Lo cotidiano 132
De lo que corren los caballos
Fernando Merodio
22/11/2025
Siendo
viejo, al menos debes conocer lo que corre tu caballo… e intentar que sea útil
No soy
de los que se asustan, pero esto está -muy- feo, sicópata de libro y tras
dividirnos con saña, Sánchez el Malo nos devasta codicioso, con un visible golpismo
sin límite desde todas las instituciones que, autocrático, ansía controlar con
efectos que empiezan a ser irreversibles, apoyado en la abisal flojera orgánica
de la fofa mercantil PSOE, las
rémoras de Podemos/Sumar/etcétera,
que, meros parásitos muertos de hambre, parecen tener por objetivo -solo para
ellos- el neocapitalismo de cresos que inauguró uno que iba a conquistar el
cielo, pero compró un chalé en el Galapagar del peor dinero y hoy, tasquero
obsceno, (ab)usa con crowdfunding de ignaros,
juntándose en la “¡izquierda progresista!”
a la -muy- inquietante, codicia del golpismo catalán de Junts, Esquerra, PSC,…, al
tiro en la nuca sin atrición de Bildu,
a, miserable cómplice, el PNV,…,
siendo insólito que gente tan egoísta no se conozca a sí misma, al contrario de,
hace tantos años, un viejo -y leal- amigo, ya muerto que, muy distinto a ellos,
antes de que nacieran quienes hoy intentan reescribir la historia de lo que -por
solo unos pocos combatida- fue la plácida vida política del invicto, cruel “caudillo”, valoró excesivo su ya alto
nivel de riesgo y no intervino en una acción -que veía- demasiado expuesta, legándome
un -serio, lógico- juicio que atesoro en el baúl de las ideas fértiles: “Nadie más, sólo yo sé lo que corre mi
caballo”, bromeando: “¡Tú eres un ‘kamizake’!”, lo que, sin duda, era incierto, pues conmigo joven estaban Rosa,
asustada, y dos niños, siendo distinto hoy cuando, sin ella ni niños, rozando
los 80 años, sé bien lo que corre el -fiel- caballo que me trajo aquí, al piso pagado
en pareja, a dos hijos viviendo, a una pensión de menos de 600 €, a saber lo -mucho-
que -si quiero- puedo, a ser -ahora- el “kamizake”
que intuía mi leal amigo, ya muerto, y a buscar para este útil rato final, fuerza
-poca sin Rosa, ¡que dura es la soledad para quien ha vivido tan bien acompañado!-
en la bella canción de Toby Keith, “Don’t
Let the Old Man In”, “No dejes entrar
al viejo -¡que no entre!- / Quiero
ser yo quien deje esto / No va a hacerlo él / Supe toda mi vida / Que algún día
se acabaría / Ya está llamando a mi puerta” y, con amor en el recuerdo, algún
amigo y ganas de hacer hasta que -salvo sorpresa- yo decida que llegó el día de
irme, hoy cansado el cuerpo roto, estaré en la puerta erguido, con mi caballo y
límites, para que no entre el viejo.
Dos
-ridículos- ejemplos de qué pasa por ignorar lo que corre tu caballo
Para ver
el dañino, egoísta poso de los asuntos del tirano, explico que, hace días, una
amiga de Rosa, con restos de aquella izquierda en su familia, conociendo mi apego
a la lectura me enviaba por internet un libro osado que -por razones solo mías-
no compraría, aunque, dado -lo bizarro de- el asunto decidí gastar más que su
precio en la Librería Gil y, tras
piratearlo fotocopiado, enroscarlo al lomo para evitar que los sujetos de la tapa
escapen, leerlo y tomar nota de detalles, pues no me aporta nada no oído en el ruido
-ajeno- que hay fuera de la caverna de fondos -multinacionales, sucios- del capital que hoy son mis otrora -nunca
ideales- asubios de El País, La Ser o
TVE, sirviendo, eso sí, el libro -con
su asaz caótico (des)orden- para mostrar lo dañino que, para todos, puede ser quien,
supino, ignorando lo poco que galopa su penco, adopte -muy graves- decisiones que
afecten a muchos.
