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sábado, 4 de marzo de 2023

261 Los domingos cavilar Lo que hay fuera del submarino (Das Boot) Fernando Merodio 05/03/2023

261 Los domingos cavilar

Lo que hay fuera del submarino (Das Boot)

Fernando Merodio

05/03/2023

 “Deseaba vivir una situación en la que no deba enfrentarme a la realidad” (Teniente Werner, corresponsal de guerra, en “Das Boot. El submarino”, tras decidir integrarse, en 1942, en una peligrosa/desconocida misión del U-96).

 “Con el submarino ya no habrá más batallas navales, y como se seguirán inventando instrumentos de guerra cada vez más perfeccionados y terroríficos, la guerra misma será imposible”. (Julio Verne)

El pasado lunes, 22.00 horas, con Rosa ya acostada, en el viejo, bajo incómodo sillón de nuestra casa, frente al, también viejo, televisor, me apresté, cada día más crítico, a aquilatar de nuevo el antibelicista, claustrofóbico aviso de Das Boot, -en traducción literal El barco y en España, siempre creativos, El submarino- los 209’ de la Directors Cut Restoration, montaje del director, Wolfgang Petersen para, de nuevo, comprobar cómo nos reduce sólo cumplir, en el mínimo espacio que nos adjudican -en el film, el del castrador submarino U96- lo que nos ordenan; a aquellos marinos la ignota misión bélica que marcaba el lúgubre, aciago -no muy distinto a muchos de sus enemigos- Hitler, que mudó la extrema irracionalidad bélica en norma.

"Quien luche irá incómodo, en submarino"

Era octubre de 1941 y, en plena II guerra mundial, el submarino alemán U96 salía, para el director “un viaje a la locura”, de la base de La Rochelle (Francia) en -incierta- misión y, en él, junto a la tripulación, embarcaba un corresponsal de guerra de Goebbels que, en tercera persona, narra la trama que protagonizan el capitán, líder experto, controlado, fuerte, de cuyo criterio e iniciativas dependen tanto él mismo como la tripulación, apoyado en un buen maquinista, vital en el funcionamiento del submarino y al que los ataques con bombas de profundidad causaban pánico, un teniente afín a la irracional norma nacional-socialista,…, todos ellos  exigidos -militares por supuesto- a cumplir un deber profesional previamente marcado y, en lo personal, a devolver vivos -a la vida- a esos hombres sometidos al hacinamiento, aburridos, con miedo,… en el sumergible, siendo su esencial misión atacar a los barcos -que alguien les ha señalado como- hostiles, por ejemplo un convoy del que, al emerger, comprobaron horrorizados cómo algunos de sus marinos flotaban ardiendo vivos sin que -era la guerra- los límites del submarino les permitieran auxiliarlos, alentados solo por la posibilidad de, de tarde en tarde, cruzarse con algún U-boot amigo; tras recibir la orden de dirigirse a La Spezia, Italia, al tratar de atravesar el estrecho de Gibraltar, plagado de barcos británicos, cayeron a una fosa de 280 metros de profundidad, lo que sometió al U96 a una presión -casi- insoportable, aplastamiento del casco, roturas, filtraciones que lo inundaron, provocando grave riesgo de muerte por asfixia de toda la tripulación, pese a lo cual, el liderazgo del capitán y el heroísmo del resto, tras horas de angustioso trabajo consiguen devolver al barco a la superficie y regresar a La Rochelle,  donde les agasajó Karl Doenitz, máximo grado de la armada nazi que, el 8 de mayo de 1945, ordenaría firmar la rendición y, con ella el fin  de la II guerra mundial en Europa, siendo entonces, cuando parecía que el U96 había concluido sus penurias, que un bombardeo sorpresivo de aviones Mosquito, ingleses, provocó su hundimiento y, en el muelle, la muerte de su apéndice, el capitán.

Un submarino encarna con precisión agobiante el atávico rechazo de muchos -entre ellos, yo- a los pequeños espacios cerrados y, peor aún, masificados, es una -muy- pequeña lata de sardinas que -no entiendo cómo- flota y navega sobre y bajo las aguas, significando para su tripulación cualquier avatar negativo -me parece- casi la muerte, como lo evidencia el dato de que de los 40.000 marinos submarinos alemanes -“madera de héroe o alma de loco”- en aquella guerra murieran 30.000, un 75%, frente al 60% de soldados de -la también arriesgada- aviación, elevado porcentaje entonces motivado por la belicista locura de Hitler, hoy la de otros, que condenó a aquellos jóvenes, casi niños en casos, densamente hacinados, oliendo a excrementos y aterrados, a convivir con la condición -en escasas ocasiones- de cazadores y -casi siempre- de presas, en un ambiente de opresivo desamparo y angustia constante.

"Afrontarlo con mentalidad de niños"

Sin pretenderlo, sin notarlo, casi contra mi voluntad, la incómoda, obsesiva situación que narra Das Boot me llevaba al día a día, a lo cotidiano de quienes no acatan las imposiciones de todo tipo con que la diaria arbitrariedad nos pretende confinar dentro límites similares a los del claustrofóbico barco, pretensión a la que solo es posible oponerse desde una férrea estructura, en ocasiones más dura que la del submarino, con la sustancial diferencia de no obedecer los dictados político-administrativos de quien -en realidad- manda, ese Das Kapital que, con precisión de cirujano, diseccionó Karl Marx, sus continuas imposiciones que, con arbitraria ilegalidad, desde el exterior trata de imponer a los auto-confinados discrepantes insurrectos que, al contrario que la tripulación, “militar por supuesto”, de Das Boot se enfrentan al injusto “sistema”, en el bombardeo -aquí ahora- de continuas, ilícitas normas de establo nacidas al cómodo rebufo generado por la -para “ellos”- útil “pandemia” siendo, en especial, dañino el perruno comportamiento, servil al amo, de los medios de comunicación, peligroso por astuto el de El País o la Ser y bovino hasta la obscenidad, arrastrado por el suelo el de los míseros plumillas de El Delirio Montañés que en nuestro pequeño, mínimo territorio nos inoculan a diario, desde la vasca Vocento, el capital internacional, la banca y la Iberdrola de Sánchez Galán; tal es el sistema que exige cambiar Greta Thunberg y que, “progresistas”, no cuestionan ni el jefe de planta Sánchez ni su amorfa troupe transversal que nos aseguró “poder”, dos que aparentan criticar la coherente lección de capitalismo que, con evidente crudeza, nos ha dado la Ferrovial de del Pino.

"Capital y política"

En los escasos momentos en que, abandonando el periscopio, los resistentes suben a superficie, abren la escotilla y asoman la cabeza fuera del caparazón defensivo, en lugar del embravecido Atlántico que, al hacerlo, afrontaba el capitán del U19, ellos aquí se encuentran con el hediondo aluvión de proyectos ilegales eólicos, dañina generación energética y dinero, mucho dinero que quieren regalar a “ellos”, ese sucio 1% que combaten los  enclaustrados, unos proyectos que -todos- los (des)gobiernos, regional, estatal, comunitario, títeres del capital, se empeñan en autorizar a los del Pino/Ferrovial que en el mundo hay, esos 40 -o como mucho 400- ladrones que acceden, sin riesgo, a la cueva -que el cuento dice- de Ali Babá, personaje que, además del Group privado chino de comercio electrónico en Internet, ventas business-to-business, al por menor, a consumidores,…, fue personaje del -no tan- infantil relato, pobre leñador persa que, testigo de, en el bosque en el que él cortaba madera, la entrada de una banda de 40 ladrones a la cueva donde escondía su tesoro, aquí ahora sustituido por los miles de millones de euros que, aunque dicen de Europa, son de todos y quieren regalar a los autores del ilegal, corrupto, delictivo destrozo eólico, un destrozo y un latrocinio de miles de millones que han sido, son y -si no lo impiden los enclaustrados -homenajeo, en ellos, a, clandestino, “el partido”, heroico, traicionado PCE- serán -inevitablemente- perpetrados, en beneficio del criminal 1%, del capital, por la funesta dirigencia de las fétidas mercantiles que hoy se dicen partidos, sin escrúpulos traidores a la res pública, un latrocinio del que el senil purriego, aventajado discípulo del fascista Girón que hoy pretende retirarse ayudado por el plácido calor de establo/paraíso fiscal del “amigo” mexicano, recalcitrante lenguaraz ignaro, dice no saber nada y para, siempre cobarde, salvarse él, arroja a los cocodrilos lo -en apariencia- mejor de su bóvida cuadra, Gochicoa y del Jesus; son momentos tétricos, mucho más de lo que el despistado imagina y, con ser muy desagradable la vida dentro de él, lo malo no está dentro, sino fuera del submarino y conviene recordar a cómodos y apoltronados que, lo escribió Marx en el opúsculo “18 de brumario de Luis Bonaparte”, “la historia ocurre dos veces, la primera como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa” y, aquí ahora, esa segunda la interpreta el peor actor posible, el engendro de los medios-basura que es Miguel Ángel Revilla.

