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sábado, 26 de marzo de 2022

212 Los domingos cavilar De apestados Fernando Merodio 27/03/2022

212 Los domingos cavilar

De apestados

Fernando Merodio

27/03/2022

(…) el capital financiero, pensando en las fuentes potenciales de materias primas y temeroso de quedarse rezagado en la fiera lucha por las últimas tierras no repartidas (…) se esfuerza en apoderarse de las mayores extensiones posibles de toda clase de tierras, estén donde estén y sirviéndose de cualquier medio” (V.I. Lenin. “Imperialismo: la fase superior del capitalismo”)

Los curiosos acontecimientos que constituyen el tema de esta crónica se produjeron en el año 194… en Oran  Para la generalidad resultaron enteramente fuera de lugar y un poco aparte de lo cotidiano (…)” (Albert Camus. Inicio de “La peste”)

Este domingo, me facilita de qué cavilar el pequeño, sólido y coherente grupo de vecinos del Sur de Cantabria, constituido hace 12 años en Plataforma con el solo fin de defender su territorio frente al imperialismo neocolonialista del capital que, en el punto álgido de la intrigante conspiración de política y dinero para apropiarse del territorio de todos con la disculpa de generar energía, supo -a través de terceros- que en San Miguel de Aguayo, que hace años era el ayuntamiento más rico de España por las aportaciones económicas de grandes consorcios eléctricos y no está lejos del lugar de nacimiento del grupo, se había organizado, por sorpresa, un hilarante festín de primeras figuras, dicen que algunas pagadas, cuyo caro cartel publicitario reproduzco. 

Fiesta privada, cartel cerrado y la mayúscula sorpresa -desvelada off the record por avergonzados- de que la ausencia del criterio y opinión de alguien como la Plataforma sobre lo que ha vivido y -de verdad- sabe era debida a que -la parte más importante y florida de- los invitados lo habían impuesto como condición para asistir al -sin duda- publicitario evento que cierra ese vicepresidente regional que siempre sonríe, intento inane y cierto de evitar que se explique que si desde que -hace más de 10 años- se anulaba el pasteleo del “concurso eólico”, Administración y dinero no han sido capaces de implantar en Cantabria, de forma legal, una sola turbina gigante eólica, es por una única y poderosa razón: que, siendo evidentemente dañino para el territorio de propiedad comunal, los sátrapas se empecinan en no cumplir las normas que ellos mismos elaboran, habiendo como hay un pequeño grupo que lo evidencia y denuncia.

Es vergonzoso, indicativo de sucios fines, ridículo que en tan campanudo acto en el que están los gobiernos de España y regional e Iberdrola, la Crossfield del resucitado Huerta, Repsol, Capital Energy, junto a organizaciones meramente ambientalistas, con moderadores de alcurnia, incluso un representante de El País, descarnada biblia neoliberal que, sobre el bozal de la Covid19, impone otro a la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria, no haya habido nadie que, para impedir lo denunciado oir Lenin, defienda el territorio comunal, de todos, que aquí podría haber sido la Plataforma, siendo aún más grave, si cabe, que no haya estado porque, lo hayan exigido los culpables del deterioro climático, el cada día más evidente riesgo global,… del que -aplastado por la muy útil Covid19, “lo de Ucrania”,…, ya -casi- nadie habla.

Ahorro mi reflexión personal y reproduzco al final de todo, una primicia para los medios de (in)comunicación, el criterio colectivo escrito que la Plataforma repartirá en Aguayo el martes entre los asistentes, algo que suscribo, si las tuviera, desde la cruz hasta la firma.

Sorprende, si es que aún lo hace algo, que al grupúsculo que incluye a las artrósicas Arca, SeoBirdlife y alguna desconocida Fundación lo denominen los del cuidadosamente diseñado cartel. “el tercer sector”, algo que para quienes nos sabemos criaturas de Robespierre y la guillotina de la Revolución francesa constituye una más que ofensiva referencia al “Tercer Estado” revolucionario que, habiendo podido llevarnos a algo mejor, nos trajo aquí y que el abate Sieyès describió en 1789, en su panfleto “Qu’set-ce que le tiers ètat? como el cuerpo vivo de la nación que, al definir la soberanía nacional, debe entenderse que ésta ha de ejercerse sin complejos por lo que entonces se denominaba “la burguesía”, población que carecía de los privilegios jurídicos y económicos de señores y clero y también era llamada pueblo llano y, por referencia a la división existente en la sociedad romana entre patricios y plebeyos, plebe, un Tercer Estado que constituían grupos sociales como el campesinado, entonces sometido a servidumbre respecto al régimen señorial o la burguesía ciudadana, teóricamente libre y formada, entre otros, por artesanos organizados en gremios o cofradías, mercaderes organizados en guildas o hansas, que se reunían en ferias, la plebe urbana y los mendigos que, con alguna tara física, se veían obligados a pedir limosna; los Estados Generales de 1789, últimos del Ancien Régime, compuestos por clero, Primer Estado, nobleza, Segundo Estado y pueblo llano, Tercer Estado, cuya rebelde independencia respecto a los dos primeros fue el auténtico inicio de la Revolución francesa, motivada por la crisis financiera, la falta de alimentos y subida de los precios, los ostentosos gastos del monarca, un sistema impositivo arcaico,… , que, en una revolución jurídica, acabó disolviendo los Estados Generales y, a propuesta de Sieyès, constituyendo la Asamblea Nacional que, ante las dificultades puestas por la monarquía, se reunió en la Sala del Juego de Pelota en Versalles, donde, según Mirabeau, estaban “por voluntad del pueblo y solo saldremos por la fuerza de las bayonetas”; la Asamblea Constituyente fue final de siglos de absolutismo monárquico y paso a la monarquía parlamentaria a la que no convocaban a los estamentos privilegiados,… y, poco a poco, hasta aquí hemos llegado.

