Lo cotidiano.82
Un galego
Fernando
Merodio
14/12/2024
Para un republicano ateo confeso es penoso confirmar
que el cobarde -lúgubre siempre- Sánchez el Malo, ignaro de lo fuerte que es la
naturaleza y, en especial, miedoso, no acudía, ¡es laico!, al funeral católico por
las victimas de -en primer lugar- su dolosa incuria como Estado y -tras ella-
de la torpe ineptitud regional de Mazón, o cómo Urtasun, ¡igual de laico!, se refugiaba
insano en una fábula/circo para no honrar en París a la Dama Nuestra hito cultural que inmortalizaran Víctor Hugo,
Esmeralda y Quasimodo, ignaro de que, nos guste o no, es historia, cultura y,
por ello, honraron tal icono/símbolo los republicanos de la Ilustración, la
revolución, los Derechos del Hombre Ciudadano
y, también, la guillotina ¿Y a ellos qué les importa?
Sea cual sea el punto de vista, Nuestra Señora es cultura en la que vivimos
Sigo escribiendo sobre mí y hoy explico que -ya
más sólo que la una- camino hacia los 79 años erguido, sin agacharme ante nada,
con -algo de- pelo y una pensión mensual de 517 € que me permite comer y tener
luz y agua en el piso que, como lar, compré junto a Rosa hace más de 52 años y,
fiel a mi ancestral idea de no vender por dinero el valor de mi fuerza de
trabajo jurídico -que no busca la inane Justicia, sino vengar su oprobio-, en medio
de mis fatigas dedico un poco -lo preciso- de mi tiempo a, ausente ya Rosa,
luchar por los dependientes evidenciando -para expulsarla- a una inepta
alcaldesa corrupta, mientras propino un divertido -y nada quijotesco- vapuleo a
canallas consorcios eólicos, administraciones corruptas, palmeros y voceros a
sueldo impidiendo que hagan lo que quieran, que, sin nuestra lucha, sería, lo
que el miércoles vi -regocijado y con asco-
en el Padornelo y La Canda, dedicándome también al intento de aliviar
los daños de un ruin negociete que expulsa a una septuagenaria vulnerable del
piso alquilado que, desde niña, ha sido su hogar, igual que, también, a la enojosa,
larga lucha contra el uso que una fémina perversa hace de la ley -que, ilícita, dicen- de violencia de género y, en tales
fatigas, me han llevado dos días a Ourense -no conduzco, está lejos y mal
comunicada con Santander- a mirar si un juez evita -así lo espero- que una panameña
bajita y pobre -solo tiene, dicen, dinero- usurpe el largo camino rural que un
amigo galego anduvo, niño, cuatro veces al día entre Anllo Pequeno, hogar
familiar, y Anllo O Hospicio, la escuela, en una pequeña parroquia, ¡con la enviciada
iglesia topamos!, del Concello de San Amaro, para lo que, optimista informado,
pesimista lógico, junto al amigo galego busco un buen final.
Camiño y cancilla que, respectivamente,
va a recuperar y abrir mi amigo galego
Regreso de Ourense a Santander con la imagen
de unas dependencias judiciales sin la estrechez y con mejores medios técnicos
que las nuestras y veo a mi corrupta alcaldesa y la sustituta de Teresa Ribera,
de nombre extranjero y tan poco fiable como ellas, atender a, entre otras
razones, mis reiteradas denuncias de que malversarían fondos públicos si
demolieran la muy cara escollera de piedra de la Magdalena, y que, además, han
decidido construir otra, modo -dice la ciencia- de aliviar el mal ajetreo de arena
en la -cada día menos- bella bahía y, puestas a hacer cosas, anunciar también
que restaurarán, al final del abra del Sardinero, los tres viejos y eficaces
rompeolas rotos hace años, y veo, también, cómo en el -dicen- palacio que, hace
más de 100 años, mis mayores regalaron a los del emérito y que, hábil tramposo,
recuperó el Hormaechea que, sin esas -sucias- “cosas” que tan caras pagó, pudo ser, además de eficaz, un buen alcalde/presidente,
no como el grupo de -casi todos- ineptos reunidos, modernos, con -para no
pensar- smartphones y tablets, en el mamotreto que, dócil,
ayer donó Santander a un antiguo Bo(r)bón, y oír al hoy inquilino -dice-
republicano de la Moncloa franquista, intentando camuflar lo que, a costa del
resto y para que Begoña sea “la presidenta”,
quiere regalar a sus “progresistas” secuaces
de Esquerra, Junts, PNV y Bildu, lo peor -y menos fiable- de cada -trocito
de- terruño.
Y no funcionaba mal
Coda sobre modernidad y jueces.- Mientras muchos como mi amigo “galego”, memoria valiente, la Plataforma anti-atropello del capitalismo eólico, los de la ACAAT que frenó la línea de altísima tensión Soto Rivera-Penagos-Güeñes-Itxaso, el firme comunista Felipe Revuelta que, en Laredo, derrotó a la millonaria financiación ilegal de la PSOE de “los trileros de Sevilla” o yo mismo en mi empeño de honrar a Rosa y a los dependientes, acudimos, antiguos como la viñeta de arriba, a los jueces, el casual inquilino de la franquista Moncloa, fotografiado en el realista trasto de la Magdalena, usa como vocero liberal-progresista a El País para decir, sin nombrar ni denunciar a quienes lo hacen, golpista impávido como sus socios, que “cree -fe laica- que el PP actúa en connivencia con algunos jueces”. Insisto, repito inquilino, vocero y socios son golpistas ciertos.
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