"Es lo único que saben"

domingo, 29 de enero de 2023

256 Los domingos, cavilar De espigones y molinos Fernando Merodio 29/01/2023

256 Los domingos, cavilar

De espigones y molinos

Fernando Merodio

29/01/2023

"El desmantelamiento del espigón de La Magdalena costará más que su construcción" (El Delirio Montañés. 22.01.23). Espigón. 6. Macizo saliente que se construye a la orilla de un río o en la costa del mar, para defender las márgenes o modificar la corriente. (Diccionario RAE)

Cantabria acabará la legislatura sin poner en marcha ningún nuevo proyecto eólico”. “El Escudo podrá seguir adelante aunque se nieguen los dueños de los terrenos (El Delirio Montañés. 26.01.23)

Jacques Derrida, filósofo, exponía en la conferencia “La razón del más fuerte ¿Hay Estados canallas?” inquietantes dudas sobre si “la razón del más fuerte es siempre la mejor” y animaba a reflexionar sobre “fuerza” y “derecho” al preguntar ¿prima la fuerza o el derecho?, ¿se origina éste con coacción y violencia?, ¿quién elabora, interpreta, aplica o deroga el derecho? y planteaba la idea del "Estado canalla", que veja ese Derecho y abusa de su poder, para concluir que casi siempre vence la razón del fuerte, por lo que hay que buscar "un pensamiento sobre lo por venir, la democracia y la razón que vienen”, mientras, casi al tiempo, -casi- cerrando la historia -casi- general que tituló "Espejos", Eduardo Galeano explicaba que "el inventario del mundo, inconcluso, estaba hecho de chatarras, / vidrios rotos, / escobas calvas, / zapatillas caminadas, / botellas bebidas, / sábanas dormidas, / ruedas viajadas, / velas navegadas, / banderas vencidas, / cartas leídas, / palabras olvidadas y / aguas llovidas", reflexiones que anulan el narcisista debate contra un espigón de naturales rocas que no gusta a “santanderinos de toda la vida” que, antes, causaron el estrago de la R.S. de Tennis -con dos enes- en las rocas -y la vida en ellas- de la playa del Camello, junto a grupos entonces callados que hoy se quejan -ofende a su fino gusto- del opinable espigón que, tras un expediente concluso, son rocas apiladas con maña, un intento de evitar -dudo si podrá el escollo o la naturaleza- que la playa huya del espacio que, hace años, usurparon los abuelos del -con dos enes- “Tennis”- para los padres, los que protestan, sus hijos, nietos,..., negando, clasistas, su uso al resto.

"Tropelía playera de los que no quieren la escollera"

Las rocas hoy acaldadas para proteger -lo dice la universidad- la playa junto a, hoy rota, la querida “horadada”, el viejo atraque para lanchas, el balneario, la escuela de vela en la “isla de los ratones, las casas sobre la arena, la ocupación del común por el “Tennis”, el estrago del Camello,... son parte del inventario de Galeano, mientras el mínimo ruido cursi de unos pocos que no recurrieron en el trámite administrativo, democrática opción barata para ociosos disconformes y, ahora, con burdo, autocrático amiguismo rancio, intentan eludir la norma, vejar el Estado de Derecho y ponerlo al servicio de su zafio espectáculo, idea egoísta y errónea de la historia que los hace creer que el tosco apoyo gratis de amigos eventuales les da, fuera de la ley, "la razón del más fuerte" para retirar las rocas… y que pague el resto; aunque, de momento, parezcan ganar frente a la Ley de todos, se equivocan, no van a retirar las rocas.

Si olvidamos por un rato lo doméstico notable de apariencia pequeña, si dejamos de hablar de espigones, cuestión de gustos, sin olvidar que está en juego el contrato social y vamos a lo sustancial, donde se juegan las alubias de todos, el futuro de cada uno y el de todos, el del género humano, al territorio en que “ellos” intentan implantar dañinos escollos, si hablamos en serio de economía, acudimos, ¡cómo no!, al Marx que recomienda el control colectivo en -todas- las fases del proceso de trabajo, la represión del consumo y la propiedad social de los medios de producción, deberemos debatir sobre la bolsa, la banca y, antes de nada, sobre la generación y el consumo energético, epicentro actual del meollo, habrá que frenar la siembra cientos de trastos eólicos gigantes -lo aquí hace la pequeña tribu de nuestro Sur que sustituyó la pócima del druida Panorámix por la exigencia de la, muy mala, Ley de “ellos”-, sabiendo con Elfriede Jellinek, premio Nobel de Literatura en 2004 aferrada a la dura realidad, que todos “nosotros”, como los cuatro excluidos de su novela de tal título, somos seres maltrechos, sembrados y alimentados para, al final, ser talados por desconocidos que “permanecen largas temporadas en la Riviera o en sus cotos de caza en la montaña”, excluidos sabedores de que nuestra marginación es advertencia para el resto de que algo muy similar ocurre a -casi- todos; el concepto adjetivado de “exclusión social” germinó en Francia de Chirac con René Lernoir, autor “Les exclux: un Francais sur dis”, “Los excluidos: uno de cada 10 franceses”, ¿solo 10% sin red de seguridad social, ancianos, parados, presos, -los que dicen- locos, extranjeros, víctimas de abusos, toxicómanos, dependientes,…?, todos en un “proceso en el cual individuos o grupos son total o parcialmente excluidos de una participación plena en la sociedad en la que viven” (European Foundation, 1995:4), ajenos a la “integración social” que hoy, ayer y mañana, los profesionales de la política y los medios de (in)comunicación de masas tergiversan con demagogia buenista que finge igualarnos, simula eliminar muros que ellos mismos levantan, ignorando las reales causas de la insufrible, eterna desigualdad, paro, miseria, dependencia, siquiátricos, prisiones, lacras repudiadas,… que hoy ocultan los que mentían diciendo poder, los -viejos- “nuevos políticos” que, amorrados al sistema, consolidan la represión de la “ley mordaza” y se refugian en lo transversal que no moleste al amo,…; esa es su “política”, la que hoy sufrimos.

Llegados a este punto, ningún excluido puede ignorar ya que los agresivos polígonos industriales, las turbinas y palas de 200 m., los destructivos km. de pistas de rodadura, sus cancerígenos -lea quien quiera saber el informe del respetado Instituto Karolinska- cientos de kms. de líneas de muy alta tensión y centros de transformación, incontables m3 de hormigón armado sembrados, plásticos, fibras también cancerígenas, metales de todo tipo, en especial “raros” robados a los más pobres,… quiebran fuertes lazos territoriales, sociales, agrícolas, ganaderos, históricos,… generadores de “capital social” y vida común; son polígonos industriales que expolian territorio, alteran vidas y hábitos, deterioran incluso la salud física y mental, destruyen economía, agricultura, ganadería, entorno social, cultural, deportivo, turístico,… y no, como simplifican los depredadores, solo el “paisaje”, y lo hacen para apropiarse de lo único, en verdad, sostenible, el soplo de Eolo, que es de todos y no, como intentan hacernos creer, solo de “ellos”, el 1%; si se atreven les retamos a un debate público, con luz y taquígrafos, del que huyen cual gato escaldado, un debate al que pueden invitar -para que luego mientan- a “sus medios”, siempre que, además, pueda asistir todo aquel que quiera.