Con todo, en cualquier caso y aquí lo hemos visto claro, quien manda siempre ha dispuesto de la útil peste, “enfermedad contagiosa y grave que causa gran mortandad” y convierte en apestados, reales o falsos, a “los que causan o comunican la peste”, a los que domina/castiga como quiere quien controla la información, o sea, el poder.


Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria

http://www.surdecantabrianatural.blogspot.com /

surdecantabrianatural@gmail.com

Las energías renovables vistas por la política y el dinero, olvidando el territorio. San Miguel de Aguayo. 29/03/2022

Nos pretenden asustar con una ridícula exhibición de fuerza de la flor y nata del poder político y económico energético y lo más cómodo/afín del que llaman “tercer sector”, ¡ay el Tercer Estado, Robespierre y su Revolución!, cerrando el paso a quienes defienden el territorio; esperamos que los “invitados”, al menos, den la cara y respondan unas preguntas:

¿creen que los polígonos industriales que dicen parques eólicos son lícitos, no abusivos, injustos y antidemocráticos? - ¿que son ecológicos, sostenibles, distribuidos, verdes,…? - ¿que es necesario llenar en suelo comunal, de todos, lejos del lugar de consumo, con cientos de turbinas, torres y aspas de 200 m., miles de km. de líneas de alta tensión a 70 m. de altura y subestaciones, o sea ondas electromagnéticas y cáncer, pistas, miles de Tm. de hormigón, plásticos, acero, cobre, aluminio, plomo, tierras raras (kgs. en cada turbina) fibra óptica, de vidrio y carbono, más cáncer,…? - ¿que así frenarán la aniquilación de la vida?

Digan lo que digan “ellos”, la respuesta es ¡NO!, un ¡NO! tajante. Esos polígonos industriales son innecesarios, insostenibles, concentrados, dañinos, injustos,…; lo único sostenible, distribuido, gratis, inagotable,…  es el viento, el agua, la luz solar,… energías de todos, no de apabullantes consorcios, profesionales de la política y subvencionados que, porque les da la gana, crueles deciden concentrar donde les conviene los medios para generar  electricidad a partir de la energía gratis de viento, agua, sol,…, insistimos que de todos y distribuida, robando para destrozar el territorio comunal y, lejos de solucionarlo, agravando el caos climático.

No es, nadie lo dude, útil y lógico sino muy egoísta que política y capital hablen de polígonos industriales gigantes, en lugar de debatir la realidad que definió Greta Thunberg, una niña: frenar la catástrofe exige ¡cambiar el sistema!, un cambio que ¡ese sí!, demanda un debate serio y urgente.

Pese a ello, por si los de los “tres sectores”, ¡ay, los tres Estados!, aun quieren hacernos creer que los polígonos eólicos -siempre que, ¡desde luego!, no les afecten a ellos- son esas bonitas cosas que cuentan sus medios, olvidamos un momento lo urgente real, cómo cambiar el sistema y explicamos, lo más claro, real y fácil, cuál es, aquí ahora, la situación.

Con hechos, no opiniones, para empezar decimos lo que quiere cada uno de los intervinientes, siendo los porqués de los dos primeros “sectores” -¿o es uno?- evidentes, blindar su abusivo poder, sus sueldos y beneficios elefantiásicos -algo hoy más que evidente- y añadimos sin temor que los del tercero son reos de subvenciones injustificadas, sin pautas objetivas, a dedo, por lo que, siempre, han apoyado, apoyan y apoyarán los grandes polígonos industriales eólicos... y lo que los otros dos quieran.

