viernes, 8 de marzo de 2019

Deconstruir el procés (7) Policías Fernando Merodio ALERTA 08-03-2019

Deconstruir el procés (7)
Policías
Fernando Merodio
ALERTA 08-03-2019
Lo mismo que Woody Allen no podía oir a Wagner sin sentir un irrefrenable deseo de invadir -creo que- Polonia, a mí todo lo que se refiera a policías siempre me recuerda una viñeta de, inteligente, El Roto, "Yo lo único que espero de las distintas policías es que no me roben lo que no me hayan quitado los ladrones", querencia acentuada tras conocer la forma en que, de ser cierto lo -verosímilmente- declarado en el juicio por miembros responsables de la policía estatal, actuó la policía catalana, los "mossos", desoyendo órdenes de mandos y tribunales, hasta el constitucional, no haciendo, de modo flagrante, lo debido para impedir el simulacro, teatro, broma, película,..., o como ahora, medrosos, quieran llamar a los alarmantes hechos de los que encabezaron el 1-O y la posterior DUI.
El tema me retrotrae a hace más de cincuenta años, despierta a Althuser, a Marta Harnecker, a sus leídos y releídos, quizás con poca aptitud, "Cuadernos" y "Conceptos elementales", a la seria idea marxista de que la policía es parte esencial, junto a administración, gobierno, ejército, prisiones, tribunales,... del aparato represivo del Estado en el ámbito público, titular de los distintos modos de la violencia legítima y diferenciado del aparato ideológico -familia, escuela, política, información, cultura,...- que, desde lo privado, controla la clase dominante.
Ideas actualizables -hechos actuales- que minimizan las continuas apelaciones de los impulsores de la ilegal, desleal secesión a un imaginario "Estado opresor español", pues el juicio ya evidencia que son ellos quienes no solo dominan los aparatos ideológicos en su territorio sino que también controlan parte sustancial de los represivos -govern, administración, prisiones, incluso policía -mossos-,..., y que lo hacen con exclusividad y mano de hierro.
Los que ahora se acurrucan tras una ficticia "opresión" se creían, pues son Estado, impunes y mandaban de verdad excepto en la justicia que, con defectos, juzga a todos y el -por sí solo peligroso- ejército que, vista la declarada deslealtad que exhiben, sería de locos permitir que controlaran ellos, regían los aparatos ideológicos y represivos de "su parte" de Estado, incluida una buena porción de los que administran la violencia allí -administración, prisiones, policía,...- y el aparato de Estado que gestiona la Generalitat, más que el del resto, siempre funcionó en exceso en base a una ideología capaz de generar desigualdad, terror real, pero también por medio de estricta violencia física, lícita e ilícita; empieza a acreditarlo la prueba.
La deconstrucción del procés en el juicio ya muestra que se avivaron violencias de todo tipo, sin que quepa la eximente de "opresión" que los encausados alegan y hace pensar que Robespierre, revolucionario francés incorruptible que luchó por la libertad, igualdad, fraternidad y nuestros derechos del hombre y el ciudadano, se irritaría y criticaría con saña que la estructura que llamamos Cataluña sea parte de un Estado central débil, incapaz de controlar su descabellado egoísmo desleal, pese al solemne contrato que vincula a Estado y parte.

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