"Polígonos solicitados: mucho ruido y corrupta ineptitud supina"

Coda, “elogio -erásmico- a la ineptitud supina”.- Con tenacidad y la única poción mágica de conminar que se cumpla la Ley y frenar la desigualdad y la crisis climática, rebeldes de un pequeño poblado indígena de nuestro alto Sur, los mismos que, sin aparecer, dieron cuerpo sólido a la impar victoria sobre capital, políticos y el corrupto enjuague de 1.400 Mw del “concurso/regalo eólico”, hoy impiden que, por mucho que lloriquee en sus medios afines -el aún inexplicado- Valcarce Jr., se implante un solo trasto eólico, lo que -entre otras cosas competencia de los jueces-  muestra la obvia torpeza de Revilla -que ahora vende averías familiares en la televisión basura- y su recompensada troupe de ojancanos -y ojancanas- que, conocidos por todos, no han pinado ni un molino desde que les anularon los 1.400 Mw ¡de 2009!, indignando a su amo, Sánchez Galán/Iberdrola que, excusatio non petita, accusatio manifesta, asegura que no venderá -¿quizás por estar recurrido por la Plataforma ante el TSJ de Madrid- el P.E. El Escudo, de lo que, con amargura, se quejan plumillas y editores de El Delirio Montañés irritados porque, en 2023, Marcano, Blanco,… digan que -solo- iniciar los trámites -que no concluirán- de 270 Mw , 5 polígonos industriales, uno por consorcio, sería poética “cuota de éxito importante”, amenacen que la oposición en su territorio de los Concejos no impide, ¡viva la democracia liberal/progresista!, seguir adelante con el atropello, o anuncien facilitar, ¡ay, inseguridad jurídica!, “el desarrollo de los parques -polígonos industriales- asegurando su compatibilidad con la conservación natural”; espectacular catálogo de, además de cosas incluso peores, su supina ineptitud.

"(Alguien dice que fake de) Revilluca, triste, celebrando alguna venta"

domingo, 25 de septiembre de 2022

238 Los domingos cavilar Revilla y sus frutos Fernando Merodio 25/09/2018

238 Los domingos cavilar

Revilla y sus frutos

Fernando Merodio

25/09/2018

“Dijo Jesús a sus discípulos: ‘Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así, todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis’. (Evangelio de Mateo 7, 16).

Atemoriza, la semana que ahora acaba El Delirio Montañés ha puesto todo su -ajeno y dañino- potencial mediático al servicio de su amo, el capital, solazándose en difundir, concentradas, las habituales mentiras e ilegalidades con que, históricamente se enriquecen sin importarles el riesgo de aniquilar el actual modo del vivir humano en nuestro territorio, apoyando, además de a ese amo, a los que, coyunturales, ocupan poltronas de la -que dicen- política, “liberales”, “progresistas” y, aquí además, la guardia de corps de la horda regional de orcos que acalda el, física y mentalmente, caduco Revilla, obligando a quien tenga dos dedos de frente a aferrarse a Homero, los Evangelios, la Divina Comedia, el Quijote, Shakespeare, Freud,…, el cine de Fritz Lang, Bergman, John Ford, Berlanga,... y, en especial, a no perder contacto con las ideas del Marx real, en la -muy- dura tarea de vivir una vida humana seria y, ahora en especial, fatigarse en la lucha contra los molinos con que los crueles gigantes reales alimentan el “liberal-progresismo” y, aquí además, a la caspa fascista filo-autárquica (pre)ocupada por lo energético, obsesión actual de las multinacionales y el símbolo purriego que ejerce de cutre caudillo, al que urge analizar sus -atroces- frutos de eterno amorrado al manantial de lo público, desde el totalitarismo de Girón de Velasco hasta lo que hoy dice democracia, valorar qué -nos- ha generado desde que, avatares de nuestra obscena, cobarde desidia, encamado con PP o PSOE, tirios o troyanos, cabildea lo comunal del mínimo territorio que dicen Cantabria, pútrido aborto desgarrado del resto para lucro de necrófagos, históricos y alevines de la caverna.

EL ROTO 19/09/2022

Saben los -cada día más escasos- campesinos que la semilla germina con -cierta- lógica, que quien siembra tomates cosecha tomates y el que plante cebollas recogerá allium cepa, siendo lo que se aventa en la tierra -para trabajarlo- determinante -en calidad y cantidad- de qué se recolectará, reforzando el dicho, “obras son amores y no buenas razones” que son las obras, los hechos, no la vacía verborrea de un Cantinflas regional, lo que hace germinar las cosechas, balance personal evaluable al fin por el resto o, más exigentes, por nosotros mismos, no debiendo olvidar que, pese a afirmar Ohran Pamuk, nobel turco de literatura que, igual que el islam y, en general, todas las religiones, “el nacionalismo está en los corazones de las gentes, no en sus mentes”, aquí es palmario que su borde mojigato, el regionalismo no nace en el cerebro, ni tampoco en el corazón de la gente, sino en oscuros divertículos de la caverna en que los listos acopian egoísmo, mitos y miedos, ancestrales filias y fobias de las que, por supuesto, se lucran, siendo deseable que todos conociéramos los sabios argumentos con que Giorgio Agamben lo explica en “Homo sacer“.

Pese a que, sin duda, sería un exceso usar respecto al periodo que va desde los tiempos de la totalitaria defensa por M.A. Revilla -pegatina de Girón de Velasco- del dictador que hoy todos repudian… cuando ya ha muerto, hasta su falaz actitud actual la teoría y frase con que, en 1851, iniciaba Karl Marx el opúsculo “18 de brumario de Luis Bonaparte”: “La historia ocurre dos veces, la primera como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa”, lo cierto es que el personaje es prístino ejemplo de figura de farsa, muestra de lo más mísero, grotesco del comportamiento humano y que inicio y final de su periplo desde el fascismo rampante hasta el caos climático actual, dibujan con precisión de neurocirujano dos tragedias, más grave, sin duda, la actual, siendo imposible no ver la impostura del personaje que, cuando ya tenía más de 30 años, asalariado/jefe del sindicato vertical único, hacía propaganda de aquel “Movimiento” que decía exportable del páramo patrio, para en 1976 inventar -de la nada- ADIC, Asociación para la Defensa de los ¡Intereses! de Cantabria, banderín de enganche para crear, en 1978, el Partido Regionalista de Cantabria, PRC, desde el que se muestra amorrado a la jugosa ubre del Estado -central o autonómico- desde el 9 de mayo de 1983, primeras elecciones, hasta hoy, en una impagable exhibición de funambulismo político, junto a, ¡qué más dará!, PP o PSOE, sin importarle apoyarse, incluso, en la hedionda abstención de un siniestro Podemos, siendo, siempre a sueldo, diputado de base, consejero de la cosa, vicepresidente y presidente en 4 mandatos, 2003, 2007, 2015 y 2018, siempre sin mayoría absoluta y, en sus ratos libres, bufón de plantilla en la televisión basura y la de Jaume Roures, multimillonario troskista.

"Tenía camaradas, lugartenientes, viejas guardias de Franco, frentes de juventudes, falanges,...