Expulsados de la selecta selección, de los tres -arbitrarios- sectores -¿nos desprecian?, ¿damos asco?, ¿nos temen?- estamos los simples defensores del territorio, entre ellos la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria, pequeña asociación que inquieta a todos y que, como ACAAT hace más de 20 años se enfrentó a REE y su LAT Soto-Penagos y los derrotó en el TS y la UE, ella se limita a defender, solo con el contrato social, el territorio de todos, sin pedir nada a nadie ni tener nada que ver con quienes copian su nombre y sin precisar, por ahora, otra cosa que las normas, los tribunales y narrarlo, con veracidad total, en un blog que leen bastantes, algunos copian a su modo y los medios de (in)comunicación de masas, al servicio de sus amos, silencian.

Tras ello, nueva pregunta seria, ¿cuál es la situación actual? que, en cuatro rápidos brochazos, tiene esta escueta respuesta nuestra:

  1. Hay práctica unanimidad en que existe una crisis climática, pero es una unanimidad  falsa, pues, siendo grave, terminal tal crisis, la combaten solo con palabras: ecología, descarbonización, sostenible, verde,…, robadas por las multinacionales y los políticos causantes del caos, logrando que, pervertidas, no valgan nada, además
  2. en el debate sociopolítico sobre el desarrollo energético solo nos dejan, además de los Tribunales -que vamos a atascar de querellas- cosas como esta pantomima, muy poco serias, pues
  3. lo vendan como lo quieran vender, desde la caverna, deciden los dos primeros “sectores”, políticos y capital, a los que, sin duda

4.  (pre)ocupa que los grupos sociales tengan -no es poco- Tribunales, Ley, derechos,… luchados años años por otros, y lo intentan devaluar con meliflua caridad, dejando que alguno llore ¡Aquí no!, sin preguntar ¿pues, entonces, dónde, egoísta estúpido?

En tal situación, ESPAÑA, abusa del estado de alarma, de “lo de Ucrania” y de lo que haga falta para incumplir el Convenio de Aarhus y la Ley 27/2006, sobre información y participación ambiental, tramitando ilegal y apresurada, entre otras dañinas normas:

1.       el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima PNIEC 2021-2030, enviado a Europa antes de aprobarse su DAE, sin información ni debate social; la Plataforma ha denunciado por escrito su nulidad de pleno derecho y, al no haber respuesta, acudirá a los Tribunales.

2.       la Ley del Cambio Climático, que, a espaldas de todos, urdieron tétricas comisiones parlamentarias Podemos, la PSOE, López Uralde (Greenpeace-Equo),…; también denunciada por nula.

3.       el Tratado sobre la Carta de la Energía y su cláusula ISDS, "Solución de controversias entre inversores y Estados", que, en las disputas energéticas, suple a los Tribunales por “árbitros” amigos de las multinacionales,  y

4.       el repugnante Real Decreto-ley 23/2020. 23 de junio, de medidas en materia de energía para reactivar la economía, ad hoc, que, elaborado en medio del miedo a la útil Covid19, ¿ha leído alguien?

En CANTABRIA, la pregunta es ¿se ganan el sueldo parlamento y gobierno?, y la respuesta urgente, clara, tajante, un escueto ¡¡NO!!, pues han convertido esto en un páramo legal en el que

1.       no hay Ley de Suelo, madre del totémico PROT que Gochicoa, regionalista sin una idea buena, dice que aprobará -y no se atreve- en dos días sobre las ruinas del viejo PROT interruptus, retirado de la CROTU, a inicios de 2018, hace 4 años, tras que la Plataforma denunciara su ilegalidad y anunciara acciones penales,

2.       tampoco hay PSEC, agotado en 2020, virgen de actuaciones,

3.       ni siquiera un mínimo Plan eólico o fotovoltaico.

Y, además, nos han convertido también en un páramo social de individualismo egoísta con lugares comunes del viejo, caduco ecologismo subvencionado, páramo en el que, por supuesto, los políticos no quieren hablar de Ley e ideas, ni siquiera tenerlas; prefieren continuar cobrando, siempre, sin trabajar.

El fértil valle de IGUÑA, al que podemos añadir Aguayo, la Sierra del Escudo, epicentro del caos regional, está rodeado de proyectos, achicharrado por líneas de alta tensión, una subestación en Molledo que, no sé por qué, dicen de Aguayo y la amenazante falsedad de la Central Hidroeléctrica Aguayo II que, si se ceden a Josu Jon Imaz, Viesgo/EoN/Repsol, muchos Hm3 del agua que usamos, muy escasa, se enriquecerían más generando 1400 Mw, el doble de los 707,3 eólicos del PSEC 2014-2020. Un turbio negocio, para ellos siempre.

