelamiento de lo público, suplido por un holograma, han abierto
-en la práctica- un mayor control político, totalitario sobre hechos del
individuo, que so pretexto de mayor seguridad provoca alarma en la ruta de esa
España que ve pactar con lo inaceptable y es tierra abonada para coactivas, bobas
campañas sobre -dóciles- temas inanes, en situación de crisis global y graves problemas
reales generadores de miedos que, advierte José Luis Pardo, “al ser -casi todos- vulnerables a ellos, se convierten -para
algunos- en negocio tan rentable que los
espectros se materializarán más temprano que tarde y acabarán siendo realidades
ingobernables”; tiempos para seres
extraños como el Mr. Chance de “Desde el
jardín”, Jerzy Kosinsky o, similares, siniestros, Felipe, Aznar, Zapatero,
Rajoy o, en especial, Sánchez el Malo capaces -en su nada- de proponer algo tan
bobo como “Busco una mayoría suficiente
para la modernización definitiva de España”, lo que me anima a acabar esta
reflexión, en lo que les -y nos- afecta, preguntando a todos por el riesgo de la pregunta They Shoot Horses, Don’t They?, ¿No matan, acaso, a los caballos?, que
ya no valen para nada y, además, quien pregunta pretende jugar sin normas…, para
así -él- ganar lo que sea.
Coda sobre lo bueno que sería -modo potencial- jugar, no como Sánchez el
Malo, con normas.- Frente a toda la bazofia que -hace muchos años- crece, abogado,
sueño desde el principio/Franco con un Estado de Derecho en que los -que se dicen-
políticos sirvan para algo al resto, las leyes sean -un poco- mejores y “bureaucracia” y/o jueces. al menos -algún
día explicaré, con detalle, la realidad- generen -aunque sea vana- esperanza en
el ciudadano que recurre/se queja. ¡Sólo eso!
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