No tiene talla, es cierto, Revilla para que valoremos sus hechos como lo hace Marx en el “18 de brumario”, pero su vida política entera, iniciada en el fascio y llena de poltronas hasta alcanzar la más mullida, cómoda y bajita del pequeño, mínimo territorio exige cavilar para valorar sus -reales- frutos sociales, si es oveja o lobo oculto bajo la piel de aquella, si es un árbol sano o, por el contrario, zarza o cardo y si además de ser viejo en exceso, está muy dañado y demanda el fuego; cavilemos sobre Santander y su provincia, "la Montaña" previa a que franquistas listos inventaran Cantabria, tierra aquella de vocación agrícola y ganadera, vinculada a la pesca, industriosa,..., destrezas abducidas por un excesivo turismo y de las que hoy no queda -casi- nada que no sea la "historia" inventada por el regional-socialismo del “progreso”, la “puesta en valor”, el “I+D+i”,… que -sólo- es humillación, servicio y -muy- poca -y mala- industria, trufada hoy, además, con la pesadilla del dinero -que dicen- de Europa y, sin ordenación ni evaluación ambiental previa, quiere implantar turbinas con aspas de 200 m., subestaciones gigantes, líneas de alta tensión, cáncer,…, en caída libre hacia el caos final; releamos a John Berger y pensemos con Heráclito en cómo la base del saber no está en las falsedades sino en el práctico estudio de lo múltiple y el análisis de las relaciones dialécticas entre los opuestos, siendo origen de todo la lucha de tales opuestos en busca de la unidad que, con su “soy un fue, y un será, y un es cansado”, configura el Quevedo más sedante, idea que, convencido, hago propia.

EL ROTO 05/09/2018

Politeia y res publica son lo mismo, Platón, Aristóteles y una pléyade de filósofos dan noticia cierta y armas útiles para leer entre líneas a canallas, razonar, separar mena y ganga entre lo que nos cuentan cuentistas y amos, errar, rectificar, avanzar con lógica, pensar antes de decir y luego hacer lo dicho, ser molestos, no pactar con el que impone, ni imponer al que acompaña, arrojar al fuego a quien, como Revilla, es árbol sin raíz que no da frutos, para medrar él, se alimenta del resto y, pues politeia y res publica son lo mismo, exigirle que desgrane los frutos que alegue desde que no apoya -en voz alta al menos- a Franco y Girón, que hable de algo tan oscuro, ¿delictivo?, como la masiva destrucción de industria sana, ahora Sidenor, Sniace,…, el vacío rural, las vacas, la leche, lo del fibroyeso o el Racing del -para él- genio Ali Syed, el derribo de la Diputación republicana, “memoria histórica”, el “interruptus proyecto Moneo”, la deformidad, hoy, del MUPAC, ¿por qué Santander?, los millones (mal)gastado en la "universidad de Comillas”, en Sodercán, en el Cantur de sus -más- gordos cachorros, el frustrado regalo del “concurso eólico” y el actual caos de los nuevos regalos sin evaluación ambiental estratégica, su anómala, dolosa ignorancia cara sobre qué es el fracking, qué fue de polígonos industriales como La Pasiega, del transporte ferroviario, del PROT, el PSEC, cómo justifica el humillante regalo de lo mejor del Paseo Pereda y el muelle a la familia… Botín, lo de las ambulancias y la crueldad -para quienes no la reciben- de eso que dicen “ayuda a la dependencia”,..., que explique lo que, aún hoy, opina de Girónº y qué coño ha hecho, en “su -alimenticia- etapa democrática”, además de nada y presumir del Cabárceno -que decía delictivo- de Hormaechea, enchufar amigos en cargos creados ad hoc, usar -sin pagar- taxi, regalar anchoas a gritos y vejarnos cada vez que aparece en televisión; tales son los frutos de los que le culpo.

EL ROTO 01/12/2018

domingo, 21 de noviembre de 2021

194 Los domingos cavilar Por lo civil o lo militar Fernando Merodio 21/11/2021

194 Los domingos cavilar

Por lo civil o lo militar

Fernando Merodio

21/11/2021

(…) que se vacune a todo el mundo, por las buenas o las malas, por lo civil o lo militar” (Miguel Ángel Revilla. Secretario general del PRC. Presidente regional)

Tenemos que hacer comprender al mundo que el pensamiento joseantoniano, adecuadamente actualizado, tiene plena vigencia en el contexto actual. Tenemos una ideología que siempre he pensado que era exportable en función naturalmente de una actualización del pensamiento de José Antonio” (M.A. Revilla, FE y de las JONS. Delegado del Sindicato Vertical en Torrelavega)

Incómodo, hoy cavilaré sobre el fascismo, reiterado vómito, y, peor, sobre fascistas. “Por las buenas o las malas, por lo civil o lo militar” es, sin duda, lapsus freudiano, gestado en lo más profundo de la personal caverna que acoge, tal cual es, a Revilla, el mismo que, El Delirio Montañés 08.09.2013, cuando lo autorizó, "no sabía qué era el fracking", camarada de dos José Antonios -Primo de Rivera y Girón- que, para obviar, en 2021, diferencias -muy serias- con otros, mantiene tics de cuando, con 30 años, falangista y delegado comarcal del sindicato único, expelía junto al Besaya fétidas arengas joseantonianas; ¿qué dirían del histrión el “comandante” Otero y los “UMDos”, en la cárcel mientras él decía y hacía lo que decía y hacía?; “lo civil”, “las buenas” son para él zanahorias, mientras “las malas”, “lo militar”, son estacas, o incluso peor y es odioso el silencio que ante tan grave exabrupto, hoy mantienen los herederos del 90% que toleró a Franco, algo que dejó claro en 1981, más inculto e histérico incluso que el purriego, el guardia civil Tejero esperando en las Cortes, “por supuesto, a un militar”.

Me irrita el “camarada” que desbarra en el extremo derecho del espectro político tras haber vivido -y vivir- amorrado a la teta pública y, por ello, recuerdo que mientras él, “por lo militar”, vivía del “verticato”, los “civiles” leían a Marx e intentaban, contra el fascio, aportar granos -mínimos- al PCE, “el partido”, y a aquellas “Comisiones Obreras” -las de hoy son otra cosa-, con las muertes dolorosas de amigos en Atocha o años de cárcel para Marcelino Camacho, Sartorius, Soto, Saborido, Acosta, Juanín,… y aquí los hermanos Coterillo, Vázquez, Chus, César,…, tan buenos que -solo- tenían ideas y de los que aprendí a ser fiel y, a partir de ello, esforzarme en no defraudar las fatigas de su lucha, hasta que, con 75 años, con una mano delate y la otra atrás, sé que hoy, además, hay un -poco explicado- virus, que la vacuna contra él es ciencia y la ciencia -bien usada, no por el capital- es avance, no soy conspiranoico sino muy consciente de que, por seguridad y, sobre todo, por comodidad, me convendría vacunarme, pero no lo haré… hasta que, solidario con ellos, no haya niños en el mundo sin teórica inmunidad o me obligue una ley injusta del contrato social; lo que hay tras el “satrapilla” local me genera leve irritación, como me da risa y asco ver en un panfleto alimenticio cómo genuflexo, hace nosequé al “emérito” o, en tiempo que le paga el resto, hoza para Bertín, Pablo Motos, La Sexta,… y trata -¿como Danglars y Villefort a Edmundo Dantés?- de “obligar a las personas no vacunadas a estar en casa encerradas a cal y canto”, acientífica pulsión autoritaria, fascista, de quien, sin saber qué es la solidaridad, pontifica urbi et orbi que no vacunarse es insolidario.