Son proyectos eólicos actuales, salvo error provocado u omisión enmascarada por la Administración: La Coteruca, 51 Mw, Cildá, 66 Mw, Bustafrades, 49,5 Mw, Alsa, 20 Mw, Cuesta Mayor, 35 Mw, Lantueno, 45 Mw, Ebro Norte, 60 Mw, Cueto, 96 Mw, Cerro Airo, 6 Mw, El Escudo, ¿151,2? Mw, Campo Alto, 32 Mw, La Costana, 15Mw, 32 Mw, El Acebo, 81,76 Mw, a los que habría que añadir la ampliación Salto de Aguayo, más de 1400 Mw con sus infraestructuras y un megaproyecto fotovoltaico de unas 100 Ha y nosabemos cuantos Mw en Campoo de Yuso, más de 2.300 Mw en total, el Kuwait del norte.

Antes de construir -y “explotar”-, es preciso proyectar y cimentar, por lo que para generar electricidad, se deberá debatir, entre todos, qué energía y leyes necesitamos/queremos y, hasta tomar la decisión, se deberán cumplir las –malas- normas actuales, algo que no hacen.

Los polígonos eólicos son dañinos, injustos, innecesarios, insostenibles, concentrados,…, los gobiernos, central y regional, los tramitan de modo ilegal y, peor, los ayuntamientos lo saben y lo ocultan a concejos y vecinos dueños de los terrenos, torpes ilegalidades que han permitido a la Plataforma impedir que, en 12 años, se implante un solo molino.

No podemos olvidar lo muy dañino, repulsivo que es el egoísmo NIMBY (No en mi patio trasero - No In My Back Yard), el ¡Aquí, a mí no!, lloriqueo de los que, al tiempo, piensan que ¡Allí, a ti, al resto sí! y, sin resolver el problema, insolidarios, enfrentan a unos con otros.

Damos, para acabar, la despedida al “desinteresado” apoyo que el escribidor Clemente Álvarez, de El País, descarnada biblia neoliberal salvaje, viene a prestar a los dos primeros “sectores”, siervo que cuando le envía algo, por relevante que sea, la Plataforma, sin duda con asco, ¿miedo, acaso?, sin equipararnos, como hubiera hecho Franco, a “comunistas”, sino -suponemos- a algo que le parezca más insultante, sin contestarnos con mínima urbanidad, lo tira a la papelera.

domingo, 12 de julio de 2020

113 Los domingos, cavilar Covilación 27 Discrepar frente al abuso Fernando Merodio 12/07/2020

113 Los domingos, cavilar

Covilación 27

Discrepar frente al abuso

Fernando Merodio

12/07/2020


Un grupo de "progres" cómplices del entorno cultural estadounidense que encabeza el ubicuo nonagenario Noam Chomsky, a quien alguien calificó como “el Paulo Coelho de la política internacional”, han firmado -para luego abroncarse entre ellos- que "debemos preservar la posibilidad de discrepar de buena fe sin consecuencias profesionales funestas"; "discrepar", "buena fe" y "consecuencias funestas", tibieza, buenismo y miedo, universo del lingüista que, hace meses, no ponía ningún reparo a recoger en persona de las sucias manos del presidente de la torva peligrosa fundación BBVA un premio... y dinero por una de sus etéreas disquisiciones teóricas, evidencia de que, sin duda, no le sirvió para nada el debate público mantenido en 1971, en los Países Bajos con el -más sólido- filósofo francés Michel Foucault que, con fina ironía e indisimulada displicencia -es bueno ver, en especial la tercera parte, del debate en YouTube o su trascripción en http://www.chomsky.info/debates/1971xxxx.htm- le aclaraba que "(...) los conceptos de naturaleza humana, bondad, justicia,..., son sobre ideas creadas dentro de nuestra civilización (...),forman parte de nuestro sistema de clases y no se pueden, por lamentable que sea, usar para describir o justificar una lucha que debe derribar los fundamentos mismos de esta sociedad", así como que las acciones importantes no lo son por alcanzar una justicia elaborada, con propósito en cada caso concreto, por quien detenta el poder, sino por conquistar ese poder, pues no existe la justicia "superior", "ideal" o "pura" de que habla Chomsky, sino que diaria, indefinible nace y se desarrolla tras la lucha social; dicho de otro modo, la guerra se hace para ganarla y alcanzar la justicia, no porque sea justa.

   

Criticaba Foucault las frágiles ideas sobre la democracia del pueril Chomsky, aclarándole que entonces -como, por supuesto, ahora- vivíamos "bajo un régimen de dictadura de un poder de clase que se impone a través de la violencia, incluso con instrumentos constitucionales; y, por ello, hablar de democracia carece de sentido por completo", una crítica frente a la que Chomsky argumentaba con idealismo sobre una naturaleza justa y libre, amor, bondad, compasión,..., parte constitutiva para él de la naturaleza humana, lo que le llevaba a la contradicción insoluble de, al partir de algo biológico, fijo, negar toda posibilidad de revolución sociopolítica, pues, como decía el francés, “no podemos, por lamentable que sea, servirnos de tales conceptos para sustentar una lucha que debería -por principio, debe- echar abajo los fundamentos mismos de esta sociedad”, liquidando a Chomsky al cerrar su intervención con un envenenado dardo, "debo admitir que no voy tan lejos como él (...) admito ser incapaz de definir (...) un modelo ideal para el funcionamiento de nuestra sociedad"; distinguía así la meliflua teoría de la dura práctica. 

