domingo, 10 de agosto de 2025

Lo cotidiano.117 De leyes, sabios, políticos y jueces Fernando Merodio 10/08/2025

Lo cotidiano.117

De leyes, sabios, políticos y jueces

Fernando Merodio

10/08/2025

El concepto de Ley era en la antigua Grecia múltiple, superior al hombre, existiendo, en especial a partir de Heráclito el debate sobre si había o no una ley divina o solo la que el hombre elabora a partir de lo natural, siendo en griego ley, “nomos”, divinidad a la que, un tiempo, se atribuyó una hija, “Dike”, justicia, diciéndose, a partir de los sofistas, que lo vinculado a la naturaleza era real y el resto, historia, leyes, cultura, ciencia,…, falso, por lo que, haya o no la filosofía avanzado y visto lo de hoy, aquellos no estaban muy errados, siendo la idea de ley, divina o humana, cosa de todos los sabios griegos y asombroso, en especial, el trato, tan actual, dado por Antígona a los Derechos Humanos y todo ello para que, tras veintitantos siglos; hoy la ley sea esta fea cosa de empresas/partidos y poder real, ajena a lo humano, al ciudadano.

En la misma Grecia, lo de la sabiduría se apoyó en la innata curiosidad humana y llevó a los helenos más lejos que el resto en sus ideas sobre el cosmos, la vida, el alma,…, superando, incluso, a sus maestros y siendo paso importante el verbal de Sócrates, “conócete a ti mismo”, “gnóthi seautón”, grabado en el templo de Apolo en Delfos y difundido  escrito por Platón en sus “Diálogos”, autoconocimiento hoy ajeno a la mayoría que, sin reflexionar, culpabiliza al resto, estando los griegos orgullosos de sus Siete Sabios -620/550 a.C.- que citó Platón en Protágoras (Prot 343a), Cleóbulo, Solón, Quilón, Bías, Tales, Pítaco y Periandro, diciendo de ellos “estos hombres son reconocidos sabios”, al contrario de los de ahora que -quienes así dicen- son, en el mejor caso, ingenieros limitados a dibujar el trazado que marca el andar del asno en las “pindias” laderas y, peor incluso, sirven al capital -dinero acumulado injusto-, cobran por mentir y cada día convencen menos, muestra vírica de la actual aleación del capital que pudre y la, hoy de moda, “universidad de Begoña”, incapaz de resistir el más leve debate con alguien serio.

Otros pueblos tienen santos; los griegos tienen sabios.(…) Únicamente entre los griegos el filósofo no es un fenómeno accidental” (Friedrich Nietzsche)

La idea griega de ciudad-Estado difiere de la actual de nación y se identifica con su conjunto de ciudadanos, de modo que, si el cuerpo cívico sobrevivía a la pérdida del territorio, la “polis” estaba a salvo, siendo la “política”, ¡tiempos aquellos!, conjunto de decisiones para actuar tomadas por agentes que, de una forma u otra, ejercían el poder de organizar la sociedad, siendo tal ejercicio modo de mediar entre intereses diversos, en griego “politikà”, idea que el siglo V a.C. expandió Aristóteles, referida a lo público, haciendo hoy distinguir, todos aciagos/nulos, entre “bureaucratas/políticos”, que, (al)usando de la “bureaucratia”, dictadura de la oficina, la ejercen, y los “politólogos”, que la estudian y, en público, dicen necedades ad hoc sobre ella, asegurando, en falso, que tal cosa sirve para tomar decisiones colectivas sobre acuerdos/conflictos sociales o individuales, algo tan viejo como la humanidad, hoy en las torpes manos que -algunos- con foscos sistemas eligen tutores que, de forma inmediata, dejan de representarlos, anomalía muy fácil de prever/calibrar, repito, pensando unos segundos en Trump, Netanyahu, Putin, Sánchez o Burundanga y, tras ello, tener claro lo que, apoyada en tales ley y sabios, hoy hace la política.