Trataré de dar razones para cavilar e, incluso más, para provocar grietas en la cómoda creencia convertida en hecho perpetuo de no imputar -nunca- a los evidentes, sabidos causantes, sino a los -raros- que nadan contra corriente y lo primero que veo es que los más dóciles ante el ordeno y mando del Covid19 son Portugal y España, muestra de lo fértil que fue la tierra en que sembraron docilidad, dictadores, Salazar o Franco, mientras echo en falta estadísticas y análisis serios del tan traído y llevado virus o los datos de contagiados/fallecidos con/sin vacunación, en el mundo y en cada país, por lo que me sumerjo en bravíos, poco fiables números oficiales para ver cómo, emulando la canción de Cecilia, muerta el mítico 1975, a los 28 años, a causa de la ya entonces estúpida, cruenta, injusta circulación, en “(…) esta España mía, esta España nuestra / De tu santa siesta ahora te despiertan versos de poetas / ¿Dónde están tus ojos?, ¿Dónde están tus manos?, ¿dónde tu cabeza? / (…) ¿Quién pasó tu hambre, ¿quién bebió tu sangre cuando estabas seca? / (…) Pueblo de palabra y de piel amarga, dulce tu promesa / Quiero ser tu tierra, quiero ser tu hierba cuando yo me muera”, con un dócil 80% de vacunados, hay 1.852 muertos/millón, mientras en Alemania con “solo” 68% de inyectados, 12% menos que nosotros, no hay más, sino un 57% menos, 1.181 muertos/millón, ¿a quién querrá encerrar, solidario, Revilla por tamaña incongruencia?; más raro, por citar otro caso, es lo de Afganistán que, con 8,19% de vacunados, solo tiene 187 muertos/millón y aún más llamativo es que el 70% de pinchazos totales repartidos en la muy rica, avanzada Noruega no le haya evitado tener 952 muertos/millón, mientras el 2,68% de inoculados en la pobre, salvaje y esclava República del Congo solo tiene 331; para evitar recelos, explico que los datos, sin “cocinar”, están tomados, noviembre de 2021, del -¿poco fiable?- Ministerio de Sanidad, siendo otro dato oficial que habría que valorar seriamente en España, en el contexto de otras enfermedades, el del INE -el gobierno-, que dice que el 87,3% de los fallecidos de Covid19 diagnosticado y el 93,3% de los sospechosos tenían más de 70 años, siendo el riesgo a morir de tal enfermedad con menos de 65 velas en la tarta del 0,1%, uno de cada 1.0000; cifras todas ellas, cuando menos, desconcertantes.

Al tiempo que nos movemos en tan grande, interesada confusión, que posibilita roznar al lenguaraz expatriado de Polaciones, los recortes producidos con violaciones legales que recogen reiteradas, terminantes sentencias de TS y TC, son bovinamente acatados, sin señalar responsables, por los -que se decían- ciudadanos, cuya ética social ha retrocedido a tiempos previos a la Ilustración, la Revolución francesa y las ideas de libertad, igualdad y fraternidad que reglaba la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, mientras hoy legislan un saco de ignorantes supinos, sin el control que supone una real separación de poderes -con un legislativo esclavo y un judicial laxo- mientras, en tiempo de especial peligro por la emergencia climática y grave riesgo para la vida humana en el planeta, los “progresistas” pactan todo con cualquiera -Rufián y Otegi, por ejemplo- para sobrevivir ellos, arriesgando la “pasta” de la UE y -peor- dejándonos en manos del capital, mientras, falsos, alardean de revocar -no lo harán- las Leyes mordaza y laboral que tan útiles les han sido para, atados de pies y manos, prohibido reunirnos y con la boca -evidentemente- tapada, inventarse, en medio del caos, una -muy falsa- eficacia sanitaria y económica.

Al tiempo de todo ello, añadiendo sal y pimienta al agresivo guiso, un exclusivo lobby de “mujeres políticas” anuncia el inicio, en base a sus peculiares ideas, por supuesto sexistas, feministas, de “algo maravilloso” -y de apariencia ridícula, añado- para todos, haciendo que Fernando Savater, filósofo, desplegara en su columna la ficción de una pancarta que decía “Cambiamos futuro maravilloso por presente soportable” y con el desopilante/irritante apoyo del bi-joseantoniano/fascista Revilla, al que sus televisivos asesores de imagen han frenado, sin duda, tascándole el bocado y sugiriéndole no exigir más medidas… que las que diga una ley suya; asistimos a una ópera buffa o dramma giocoso per musica -un tema, si no fuera tan dramático, cómico-, el invento “progresista” de modificar, tortuosos, el arco de la compleja arquitectura política que fue la Ley de amnistía de 1977, desmontar la -difícil- fatiga de "la transición", con la mercantil PSOE, azuzada por sus cuates, desbarrando en caída libre sobre juzgar afines -¿Revilla, por ejemplo?- al dictador enterrado, exhumado y vuelto a enterrar varias veces en medio siglo, introduciendo una enmienda en la patosa ley de "memoria democrática" que ignora la esencial exigencia de “olvido” que recomendó amnistiar, defendida por los abnegados comunistas -“privilegiadas” víctimas de lo que se decidía “olvidar”- siendo portavoz/símbolo que razonó en belleza política la vuelta a empezar, no un chikilicuatre pequeñoburgués actual con chalet en la sierra, sino el muy represaliado luchador Marcelino Camacho; así pues, niños y fachas, antes de militarizarnos, cuadrados firmes en pié y sin hacer ruido, guardar respetuoso silencio.

EL ROTO 21/11/2021

sábado, 17 de abril de 2021

163 Los domingos, cavilar Pueden, si les conviene Fernando Merodio 18-04-2021

163 Los domingos, cavilar

Pueden, si les conviene

Fernando Merodio

18-04-2021

“Otros se fatigaron / y vosotros os aprovecháis de sus fatigas” (San Juan 4, 39).

“Me gusta estar en compañía de exploradores” (J.M.Barrie, autor de “Peter Pan”).

"Prepara al niño para el camino, no el camino para el niño" (Viejo refrán).

"¿De verdad pretendían que nos refiriéramos a los enanos como personas verticalmente impedidas? La respuesta hoy es, con claridad, sí". (Alejo Schapire. "La traición progresista").


EL ROTO 15/04/2021

Los que, sucios, alardeaban de ser capaces -incluso- de tomar el cielo por asalto, en poco tiempo, muy poco, han mostrado que son unos mamarrachos y, en lenguaje de la calle, “tienen más cara que espalda”, que usan para, en poco tiempo y dañando al débil, rebañar para ellos todo lo que pueden, por ejemplo, una excesiva, injustificada vivienda y una renta -nada social- máxima; merecen, sin duda, una lacerante paliza.

Cavilar y escribir en periodos fronterizos, cuando se impone bozal que, bovinos, acatamos y, además, no hay norma ni acción que frene al poder venal, exige mirar, leer, releer, pensar, memoria que no perdone raleas y hechos, hay que contar lo que vemos y exigir cuentas, fatigosa tarea que, sin duda, tiene riesgos cuando el Welfare State se agota, toca ser pobres y, peor, vivir la injusta desigualdad que emana de esotéricas, incontroladas finanzas, siendo tan grave la fría crueldad con que se labra todo ello que resulta inaceptable la falaz coartada de evolucionar desde dentro, por lo que, con Zizek, hay que intentar redefinir el “terror” jacobino, no solo la guillotina, que también, sino una inflexible ley lógica frente a lo injusto que, desde la tenebrosa negrura, nos lleve a más libertad, igualdad y fraternidad en el lugar que se desmorona.

Lo habían hecho en 1789 -siglo y medio después de que los Levelers ingleses proclamaran The Agreements of the People, Acuerdos del pueblo- Robespierre, Saint-Just, Desmoulins, Danton, Marat,…, jóvenes revolucionarios formados en la Ilustración de Rousseau, Voltaire, Diderot,..., que, arriesgando, alumbraron los Derechos del Hombre Ciudadano, nueva constitución que, enfrentada al ilógico poder de rey, nobles, latifundistas, iglesia,…mostró que el debate dialéctico entre “corrupción”, "virtud" y "terror" era terapia eficaz para el ciudadano, el pueblo, justo instrumento de cambio; más de dos siglos después, “Das Weisse band”, “La cinta blanca”, de Michael Haneke, muestra el retroceso perverso impulsado por el mal que en 1913 trajo lustros de guerras totalitarias entre naciones, en insiste en que mirar hacia otro lado era entonces -y es ahora- un riesgo.