Dice Rancière, filósofo, que en la sabia y vieja Grecia, arrumbada como nosotros en un vertedero, el demos, los sin derecho al poder, al reclamar jerarquía mostraban que sólo se hace política al razonar y exigir gobernar sin intermediarios; hoy, el tiempo convulso, fronterizo, demanda razones y acción popular frente a un poder político que, espurio y perverso, quiere revivir al enemigo muerto, capital, banco, mercado,…, legislando -ahora "progresista"- para financiarlo. reforzar el efímero alienante trabajo, agrietar sanidad y pensiones ganadas con dura lucha, convertirnos en felpudo del poder real,…, pero, pues a pesar de todo somos clase, grupo homogéneo, debemos exigir saber qué pasa, no aceptar que nos engañen con monsergas los coyunturales corruptos, no ser mercancía, relleno para tapar las grietas, elaborar una sólida teoría, explicarla, mostrar los dientes, gritar que salir del caos que ellos generan no es hacer lo mismo, usar redes baratas, unirnos en ciudades, pueblos, barrios,…, consolidar asambleas cotidianas, pensar en lo esencial nuestro, conocernos, rozarnos, ahuyentar el egoísmo del individuo cobarde, plantar cara a los que, tras reavivarlos, idolatran a los ricos e intentan engañarnos con AVEs, molinos gigantes, dialectos, lábaros, odiosas identidades, banderas, Ertes coyunturales, pan que mañana será hambre,…, no aceptar ni un injusto recorte, vulnerar la “ley mordaza”, los duros confinamientos que aíslan, las mascarillas/bozal que nos impiden hablar,…, hacerlos callar a ellos, denunciar su ignaro y egoísta dolo, sus robos, sus dantescos sueldos y pensiones, el insoportable machismo de quien alardea de azotar a una mujer hasta hacerla sangrar, oculta su móvil a otra, “para protegerla”, crea, patriarca rancio, una familia numerosa, acapara, privativos, territorio y agua, bienes escasos,…, su corrupción, su insoportable control de una Justicia injusta, las cuentas de sus despilfarros, ¡exigirlas ya al céntimo!,..., echémoslos y, tras ello, creativos, cabreados, serios, vivamos la emoción turbadora de replantear, reconstruir la política; reinventarla. 

Frente a creyentes muy crédulos, lo cierto es que lo de hoy no es crisis, “¡es la ruina, estúpidos!” y “la izquierda debe ser ante todo anticapitalista”, lo dijo Rossana Rossanda, comunista italiana vinculada a “Il Manifesto“, que califica al “progresismo” de “nacional populismo”, mala conciencia a la que ni siquiera critica, limitándose a gritar: “¡No me interesan...!”, al ser imposible un encuentro con tan tibios nuevos/viejos partidos de “izquierdas”, sus votos sin ideología ni ideas, el apoyo interesado de prehistóricos sindicatos -y otras asociaciones, también subvencionadas- verticales, burocráticos y su búsqueda del ventajista rebufo de la emoción sin pensar contra el capitalismo, destilación de la reforma luterana, en especial calvinista, que, igual que la iglesia romana, justifica la riqueza sucia que atesora quien se apropia, roba la fuerza del trabajo ajeno, con esgrima metafísica que vincula la riqueza a la etérea condición de “predestinado” de quien se enriquece, uniendo los intereses de religión y dinero, grabando a sangre, pecado y fuego el engaño en nuestras afligidas mentes; vivimos la postrer etapa del capitalismo, que, por mucho que los bienpensantes al servicio del poder se ofendan, siempre fue imperialismo, desigualdad, injusticia, hambre, guerra, abuso,... sin el atisbo benéfico que sus primeros profetas quisieron atribuirle. 

Rebusco en el caos de mis libros las obras escogidas de V.I.Lenin, tres gruesos volúmenes mal leídos hace mil años con interés y a hurtadillas, vuelve a asombrarme menos su subversión que el volumen de los textos, frenética actividad de los cincuenta y cuatro convulsos y arriesgados años del revolucionario y, como hace siglos, me fijo en su “¿Qué hacer?” (1902), ajeno a la posterior burocracia soviética, lo vinculo al Benjamin que, profundo, explica que “la tarea de una crítica de la violencia puede definirse como la exposición de su relación con la justicia y el derecho”, una relación cuya falta sería justificación; oigo tantas cuantas veces quiero ”Eve of destruction”, Barry McGuire, “cantor protesta” de hace ya cincuenta años, “Pero me dices / una y otra vez, mi amigo / ¡Ah, no crees que estemos / en vísperas de la destrucción" y, cosa de las endorfinas, del esfuerzo fatigoso, indignado, elucubro contra ricos y políticos, resoplo y, casi agotado, me reafirmo en el Lenin que dijo lo que había que hacer,… no se hizo y, pasados ya cien años, urge; hay que insistir, unirse, arriesgar, dar el salto. 