El Roto 11.10.2024
Una
vieja viñeta -de El Roto- vale más
que mil palabras de hoy
Alejandro
Entrambasguas –apellido del autor del libro, patronímico de municipio de la
Montaña regado por varios ríos, como el Miera, que brinca desde Castro Valnera,
1280 metros de altitud, y anega el ancestral territorio “meracho”, hoy limpio de caos eólico por instituciones afines -solo-
al clan Botín, fracciona su anillada “investigación”, en cuatro historias de la
vida “familiar” del tirano, evidenciando
-¿más costoso que la otra irracional “Sagrada
Familia?”- lo dañina que puede ser -incluso para los suyos- su nescia
ambición sin freno, ignara de “lo -poco-
que corre su caballo”: 1) la de David
el Ruso, el poco avispado hermano que, tras estudiar, pagado, el bachiller en
Maine, USA, económicas en el jesuítico ICADE
y una decena de años de composición y dirección de orquesta en San Petersburgo,
precisó, ya con 43, que le “montaran”
-con buen sueldo- algo para -no- trabajar, ¡en Badajoz!, 2) la de Begoña, amada
esposa bachiller insaciable directora de cátedra universitaria, experta en
ayudas públicas, hoy imputada por tráfico de influencias, apropiación indebida,
malversación, corrupción en los negocios e intrusismo profesional, 3) la del
padre con raro negocio Playbol y el
suegro que, con la plusvalía familiar sucia obtenida explotando sexo ajeno, le sufragó,
voz antigua, vivienda y campañas y 4) la de la “familia PSOE” -similar, nadie se engañe, a la PP o a las más pequeñas-, sin que, esplendorosos, se mostraran aún
los tres -que hoy dice desconocer- cofrades que atestaron su Peugeot 407 SW Confort HDi 136 FAP en la
-fácil- “toma de Ferraz” en 2016; y
al ser malo/bobo/osado, insisto ignaro de “lo
-poco- que corre su caballo”
tiene la pradera cubierta de cadáveres “colaterales
de familiares/amigos”, como el bobo “general
fiscal”, ¡qué dura es la proximidad
del tirano! y al resto, nosotros muy, muy dañados, quizá irrecuperables, siendo
lo peor para él que, al no ser la PSOE
ni un pelín democrática, al final no podrá culpar a otros; tal es, serio, “the quid of the question” y su
inevitable, dura expiación que debiera animar a -más que los cuatro de cuando
Franco- sin egoísmo personal y sabiendo que no estará el PCE para partirse la cara, urgentemente, actuar.
Antón y El Roto 20.11.2025
Magnífica
descripción gráfica del estado actual de “la cosa”.
Coda sobre
viejos, caballos y Franco.- Si se ha vivido cabalmente y llegado con salud -un
médico, compañero de correr(ías), me la definió como “estado pasajero que no presagia nada bueno”- a viejo, florece un modo
de entender/hacer experto, cosa de los años, en un mundo en que los caballos
reales -mi mayor relación con ellos fue el vuelo propulsado por la potente coz
que “allí”, muy niño en Rozadío al huir tras irritarla, me propinó la mula de
la lechera- son, como los metafóricos, útiles si, siendo ellos buenos, conectamos
-sin llegar al extremo que denunció El
Roto de, tras cambiar de sexo, hacerlo de género para ser centauros-, pues el
humano saber viejo del que tiene ya poco que temer pero alguna interna, noble
fuerza equina debe servirle/usarla para eliminar -viñeta de arriba- la ficción
del tapón/Franco que el canalla autócrata -solo- “periodísticamente investigado” usa como bálsamo de Fierabrás, y así,
de una vez por todas, desaguar miserias colectivas y, cabalmente serios, actuar;
ya -muy- viejo, sé, repito, cuanto puede correr mi caballo y, lo mismo que no
tuve miedo -él era un “poca cosa”- a
Franco vivo, ahora celebro que lo de políticos, habladores, escribidores,… “progresistas” sobre una seria amenaza
del fascio sea falso, pues ¿qué haríamos, ya sin el PCE, de ser cierto? ¿quién daría la cara cuando la PSOE, otra vez, huyera de vacaciones y
el resto…? La situación -¡que peligrosos son, rémoras, los que se dicen ”jueces para -su- democracia”!- es, en todo
caso, tan seria, exigente que, en especial, a los viejos y sus expertos
caballos exige volcar sobre el tapete de juego su real, -no como la del dañino/canalla/autócrata-
más o menos sabia, dura, fuerte destreza y prepararse para, sin pausa, luchar
contra la alternativa.



No hay comentarios:
Publicar un comentario