La derrota virtual en 1945 de las letales fuerzas del nazionalismo-sozialista, alumbró lo que hoy dicen democracia, cada día más ajena a los igualitarios Derechos del Hombre Ciudadano, un sistema corrompido por el capital que mediante los aparatos represores del Estado, religión, políticos, ejército, policía, justicia, medios,… impone la voluntad de una feroz oligarquía, en el que una mínima minoría, sin escrúpulos ni otra potestas que la que le otorga el dinero, (ab)usa de la mayoría, no silenciosa, dócil; la palabra democracia lo soporta todo, una cosa y la opuesta, pero Platón dijo que es la real gana de la gente para hacer lo que le place, Blanqui, comunard francés, se preguntó “¿qué es un demócrata?”, para contestar inmediato que es “término vago, trivial, impreciso, elástico” y que “todo el mundo finge, sobre todo los aristócratas”, Rimbaud, en su poema en prosa “Democracia”, explicó que la democracia alimenta “la más cínica prostitución (…) al servicio de la explotación industrial o militar”, con ”una filosofía feroz, ignorante de la ciencia y astuta para el confort” que, si lo precisara, aplastaría “las rebeliones lógicas”; Platón, Blanqui, Rimbaud,..., y muchos otros, no temían a las palabras, las usaban con sincera, inteligente claridad y no caían en la trampa del lenguaje pervertido.

Vivir en libertad exige empeño diario para actuar frente al poder que se adueña de lo común y lo despolitiza, saber que las elecciones, eje del sistema, son un fraude del capital y sus fundaciones, ¡tan caritativos ellos!, en que adulterados partidos solo sirven al dinero y (ab)usan de los sensibles aparatos del Estado, por lo que Badiou, Agamben, Ranciere, Zizek, Nancy, Bensaid,…, pensamiento sólido, razonan en “Democracia en suspenso" que si el 'demos', la 'gens de rièn', los nadie, nosotros,..., quiere arreglar algo del desaguisado debe exigir y, para alumbrar un mundo que acoja a todos, oponerse a leyes, justicia, policía, ejército,… serviles al capital. Y derrotarlos.

Usaría un trazo más fino, intentaría ser, incluso, poético y no me repetiría si el sistema permitiera que todo aquel que cavile pueda difundir y defender, en igualdad, sus ideas; no es así y, en este hueco, trato con trazo grueso temas ásperos; con la democracia en suspenso y la cosa que nos han impuesto, sería un despilfarro escribir fino y amable, al modo que el poder ve correcto, pues el mal banal que Hannah Arendt y Michael Haneke denuncian licúa peliagudas conquistas e, incluso peor, provoca que suene muy cerca, muy cerca la horrísona irracionalidad que, hace muy poco, hizo parecer muy útil levantar Auschwitzs en varios lugares; seria y real amenaza.


EL ROTO 13/04/2021

Si escudriñamos aquí, vemos como un grupo de descamisados, "montagnards" ajenos al poder político, a la verruga del fascio que es Revilla y su egoísta mínima creatura regional, al ágrafo Castañeda y "El Delirio", al tránsfuga Agudo y la mercantil PSOE, a los que decían poder, a la derechona perpetua, a los sindicatos y demás dinosaurios becados, a la casta funcionarial,..., frena, en soledad, el horror de dañinos, infecundos, caducos polígonos industriales de turbinas de aire que -con la disculpa del viento- esquilman los montes de todos, asunto de un progreso similar al del cangrejo que, cual nave "Nostromo" nos lleva al corazón de las tinieblas, "Heart of darkness", "Apocalypse Now"" que tan bien narraron Conrad y Ford Coppola, conducidos -ignaros y malvados, ambas cosas a la vez- por quienes con su feroz ambición han hecho que una larva germinal, el capitalismo, mutara en la cosa Alien que destruye lo hecho en siglos de lucha humana; diagnóstico pesimista, pero menos inexacto que el “correcto” que anuncia un final similar al del crash de 1929 u otros más próximos. en el que, of course, sobreviviría gente -suya- con la fotogénica sonrisa de los ricos rebajados que retrató Scott Fitzgerald, triste mix de problemas personales, pérdida del disfrute del lujo, obsesión por el fracaso y dificultad para vivir en pareja; se engañan y/o mienten los que, asustados hoy con la útil cosa que dicen pandemia, anuncian una solución de chapa y pintura, mero maquillaje, pues esto es mucho más grave que aquello, el capitalismo ha crecido paroxístico poblando el mundo de mutantes, China, India, Rusia, los Países Árabes, la América Latina rica,..., metástasis inmune a nuestras defensas históricas, a las libertades y derechos que en Europa nos decían libres e iguales, así que, nadie lo dude, nos hundimos y, frente al pensar líquido, para ordenar con libre igualdad la inminente pobreza, hay que atender al pensamiento sólido.

Slavoj Zizek abre su libro “En defensa de la intolerancia” con una cita de Heiner Müller: “La primera forma de esperanza es el miedo, / el primer semblante de lo nuevo, el espanto” y dice que, frente a la brutalidad del liberal-capitalismo, es “necesaria una buena dosis de intolerancia" lo que no es economía ni política y describe el nuevo espanto de un mundo en el que Revilla, Zuloaga, Marcano, Igual,... que, totalitarios, disfrutan con su policía prohibiéndonos, están contaminados, confinados por incumplir lo que imponen; por fortuna, a algunos en todo el mundo, en medio del localismo más cutre, siempre nos quedará el Madrid, "la fábrica" de don Santiago, monárquico contrario a Franco, y don Alfredo, el mejor "canchero" de todos los tiempos, que en los años -más- grises con casi todos los españoles sometidos dóciles a Franco, cuando ganaban a ingleses, franceses, italianos, alemanes, húngaros,... me hacían sentirme mucho más de lo que, en realidad, era; ellos y algunos otros, como el PCE en cuestiones más arriesgadas y serias, se fatigaron para que los que dicen que pueden, deshonestos ignaros que no han dado un palo al agua, se aprovechen de sus fatigas.

domingo, 28 de marzo de 2021

160 Los domingos, cavilar Peor, incluso, que un ecocidio Fernando Merodio 28/03/2021

 160 Los domingos, cavilar

Peor, incluso, que un ecocidio

Fernando Merodio

28/03/2021

"Ecocidio es un neologismo que en principio hace referencia a cualquier daño masivo o destrucción ambiental en un territorio determinado, parte de uno o más países, o bien con consecuencias a escala global” (Wikipedia).

Prestaremos atención a "los delitos cometidos mediante la destrucción del medio ambiente, la explotación ilegal de los recursos naturales o, en especial, la apropiación de tierras" (Fiscalía de la Corte Penal Internacional, CPI, 2016).

El 20 de noviembre de 1945 derrotados los nazis, pero sin aniquilar -culturalmente- el nazismo, suicidados Joseph Coebbels, Heinrich Himler y el propio Adolf Hitler, fugados Adolf Eichmann y Josef Mengele y en ignorado paradero, aún hoy, Martin Borman, comenzaban los llamados juicios de Nüremberg en que los vencedores, no mucho mejores algunos que los vencidos, utilizaban nuevas figuras penales para castigar los inhumanos actos por los que, evidenciando la “banalidad del mal”, se juzgó a otros jerarcas nazis, Hermann Göring, Alfred Rosemberg, Rudolf Hess, Hans Frank, Alfred Jodl, Wilhelm Keitel, Joachim von Ribbentrop, Albert Speer, Franz von Papen,…, histórico momento en que yo era cómodo nasciturus que, en la mitad de su gestación, supongo que inquieto, se revolvía flotando en el líquido amniótico con que me alimentaba en su interior mi madre, de la que salí enrojecido, larguirucho y gritón me han dicho, el 14 de abril de 1946, domingo de ramos como hoy, a los 7 años y 13 días del fin de la (in)civil guerra española, ensayo/anuncio de lo que vendría después con Mussolini y Hitler y a los 15 años, exactos, de que el -mínimo- triunfo en unas elecciones municipales y la -habitual- cobardía borbónica trajeran, el 14 de abril de 1931, una república, la II dicen, para la que, como el tiempo mostró, nuestros mayores, lo mismo que hoy nosotros para una hipotética III, no estaban preparados.