El capitalismo, enfermo crítico, agoniza en el abuso, en crisis estructural se agrieta injusto, como ayer hizo la cruel burocracia abusiva que dijeron comunismo; miente quien promete recuperación con sacrificio, como quien no advierte de que lo que dicen progreso está agotado, pues el actual consumo es inviable y, o cambiamos el sistema o no consumir traerá paro y ese paro será el fin de la educación y la sanidad públicas, las pensiones, el medio ambiente..., mientras, aquí, los “progresistas”, los alcaldes, las burocracias sindicales, los dinosaurios ecologistas, todos nosotros,… permitimos que uno de los destructores de nuestra vida en el planeta, Repsol, sucia gasista, petrolera de Josu Jon Imaz, deje sin agua Alsa y, con ella, la cuenca del Besaya y Santander, en medio de un atronador cómplice silencio; ya en el siglo XIX, Hawthorne dijo que “el abismo es simplemente uno de los agujeros del pozo negro que hay debajo nuestro”.

La United Fruit Co.” de "Canto General" (1950) Pablo Neruda

Cuando sonó la trompeta, estuvo

todo preparado en la tierra,

y Jehova repartió el mundo

a Coca-Cola Inc., Anaconda,

Ford Motors, y otras entidades:

la Compañía Frutera Inc.

se reservó lo más jugoso,

la costa central de mi tierra,

la dulce cintura de América.

Bautizó de nuevo sus tierras

como "Repúblicas Bananas,"

y sobre los muertos dormidos,

sobre los héroes inquietos

que conquistaron la grandeza,

la libertad y las banderas,

estableció la ópera bufa:

enajenó los albedríos

regaló coronas de César,

desenvainó la envidia, atrajo

la dictadora de las moscas,

moscas Trujillos, moscas Tachos,

moscas Carías, moscas Martínez,

moscas Ubico, moscas húmedas

de sangre humilde y mermelada,

moscas borrachas que zumban

sobre las tumbas populares,

moscas de circo, sabias moscas

entendidas en tiranía.

Entre las moscas sanguinarias

la Frutera desembarca,

arrasando el café y las frutas,

en sus barcos que deslizaron

como bandejas el tesoro

de nuestras tierras sumergidas.

Mientras tanto, por los abismos

azucarados de los puertos,

caían indios sepultados

en el vapor de la mañana:

un cuerpo rueda, una cosa

sin nombre, un número caído,

un racimo de fruta muerta

derramada en el pudridero.

domingo, 28 de junio de 2020

111 Los domingos, cavilar Covilación 25 Del robo, también, del agua Fernando Merodio 28/06/2020

111 Los domingos, cavilar 

Covilación 25 

Del robo, también, del agua 

Fernando Merodio 

28/06/2020 

"Santander se asegura el suministro de agua con la transferencia de cinco hectómetros cúbicos del pantano -del Ebro-" (José Ahumada. El Delirio Montañés. 19.06.2020). 

"(...) ahora que el terrorismo se ha agotado como justificación de las medidas excepcionales, la invención de una epidemia podría proporcionar el pretexto ideal para ampliarlas más allá de cualquier limitación" (Giorgio Agamben, "El estado de excepción provocado por una injustificada emergencia"

El estado de excepción, la fabulosa emergencia y un selectivo control sobre los medios de comunicación, nos obliga, de nuevo, a ser -estupefactos- testigos del más inexacto alarmista conteo diario, uno a uno, de los contagiados entre millones de potenciales víctimas a las que -dicen- un rudimentario bozal e incomunicarse aleja del -también dicen- terrible zarpazo de un brumoso, impalpable virus, generando temor, desconcierto global que sirve para que los de arriba siempre se apoderen de lo que, de algún valor, les conviene, ahora el agua. 

Es cierto que en la Tierra abunda el agua, su volumen total se estima en casi 1.400 millones km3, si bien al ser el 97% salada, no potable para el ser humano, y del 3% restante, dulce, solo un 30/40% es líquida y accesible para el hombre, únicamente 1% del agua total, el de los ríos, lagos, corrientes subterráneas,..., natural o depurada, es apta para el consumo humano, por lo que, siendo un bien necesario y, además, escaso, la lucha contra esa escasez es uno de los grandes retos de cara al -más que nunca- incierto futuro, resultando alarmante, además, su injusto reparto -más de 1.700 millones de personas viven con escasez y estrés hídrico y 3.300, a causa del injusto reparto de existencias mundiales, la presión demográfica, la contaminación, la sequía,... y ahora el cambio climático no disponen de servicios de saneamiento-, lo que, para la OMS, es causa del 80% de las enfermedades en las regiones en desarrollo, anemias, cólera, disentería, dengue, malaria, fiebres tifoideas... y provoca la sobreexplotación/destrucción de los ecosistemas de los que se extrae. 

