viernes, 1 de marzo de 2019

Deconstruir el procés (5) Desobediencia civil Fernando Merodio ALERTA 01-03-2019

Deconstruir el procés (5)
Desobediencia civil
Fernando Merodio
ALERTA 01-03-2019
Henry David Thourau (1817-1862), vivió algo más de dos años, entre julio de 1845 y setiembre de 1847, alejado de la civilización, en la naturaleza, entre animales libres, flores, árboles,..., en el lago Walden, que da nombre a la obra subtitulada "La vida en los bosques", experiencia durante la que fue multado por negarse a pagar los tributos que le reclamaba un gobierno del que no recibía nada y al que moralmente -no sólo políticamente- rechazaba, episodio vital que le llevó a escribir su breve y brillante panfleto "Del deber de la desobediencia civil", en el que explica por qué y cuándo se debe desobedecer, lectura obligada para comprobar que lo que explica Thorau no tiene nada que ver con la actuación durante el procés del bien pagado "activista social", Jordi Cuixart, no justificando, pues, su violación de las normas.
Cuando dice haber incumplido la ley el 1-O por "dignidad colectiva" y "ejercicio de derechos fundamentales", el tal Cuixart ofende a quienes se han visto forzados -por razones de legalidad, políticas y, en especial, éticas- a "desobedecer civilmente", a no cumplir normas casi siempre jurídicas, de cumplimiento obligado y a las que el poder atribuye tal relevancia que su desacato acarrea un duro castigo. Son casos conocidos de tal modo de protesta/acción política, como los particulares motivos éticos de cada uno, los de Jesucristo, Tolstoi, Gandhi, Luther King, Mandela, Rosa Parks, Desmond Tutu, José Bové,... e intentar limitar, como quien quiere escindirse de España, las razones para desobedecer al simple rechazo de una norma que molesta, significaría convertir en desobedientes civiles/héroes a todos los criminales.
Define a los independentistas, además del ultraderechismo, racismo y nacionalismo xenófobo que aquí muestra, un ejemplo, el actual presidente de la Generalitat, Quim Torra -"hay algo freudiano en estas bestias (los españoles), un pequeño bache en su cadena de ADN"-, la insolidaridad que se evidencia en el hecho de que los territorios que exigen su segregación suelan ser los ricos, Flandes, la Liga Norte o Cataluña, por lo que el activismo de Cuixart es, además de delictivo, insolidario y racista, no ético.
Son fúnebres los intentos de defensa en el juicio de Ada Colau y, fuera de él, del desleal y, en el peor sentido, listo Piqué que difundió tras finalizar el partido R.Madrid - F.C.Barcelona, evidenciando histeria o idea de -irreal- superioridad ética, un novedoso exabrupto: "Si las televisiones -deportivas- españolas que estáis aquí dedicarais más tiempo al juicio que hay de los presos políticos -televisado íntegro para todos en directo-, que es súper injusto, y la gente de España pudiera ver un poco más lo que pasa, en vez de hablar de VAR, iríamos un poco mejor como país"; no puede ser más miserable hacia sus compañeros y el fútbol que le ha hecho millonario, ni pudo vejar, con menos palabras, más a todos como personas y país.

Lo que se juzga no es, pues, desobediencia civil, sino posibles actos delictivos.

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