Las -siempre- dúctiles condenas, razonadas con normas posteriores a los hechos, fueron leídas, en Nüremberg, con prosopopeya, por ufanos jueces vencedores durante los otoñales 30 de setiembre y 1 de octubre de 1946, en que yo -dicen, pues no lo recuerdo- llevaba viviendo más de 5 meses y medio, 169/170 días en Rozadío, con mis padres, peñas abajo de la bella ribera del río Nansa, expoliada por el capital energético que abusaba de la represión y el hambre, y, sin haber sufrido las peores tropelías criminales de Franco y Hitler, sí que conviví sin percibirlo, ajeno niño feliz, con la corta, leve reparación que fue castigar una pequeña parte de las atrocidades del segundo y luego, algo mayor, acogido en el PCE, con quienes intentaban hacer lo posible para frenar los muy mayoritariamente consentidos abusos del primero.

Repito, algunas de las normas con que se juzgó a los criminales nazis, posteriores a sus atrocidades, nacieron de las atormentadas, inteligentes, justas mentes de dos víctimas miembros de familias asesinadas en medio de la barbarie, dos juristas, el polaco Hersch Lauterpacht, impulsor del tipo de los “crímenes contra la humanidad”, que, partiendo del ser humano individual como unidad última de toda ley, defiende que éste puede -debe- exigir su derecho a ser protegido por la humanidad cuando el Estado -allí entonces alemán nazi- pisotea sus derechos y ultraja la conciencia del género humano, añadiendo que nadie que colabore en la comisión de tales crímenes debe estar libre de responsabilidad, tipo que fue aplicado ya, 1945/1946, en los juicios de Nüremberg, y Rafael Lemkin, ucraniano que tipificó como “genocidio” “la puesta en práctica de acciones coordinadas que tienden a la destrucción de los elementos decisivos de la vida de grupos con la finalidad de su aniquilamiento”, delito que no recogieron las sentencias contra los jefes nazis, pero fue asumido en la Convención para la prevención y sanción del delito de genocidio, de la Asamblea General de la ONU, 1948, fijando que “el ataque contra un grupo humano equivale a atentar contra la humanidad”; dos gravísimos delitos, genocidio y crímenes contra la humanidad que, pese a los muchos motivos dados por países, organizaciones y dirigentes, han sido juzgado muy pocas veces y, además, con un criterio -político- selectivo y dudoso.

Lauterpacht y Lemkin, dos víctimas personales/familiares de la irracional, inhumana barbarie, vivieron, jóvenes, en la bélica Europa de las dos guerras en la ciudad de Lemberg, también llamada Lwów, Lvov, Lviv, incluso Leópolis, según quién mandara en ella, quien impusiera su voluntad sobre sus vecinos, Polonia, Ucrania, Galizia, Rusia o la Alemania nazi, reflejo de la locura de una época y unas ideas insolidarias, sangrientas que aquí ahora, gritadas por fascistas, nacionalistas y populistas, se exhiben desde distintos intereses y perspectivas egoístas, siendo la condición de víctimas, no verdugos, ni colaboradores necesarios, ni cómplices acomodados,… de los dos profesores la que hace que sus dictámenes jurídicos sobre los actos que penalmente tipificaron sean, además de justos, en especial, creíbles.



EL ROTO 28/03/2021

Pese a todo, próximo a cumplirse los 75 años de la manoseada, útil sentencia contra la barbarie del “mal banal” nazi, las cosas no han cambiado tanto, casi nada, salvo en una cosa, el despiadado control por el capital de -cómo se cuenta- la historia; vivimos enfangados en el mismo -o muy parecido- mal, insisto en que tan banal como aquel pero más impune, que continúa campando en el mundo con plena -en este caso, nadie lo dude- libertad y, si hubiera un mínimo de respeto a la humanidad, al género humano, no podríamos vivir sabiendo lo que ocurre en todas partes -en unas más que en otras- del mundo, mientras, ejerciendo la función de kapos del lager que es el planeta, alegamos que cada uno de- nosotros nos limitamos a hacer lo que, antes de suicidarse, Primo Levi definió como el “sucio trabajo de todos los días” de los guardias de Auschwitz; en la locura actual, las víctimas de los nazis de hoy, del capital global con su desmesura ilógica, no son una raza, una clase, una religión, un pueblo,…, los negros, los judíos, la fe católica u otra, los obreros comunistas,…, hoy el sacrificado en la pira del dinero, hasta el harakiri global, sería -no veo modo para que se salven los muy pocos causantes- todo el género humano, la humanidad, no, como algunos dicen, el planeta que, a su modo, nos sobreviviría a nosotros y a otros más salvajes incluso.

El “calentamiento global”, cuyos efectos futuros -y actuales- analizan cientos, miles de libros que solo los culpables del “cambio climático”, los que -un rato- se enriquecen con él o los abyectos lerdos que reciben migajas se niegan  a leer, debatir, aceptar,… y cambiar, ha generado una idea que oculta cómo las víctimas no serían los millones de los pasados años 40, sino todos y, pese a que muerto el perro no habría rabia, se finge solucionar el drama inventariando otro crimen, el “ecocidio”, tomado de Olof Palme, 1972, para el Estatuto de la Corte Penal Internacional, trampantojo que tape la única solución, tres palabras de Greta Thunberg, niña sueca: “¡¡Cambiar el sistema!!

En el ridículo canalla que aquí vivimos, la solución no vendrá del egoísmo nimby -No In My Back Yard-, el ¡aquí no! de relamidos videos que, sin explicar dónde sí, difunden El Delirio Montañés y los “nuevos ricos pasiegos, cuyo “progreso” empeora aquella forma de vida, la llena de artefactos, desfigura las cabañas, da la lata con “Garma Blanca" y ni cita las otras decenas de parques urdidos en toda Cantabria, como no traerán solución tampoco los saltos mortales sin red del gurú Revilla, obligado, ¡ya!, a explicar qué le exigen Iberdrola, EDP y demás cuates del “concurso eólico”, debiendo dejar de ser el lerdo bocazas que, ¡ay, la hemeroteca!, pasa de decir el 25/10/2010 que la comunidad puede ser el Kuwait de las renovables -con él y Alí Syed jeques- a, ayer diarreico, enmerdar el territorio aventando, falso, en los medios que la gente esté tranquila, que no vamos a convertir Cantabria en un parque eólico”, un negocio, jaez, ¡qué asco!, de “político”; urgen, sin duda, más juicios de Nüremberg, no con leyes hechas por verdugos USA, europeos, chinos,…, sino por víctimas como Lemkin y Lauterpatch, ahora suramericanas, africanas, asiáticas, …, juicios en que, siendo tan dañino y definitivo el delito y tan cruel el criminal, haya condenas como en 1946 e, inmediatamente, ¡cambio de sistema!, se elimine la generación concentrada -prototipo ejemplar de “ecocidio”- y se imponga la distribuida, sobre lo que, ¡ya!, hay que cavilar.

domingo, 17 de enero de 2021

150 Los domingos, cavilar Banalidad del mal y gattopardismo Fernando Merodio 17/01/2021

150 Los domingos, cavilar

Banalidad del mal y gattopardismo

Fernando Merodio

17/01/2021

Fue como si en aquellos últimos minutos resumiera la lección que su larga carrera de maldad nos ha enseñado, la lección de la terrible 'banalidad del mal', ante la que las palabras y el pensamiento se siente impotentes" (“Eichmann en Jerusalén”. Hannah Arendt)

"Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie". ("Il gattopardo". Giuseppe Tomasi di Lampedusa)

Hace días, la pequeña y libérrima Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria, áspera con el sistema, difundía una Tribuna -ignoro si recogida por los medios de comunicación locales, que no sigo- titulada "Continúa el caos energético... y siguen ahí", en la que al hilo de la rupturista demanda de Greta Thunbergh, "cambiar el sistema", frente al catastrófico "calentamiento global" y la triste, vergonzosa situación que, producto de la osada podredumbre e ignorancia del gobierno de Cantabria, en especial respecto al vital desarrollo energético y la penosa respuesta social frente a su política, criticaban la inusual perpetuación en el cargo de Francisco Martín, consejero de Medio Ambiente e Industria durante años y el hecho de que, pese a su evidente ineptitud en la gestión política diaria, en especial la eólica, resistiera en la poltrona con Pelayo, su director general, Blanco y Lucio, cabezas visibles de la brigada de apoyo que le colocó Revilla para eliminar trabas "formales" en el trámite "medioambiental", sugiriendo que todos "debieran ser cesados ya y, tras investigar sus 'errores', pasarles el tanto de culpa por las responsabilidades personales que, en su caso, procedieran".