Kleroterion conservado, instrumento labrado en piedra de la democracia ateniense

La reforma de Pericles asentó, con matices, gran presencia, como jurados y jueces, de los ciudadanos varones griegos -ya entonces machismo- en el sistema judicial, tribunales populares -¡enojaban al poder!- en Atenas, “dicasterios” que exigían a sus miembros ciudadanía ateniense de pleno derecho y una cierta experiencial, más de treinta años de edad, a cambio de la paga diaria de la mitad del jornal de un obrero, por lo que solo atraía -y no era poco- a ancianos vividos o -algo peor- a muy pobres, siendo cada jurado soberano, no ligado a lo que ahora dicen “bureaucratia” -dictadura, repito, de la oficina- o a dudosa jurisprudencia, siendo firmes las sentencias de jueces y jurados, corte y pueblo, con entre 201 y 501 miembros en casos ordinarios y 1.501 en los relevantes/públicos, cifra impar que evitaba empates y grande para otorgar base popular, limitando, además, -¿qué voy a decir?- presiones y sobornos sobre quienes eran elegidos por sorteo en fecha próxima -más desconfianza- a la del juicio, con los nombres de quienes han de juzgar introducidos en un “kleroterion”, pétreo instrumento que, usado también en otras elecciones, repartía al azar los jueces y asignaba a cada cual el día de su juicio, siendo otro el funcionamiento actual, con jueces vitalicios por oposición -solo- memorística y -en su inicio- jóvenes, jurados -casi- invisibles y una bureaucracia que, (in)justa, impune, descoordinada y dolorosamente lenta con el débil que la necesita, lo rige. Es lo que hay, que nadie se engañe.

Coda práctica actual sobre leyes, sabios, políticos y jueces.- Al tiempo de hilvanar lo escrito, leía en El País, biblia/libelo, liberal/populista más que progresista, una plana explicando cómo -sólo formalmente, obra de un apparatchik ,comisario político- “ahora la amnistía es constitucional”, al precio de saber todos hace meses el resultado, 6 a 4, inferencia de prevaricación y, además, que diga Cruz Villalón que “el cuadro resultante ha sido el de una justicia constitucional en cuyo seno no se delibera (…) Lo peor que pudo pasar” y quedando lo que diga eso que llaman “Uropa”, sufriendo, también, dos páginas más, planteamiento dañinas, “El reto de ser octogenario cuidador”, algo que, aún caliente, en efecto sufrí, siendo, en efecto, “24 horas al día y sin la energía de antes”, por lo que “Si no te aireas -imposible estando solo- terminas mal”, texto que me aviva el cruel timo de las “ayudas a la dependencia” y hace más dura la espera -ya de un año- a lo que opinen los jueces sobre la delictiva alcaldesa -tan apparatchik como aquel- incapaz de acabar magisterio, en un mundo, el nuestro hoy, en que, resumo: 1) empresas-partidos se pliegan al capital, dinero sucio acumulado robando fuerza de trabajo ajena y atetan a ineptos que  legislan, siendo paradigma de ello la eólica, anémica, revillesca Ley 7/2013, de la que “se aprovechan” quienes, al tiempo, no la cumplen, 2) los sabios de la “universidad de Begoña” hace 15 años juraban junto a SEO Birdlife, ante Eolo que, aquí, cabían los 1400 Mw, 500 molinos que exigían Iberdrola, Banco Santander,… y hoy vuelven a jurar -en falso- que hay solución al delictivo estrago en turberas/humedales, ¡indefensas!, en territorio robado a sus dueños en mano común, los vecinos por, empresas, PSOE, PP, PRC,… que lo regalan al 1%, el peor capital, 3) toda confianza, incluso la más mísera/estúpida, se esfuma, en segundos, al ver a Trump, Netanyahu, Putin, Sánchez, Burundanga,… y 4) los jueces, hoy sin kleroterion, con aire impune y sin -casi- jurados,… son líquidos, injustos por -al menos- lentos cuando juzgan, no a parias, a pobres chorizos, sino al capital, al masivo dinero que agrede a vecinos no atendidos en sus insistentes, legales, lógicas, exigencias,… y, en el sucio popurrí de leyes/sabios/políticos/jueces, están frenando el insoportable abuso del capital que, repito, solo es dinero robado a la fuerza de su trabajo para, tras tal explotación personal, sufrir un ataque que intenta destruir su -único- mundo y, pues son animales pensantes, solo viven si actúan tras pensar, algo deberán cavilar/hacer en tan grave situación.

Siempre, El Roto

La práctica evidencia, ¡lo duda alguien?, que “ellos” saben que de eso se trata

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