sábado, 30 de agosto de 2025

Lo cotidiano.120 De corrupción y terror Fernando Merodio 30/08/2025

Lo cotidiano.120

De corrupción y terror

Fernando Merodio

30/08/2025

Decía Robespierre, razonable, que el poder se asienta en dos títulos constituyentes opuestos, corrupción y terror, lo que, afirma Enzensberger, impide un diálogo honesto al no ser posible que hablen de forma leal/eficaz el corrupto que abusa y quien, con terror, intenta eliminarle, o viceversa, no siendo factible cambiar tal realidad con apoyo en -supuesto- diálogo, como tampoco partir para el cambio de un instante, hecho o punto único, sino del lógico uso del poder-hacer individual, defendiendo/atacando, grieta a grieta, al poder-sobre-él que, desde una vieja corrupción y/o terror, imponen pocos sobre la digna igualdad del resto, exigiendo el cambio serio aquí hoy -muchas- pequeñas rebeldías personales de quienes, firmes, no aceptan que se dañen sus derechos que, unidas a otras muchas rebeldías y derechos en lucha, den lugar a lo que Berger llamó “bolsas de resistentes”, cientos de miles de -pequeñas/grandes- picaduras de abeja que, con su insistencia, debiliten el sistema injusto, siendo, pues, el método conocer la evidencia, negar y romper con lo malo viejo e, intuido el camino, iniciarlo con seriedad hacia lo mejor nuevo, uno a uno, aquí ahora, muchos.

La evidente corrupción del Ancien Régime combatida con -¿excesivo?- terror

Tal -difícil- cambio nacerá, sólo, de exigencias y riesgos individuales con vocación solidaria, de unir los efectos de cada acto de rebeldía a aquel que se enfrente a la devaluación que hoy sufre todo, de preguntarnos serios sobre lo viejo, ¿qué relación hay entre la histórica lucha del 1º de mayo del explotado para impedir que la plusvalía usurpada de su fuerza de trabajo la acumulara el capital con las falsas, patéticas romerías con banderitas de las actuales bureaucratias sindicales?, ¿qué queda en las horribles cosas/personas que hoy se dicen comunistas del, (in)útil instrumento que fue el heroico pecé o de aquel “partido” en las mercantiles actuales?, ¿cómo pudo Julio Segura, profesional de mérito, ex dirigente, contra Franco, del PCE, responsable de su método económico, acabar gestionando lo más sucio del capital, esa “Bolsa” templo de sinrazón e incomprensible riqueza injusta?, ¿cómo pudo Angel Mullor, ex director del Mundo Obrero, caer en ejecutivo destructor de empleos en ABB o Iberia y, tras ser consejero delegado de ésta, en tétrico asesor del fondo TPG que intentó su compra?, o, nuevo, ¿es “transición energética” el uso masivo de -todas las- fuentes históricas para generar energía?, ¿es la IA inteligencia?, ¿es sostenible la generación masiva, concentrada, controlada por el 1% para su lucro con un consumo desaforado?,..., todo ello en tiempo de -Pepiño dixit- “corrutos sin conceto”, insolventes de libro o gente que no practica lo que el saber (de)muestra bueno para todos, generando terror.

Pulso Marx-Bakunin y el viejo topo

Frente a ello, los libertarios anarquistas vieron en el viejo topo, animal pequeño, sufrido, oculto y casi ciego horadando bajo tierra y socavando los cimientos del abuso, la metáfora del revolucionario, pero, hoy, el urgente cambio necesita algo distinto a horadar bajo tierra o, peor aún, ser ciego, exige el rayo y trueno de la razón en marcha cuando el sistema corrupto se está desmoronando, sólo y rápido, víctima de sus propias contradicciones, de la avaricia de los más ricos de los ricos y el servil servilismo de los tontos más tontos; la lucha -necesaria, para evitar un final, además de corrupto, terrorífico- debe ser a la luz del día, en el terreno en que, usando esas contradicciones, aprovechando las grietas en que aparece -visible- la explotación cruel del hombre por el hombre individuo o las instituciones y, sobre todo, en la dura batalla de las ideas, donde el limpio poder de la inteligencia derrota siempre a la inmoral riqueza, por lo que cambiar, frenar la evidente caída libre actual exige partir de lo cierto, de que ningún resto del pasado, “bureaucratia” -dictadura de la oficina- de partido/sindicatos/subvencionados, Derecho injusto, inanes jueces, simulacros en que se eligen fotos intercambiables,… sirve para nada y debemos enfrentar el creativo poder digno, reflexivo de nuestra fuerza de trabajo al actual, evidente caos global y como Bartleby, el escribiente de Melville, (de)mostrar que preferimos no hacer lo que nos ordenen y, tras no hacerlo, dotarnos de medios reflexivos y enérgicos nuevos para enfrentarnos al egoísmo del 1%, a su mentiroso poder, sabiendo que, si así no lo hacemos, el tiempo venidero será, además de corrupto, de inimaginable terror.

¡Hay que ver lo sugerente que puede llegar a ser la lógica acción de pensar! y, tras hacerlo, actuar con sólida firmeza de acuerdo con lo pensado atendiendo, un ejemplo, al Jacques Rancière que, en su libro “El odio a la democracia”. se opone al extendido dogma de que la política es inherente a la sociedad humana, mientras la democracia es mero efecto de ella, un simple régimen -el menos malo, dicen- político, basando tal oposición en que la democracia no es gobiernos o leyes que “garanticen policialmente la coexistencia y generen mayor tranquilidad incluso en medio del más brutal de los desastres”, sino pre-política, real afán histórico del paria, posibilidad de que cualquiera acceda al poder, siendo, a partir de ello, fácil concluir que lo de hoy no es democracia y se utiliza la idea interesada de que sin ella no pueda haber política sólo para “dar miedo” a quien no piensa, razonando Alain Badiou en “Un desastre oscuro” que la ruina que fue la caída del -supuesto- comunismo de Estado, supuso también el fin de la confianza en ese Estado que -dicen- se asienta en el Derecho como categoría básica elaborada e impuesta de forma arbitraria por sofistas, políticos, jueces, medios o policías/ejércitos, sumisos al poder real, el del capital, siendo tal Estado, al menos, tan arbitrario e injusto como el del no-Derecho.

Coda agradecida, por sus servicios, al viejo topo.- En tiempo para, con sentido y megáfono, filosofar activos, analizar y hacer política, la del viejo topo es -sólo- mirífica imagen histórica, por lo que, tras la caída del -que dijeron- comunismo y estando a punto de tirar al basurero de la historia la identificación de democracia y Estado quizás convenga cerrar a ratos los ojos, envolverse en el eco del saxo de Charlie Bird Parker y, preocupados, leer a los sabios que dicen que, en el actual caos -con pinta de- final, la historia se inicia de nuevo y “todo está por ser inventado” para, a partir de ello, ser conscientes de tener ante nosotros la tarea cotidiana de, uno a uno, “dotar de cuerpo a un pensamiento propio capaz de hallar apoyo público para la insumisión que lo funda”, lo que debe ser hoy, además sin pausa, nuestra más solidaria fatiga.

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