Pues bien, el viernes pasado estallaba la noticia, Martín -con vaselina- cesaba como consejero de Industria y, más llamativo aún, Revilla que, por si alguien dudaba, es responsable central del desaguisado energético en nuestro territorio, le sustituía por el polémico López Marcano, cuyo feo mérito, con culta licenciatura en Filosofía y Letras, rama Hispánicas en la mochila, es haber desoído, en su malhadada época como consejero de Cultura, la contundente opinión de González Echegaray, García Guinea y todos los profesores expertos en la materia para, también contra el clarísimo informe del arqueólogo de Patrimonio Cultural, propiciar la destrucción sin duelo del espléndido escenario existente en Campoo, Cotío, Celada Marlantes, de la resistencia de los cántabros frente a la Roma de Augusto, dañando de forma irreparable los restos de una calzada, castros locales y campamentos del ejército invasor, para implantar las infraestructuras -destructiva pista de rodadura, gigantesca zapata de hormigón y acero, tallo y aspas, línea eléctrica,...- de la inútil ofensa al sentido común que es una única turbina publicitaria de Vestas Wind Systems, A/S, marca danesa, no de aquí por supuesto, que hace lucrativos negocios construyendo aerogeneradores... que nos coloca, donde le conviene, a nosotros.

Suponemos que Revilla -fértil en su ideología- imagina que, con su acreditada dañosa pericia, López Marcano será capaz -craso error- de conseguir la implantación de los más de 1.500 Mw eólicos que multinacionales tienen proyectados en Cantabria -de ellos, al menos 30 turbinas en la zona de Cotío que el nuevo "consejero", en italiano "consiglieri", empezó a destruir con el inútil molino-, destacando que una de esas turbinas está ya dibujada en medio de los restos arqueológicos de uno de los históricos campamentos romanos que relatan el final de las guerras cántabro-romanas y el inicio del poder imperial que aseguró Augusto con victorias, reformas y la unidad política y cultural -civilización grecorromana- que consolidó en torno al Mediterráneo.

Recordaba la Plataforma a Martín -y ahora habría que hacerlo a López Marcano- que ser consejero exige conocer y cumplir sus propias leyes, para ser capaz, no ya de implantar -desde las prehistóricas de Soba y la aciaga tropelía de Vestas y el propio López Marcano en Celada-Marlantes- al menos una turbina, sino de ser capaz de, al menos -y me parece difícil-, dar un paso administrativo adelante en el trámite de algún proyecto industrial eólico, recordándole, para empezar, que no hay PROT, ni Ley del Suelo actual, al menos un mínimo Plan Eólico,…, mientras el Plan Energético, PSEC 2014-2020, está caducado y ni siquiera han iniciado el largo proceso para aprobar uno nuevo, todo lo cual es clara amenaza para nuestra gran riqueza, el territorio común y su buen uso por todos, defendidos por la tozudez campesina de los afectados, su conciencia de clase y su conocimiento, análisis y uso de las muy malas, laxas leyes que Revilla y su gente elaboran, aprueban, desconocen e incumplen.

Recuerdo, porque es muy importante, que hoy, tras la hecatombe del "concurso eólico" y sin haber implantado un nuevo molino, la situación es que, por incumplir la ley, Administración y empresas -dañando la confianza institucional- han tenido que renunciar a lo tramitado en el proyecto de una gran subestación en Valdeolea o en los P.E. Quintanillas y Cerro Airo y, si no lo han hecho ya, lo tendrán que hacer en los de Bustafrades, Cuesta Mayor, Quebraduras, Ornedo y Henestrosas, existiendo serios problemas entre varias empresas en el gigantesco -y, como el resto, ilegal- P.E. El Escudo, evidencia de su incapacidad para dar un paso en dirección correcta.

En las crisis desaparece la confianza, crecen crispación y miedo, se propicia que los poderosos se esfuercen en generar los cambios que creen necesarios para que su poder no merme, motivo por el que el resto debe permanecer alerta mezclando, como decía alguien, inquietud, angustia y atención a lo que está pasando, vigilando las tretas con que el poder se posiciona al moverse en diagonal en las situaciones de cambio, algo que tan perfectamente se identifica en la frase italiana más conocida de “Il gatopardo”, la cínica “Se vogliamo che tutto rimanga como è, bisogna que tutto cambi”, “Si queremos que todo se mantenga como está, es necesario que todo cambie”; por fortuna aquí ahora no hay que temer ardides inteligentes del mínimo poder vicario que ostenta Revilla que, como todos sabemos, viene de un lugar sucio y oscuro y, fuera de pactar con quien sea para salir en la tele, nunca se le ocurriría algo tan inteligente como al joven Tancredi Falconeri, Alain Delon en el film de Luchino Visconti -aristócrata próximo al PCI-, cuando propone a su tío, don Fabrizio Corbera, príncipe de Salina, Burt Lancaster en aquel, apoyar la revolución de Garibaldi y sus ”camisas rojas“ para, así, impedir que nada cambie y mantener el control de la situación en Sicilia.

El gatopardo es magnífica, única novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, príncipe siciliano, rechazada antes de su muerte y publicada al año siguiente, en 1958, prologada por Giorgio Bassani, autor de las “Novelas de Ferrara”, “El jardín de los Finzi-Contini” y editada por Giangiacomo Feltrinelli, comunista italiano, propietario de Giangiacomo Feltrinelli Editore, fundador del GAP, Gruppi di Azioni Partigiana, muerto a los 45 años en los llamados “años de plomo” de la política italiana al estallarle la bomba con la que pretendía derribar una torre de alta tensión, tal como narra su hijo Carlo en la biografía “Senior Service”, marca de los cigarrillos que fumaba, novela, la de Lampedusa, de plena actualidad en la que los que saben que su mundo se agota sin solución posible fingen apoyar el cambio para tratar de situarse, con discreción, prudencia, incluso miedo al frente de los actuaciones que definirán el futuro.

Revilla, no lo olviden, bebió en Girón de Velasco, núcleo duro del fascismo ideológico durante el franquismo, no tiene la culta belleza, es evidente, de Tancredi/Delon y, tras dejar al PP para acularse al “progresismo” de la mercantil PSOE, desperdicia ahora la ocasión que le brinda el ocaso del oscuro lobbysta Martín y solo se le ocurre colocar en primera línea de fuego a un muerto político repudiado incluso por Podemos que, azares de la -que pienso poco saludable- relación en España -e, imagino, en otros sitios- entre política y Justicia, ha sobrevivido a escándalos como el del “Racing”, la “Casa de los gorilas”, “Vestas”,…; Revilla, viejo e inculto, ya no es capaz de cambiarlo todo para alcanzar el deseo de que “tutto rimanga como è”, “todo se mantenga como está”, y se limita a un patético regreso a su oscuro pasado, haciendo que el futuro que añora se evidencie en la supurante “banalidad del mal” que muestran sus hechos.



EL ROTO 17/01/2021