El vital derecho al agua es, primero, humano, individual y aunque, absurdo, no se cita expreso en las grandes declaraciones -los países que las redactan y firman no sufren el problema-, está implícito en los textos internacionales al ser exigencia para el disfrute de otros, siendo, en segundo lugar, colectivo, de los pueblos, eso sí recogido desde 1962 en la Resolución 1803 (XVII) de la Asamblea General de la ONU y, a partir de ella, en diversos pactos internacionales. 

El uso del agua para fines distintos a la navegación fue regulado en una Convención aprobada por la Asamblea General de la ONU el 21 de mayo de 1997, no entrando en vigor hasta el 17 de agosto de 2014, obligando, desde abril de 2016, a 36 estados, y fijando en su artículo 10 que todo conflicto sobre tal uso se resolverá "teniendo en especial en cuenta la satisfacción de las necesidades humanas" básicas de los afectados, incurriendo en el lamentable y flagrante absurdo -muestra de los concretos intereses que protege la ONU- de situarse dicha Convención por detrás de los acuerdos previos y señalar como únicas obligaciones claras, "cooperar", artículo 8, y "no causar daños sensibles a las fuentes de recursos hídricos, compartidos o no", artículo 7, si bien, la evidente necesidad de cuidar y gestionar de modo sostenible las fuentes de nuestros recursos hídricos hizo que el israelí Simón Peres afirmara: "Hablemos de territorio y haremos la guerra, hablemos de agua y haremos política". 

Todo ello certifica el grave atropello local próximo de que el Ministerio para la Transición Ecológica de la "progresista" Teresa Ribera publicara en el BOE el 16 de junio una Resolución de 27 de mayo de 2020, de la Dirección General de Evaluación Ambiental, con la declaración de impacto ambiental, DIA, del proyecto "Ampliación de la central hidroeléctrica reversible de Aguayo-Aguayo II", en Cantabria”, (ab)usando de la incontrolada devastación que el “confinamiento/estado de alarma” causa en libertades, derechos y estados de ánimo muy consolidados en la -aun lastrada por el miedo que impuso Franco- estructura social española generando, junto a la extrañeza lógica de los ciudadanos comprometidos, alarma, indefensión e inseguridad jurídica en organizaciones locales que, sin ánimo de lucro, defienden el territorio, (pre)ocupadas en frenar los muy graves daños globales que causa el cada día mayor conchabeo de las corporaciones transnacionales -origen del actual caos- con las organizaciones -hoy casi mercantiles- que agrupan a quienes, serviles u opresivos con unos u otros, han hecho de la política su lucrativa profesión. 

Se trata de un proyecto presentado el 16 de agosto de 2011, ¡hace casi 10 años!, sin justificación actual, ilegal y con muy dañino impacto, de llevarse a la práctica, en la vida humana, la biodiversidad y el medio ambiente, lo que exige en su trámite un rigor, información y participación política ciudadana superiores a lo habitual, contrarios a la muy grave evidencia dolosa de que tan importante decisión política, además de incumplir la Ley de Evaluación Ambiental de proyectos, es ilegal y se reinicia, en lóbrego silencio, tras años dormida, aprovechando que los derechos y libertades de afectados e interesados están limitados por un excepcional estado de alarma. 

La extemporánea DIA concede a Repsol, multinacional del gas, no a E.On o a Viesgo como ahora dice la resolución, 10.000 Hm3, más de la mitad de los 19.478 del volumen aprovechable de agua del embalse de Alsa, que regula el abastecimiento a la población, 265.000 personas, y el suministro industrial de la cuenca del río Besaya y, además, el pasado y seco verano, fue utilizado para evitar que sufriera restricciones la ciudad de Santander; de ese embalse, depósito de un bien común escaso, mientras Illa, ministro de Sanidad, represor mayor, y Rufián, independentista enemigo del resto, en medio de “la alarma” provocada por ellos, se rozan, tocan y ríen sin “bozal” en el Congreso (ver página 14, El País, 26.06.2020), ante una sociedad ensordecida por el estentóreo silencio de Revilla, Martín y los ayuntamientos de Santander, Torrelavega, Corrales,…, junto a ecologistas, sindicatos, ciudadanos e industrias, cuando el “progresismo” de la pomposa, hueca y falsa Transición Ecológica pretende regalar, ilegal, a Repsol, cruel transnacional del “sostenible” gas, nuestro agua escasa. 


Al tiempo, evidencia del dolo que lo pudre todo, tres mínimas, sigilosas noticias en la corrupta prensa: “Santander urge a Cantabria una solución ‘definitiva’ para el abastecimiento de agua”, 25.05.2020, “La CHC prorroga la autorización para derivar el agua del embalse de Alsa al abastecimiento de Santander”, 27.05.2020 y, la guinda en El Delirio, 19.06.2020 y como siempre, “Santander se asegura el suministro de agua con la transferencia de cinco hectómetros cúbicos del pantano -del Ebro-“, triunfalista y falso titular de lenguaje pervertido que el interior del texto contradice, ¡casi nada!, pues “(…) está pendiente de que el gobierno aragonés -opuesto- presente su informe, antes de que se elabore el dictamen definitivo, previo a la aprobación (¿) por el consejo de ministros, que podría producirse en julio”, un texto de José Ahumada, -dicen que- periodista, uno más para la magnífica y tétrica “Historia universal de la infamia”, de Borges; y, en torno a todo ello, conviven silencio, silencio, silencio,…, bozales y miedo. 

Lo de hoy con las relaciones sexuales domadas, el bozal, inhibido el contacto,…, recuerda, lo siento, 1933, hace 87 años, a Wilhelm Reich, marxista, autor maldito de títulos tan influyentes en mi juventud como “La función del orgasmo” y “Psicología de masas del fascismo”, vinculando el -en apariencia- misterioso éxito de los movimientos totalitarios, en concreto entonces del nazismo, el fascismo, el comunismo soviético,…, a la represión de instintos en la mayoría, lo que generaba frustraciones y carencias que -los reprimidos- trataban de compensar sumándose a los movimientos autoritarios en que el líder/padre/patrón las suplía a nivel político. Aviso actual del peligro.

sábado, 24 de noviembre de 2018

27 Los domingos, cavilar Muerto Franco, qué es Viesgo Fernando Merodio ALERTA 25-11-2018

27 Los domingos, cavilar

Muerto Franco, qué es Viesgo

Fernando Merodio

ALERTA 25-11-2018

Cavilando, hace domingos describía la nada, un holograma, una empresa prestamista de servicios básicos que gozó de simpatías locales por su imagen cántabra y ahora es especulación pura y dura. En 1983 la compró Banco Santander y luego fue propiedad sucesiva, siempre por dinero, de Endesa, Enel, italiana, E.On, alemana y, en 2015, fondos de inversión opacos que vendieron comercialización y generación a Repsol; sólo sucio negocio. 


Hoy Viesgo es, ella lo dice, Repsol, gas, CO2, metano,..., industria contaminante, libadora ansiosa de la fuerza del trabajo que controla desde la propiedad del medio de producción Viesgo y, además, trueque de capitales, finanzas, aspiradora de dinero improductivo; urge, pues, que si en Viesgo -o cómo diablos se llame- hubiera aún sindicatos, informen y, así, incluso los niños podrían saber qué es. Aguardemos.

El pasado nos lleva a un hoy que en dos hechos evidencia qué es y hacia dónde va Viesgo/Repsol, el primero, de risa, es que, sin generar aquí energía y en pleno alud de cartas intentando explicar el cambio, sus más adictos paladines políticos, Revilla, Igual, Martín, González, Zuloaga,..., ayudan a Antoñanzas -energéticas y medios de comunicación, Viesgo/Repsol y Vocento- en el raro afán de enterrar una caja de plástico como base de lo que quiere ser -aún está en trámite- una más de sus infecciosas subestaciones eléctricas y su idea de electrificar, ¿no será electrocutar?, la economía.


Otro hecho. Viesgo Renovables, actora en la pantomima del "concurso" eólico que adjudicó -de aquel modo- 1.400 Mw -miles de millones de euros- de generación eólica a nuestras ricas energéticas y algún agiotista próximo, es ahora el único colega fallido que exige indemnización porque en 2012 el TSJC y después el Supremo dijeron que aquel regalo era obsceno e ilícito; y, sin contar lo que sabe, no exige el momio a quien le hizo el feo regalo nulo -alguno aparece aún cargando la caja de plástico-, sino a todos los cántabros. Habrá que intentar pararlo en los Tribunales.

Lo lloró Arias Navarro, Franco ha muerto, y ya no podemos culparle, por lo que, tras ver lo de Viesgo y leer atónito, dos veces, otra expresión de la ruina actual, un artículo miserable e indocumentado de Pablo Iglesias, casi una página en El País para causar miedo como expresión de poder, ¿Para qué sirve hoy la monarquía?, sabiendo que es más republicano un noruego que un italiano y pese a que, error de joven que desoyó a su PCE, voté no a la Constitución contra la monarquía, me uno al Javier Marías que dice que quienes, con cerebro y nervio, padecieron a Franco pudieron salir a Francia, Alemania, México,... y hoy ni eso, por lo que, como le anima Pérez Reverte, queda hacer lo que se pueda y, sin sentirlo mucho cuando proceda, irse de forma radical, definitiva, para no soportar esto.

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