sábado, 27 de mayo de 2023

274 Los domingos cavilar Renovemos la generación de electricidad Fernando Merodio 28/05/2023

274 Los domingos cavilar

Renovemos la generación de electricidad

Fernando Merodio

28/05/2023

Hay que cambiar el sistema” (Greta Thunberg)

 “Renovar.- 1. Hacer como de nuevo algo, o volverlo a su primer estado. 2. Restablecer o reanudar una relación u otra cosa que se había interrumpido. 3. Remudar, poner de nuevo o reemplazar algo. 4. Sustituir una cosa vieja, o que ya ha servido, por otra nueva de la misma clase. 5. Dar nueva energía a algo, transformarlo. (Diccionario de la RAE).

El poder lo pervierte todo y empieza por el lenguaje, controlado por los medios y la publicidad para hacer que conceptos tan valiosos y claros como paz, libertad, cultura, igualdad, crecimiento, austeridad progreso,…, tengan para personas distintas -o para la misma incluso en tesituras diversas- significados opuestos, lo que dificulta -quizás imposibilita- el mínimo debate que hoy, acogotados, podemos colar sobre ideas y hechos de vital interés para el género humano, por lo que, para posibilitar un diálogo útil, lógico -por el que, no lo olvidemos, hay que luchar- Jacques Derrida se esforzó en deconstruir” el lenguaje y, así, facilitar la relación entre texto y significado.

"Luchando contra la perversión"

El pasado jueves, la “neoliberal-progresistaSER, a la  que, entre anuncio y anuncio, dan voz Angels Barceló y sus monolíticos -con inanes matices- tertulianos me atragantaban el pausado desayuno diario junto a Rosa con un electoral, liviano, huero y, en especial, sectario debate sobre lo -natural, necesario que es lo- “renovable” tan del gusto de anunciantes como Sánchez Galán, Botín & Co, debate al que, ¿por qué?, nunca llaman a la pequeña, compacta, ejemplar Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria que hace ya 10 años, ayudó a que TSJC y, luego, TS anularan, por salvaje e ilegal, lo que Revilla y sus cuates de la PSOE dijeron “concurso eólico” y era un caro, evidente regalo a la reata causante de la emergencia climática y rémoras locales de ¡¡1.400 Mw de potencia eléctrica!! que podrían generar robando el territorio comunal, usando la -también comunal- energía del viento, un debate en el que la siempre sonriente Angels regurgitaba, pervertía la expresión “renovable” a la que, tras aquellas sentencias, dio prístino sentido la Plataforma que, solo arguyendo tenaz con la ley que facilita la depredación, ha impedido (im)plantar un solo molino/gigante en el mínimo, hermoso –nuestro- territorio, que -a ver si los que voten hoy le echan- durante tanto tiempo mangonea la verruga anacrónica que, alevín de Girón de Velasco, es Revilla.

La respuesta política, social, jurídica, económica, diplomática, hasta militar, policial que pienso es precisa y deberían generar los perversos abusos del poder que, junto a otras muchas cosas, manipula el lenguaje, exige concentrarse, ¡ya!, en la repetida, ignota, ambivalente, peligrosa, perversa,… palabra: “renovable”, cuya dispersión etimológica que, parcial, recojo en el encabezamiento, hace que Greta Thunberg, junto a cada día más gente, repita monocorde y exacta que tal renovación consiste en “cambiar el sistema” y no en pintar un feo trampantojo que oculte la catástrofe, exigiendo que el intento de dar respuesta lógica, filosófica a los problemas que plantea la sugerente idea de “renovar” nos traiga el recuerdo de que, lo afirmó Leonardo da Vinci, “la práctica siempre debe ser edificada sobre la buena teoría”, usando bien las palabras y sabiendo con Giovanna Borradori, que es objetivo esencial del fatigoso pensar filosófico aportar ideas contra la opresión y el miedo, recuperar la confianza en nosotros y mejorar la situación material, política y cultural, lo que no está vinculado a, solo, culpar al otro, sino a fatigarnos rastreando el legado de la Ilustración en urgente, ineludible búsqueda de una perspectiva crítica a partir del más riguroso examen de nosotros mismos”.

"Sencilla, clara, ejemplar Greta"

La web de esa ONU que alienta la -pequeña- parte opresora del resto del planeta, llama renovables a energías derivadas de fuentes naturales, como luz y viento, que se reponen rápidas tras ser consumidas y se renuevan constantemente, añadiendo que generar energía consumible a partir de tales fuentes contamina mucho menos que la quema de los -ahora denostados, no eliminados- combustibles fósiles, por lo que transitar de aquella quema a tal generación es fundamental para, según la ONU, frenar el grave deterioro climático, pero la realidad es, lo estamos viviendo, que, en el boom del uso de fuentes ilimitadas -y su nada renovable fabricación del instrumental que posibilite tal uso- lo único renovable, -y, por ahora- inagotable son sol y viento- y, a causa de la falta de regulación y participación política social, estamos en manos de la ambición y su egoísta caos que, muy lejos de solucionarlo, agrava el viejo daño.

"Aspa de gigante vs activista ingenioso"

La represión del debate sobre la vital forma de generar energía en la, día a día, menos fiable y más zarandeada España, muestra que, desde inicios del año 2020, con casi todo el mundo –hábil, maliciosamente- asustado, con bozal y sin poder reunirse, con un gobierno que (ab)usa de la -ayer denostada- “ley mordaza” y nos devasta con su alarmista “estado de excepción” limitador de derechos y libertades -nada- firmes en la estructura social española y, al tiempo, pendiente de qué hacer con -el cadáver pulverulento de- Franco, que usando notables, maliciosos, discretos actos políticos, no administrativos extendía inseguridad jurídica y alarma en -unos pocos- ciudadanos y pequeñas asociaciones, (pre)ocupados por atajar los muy dañinos efectos de la exorbitante y -cada día más- visible complicidad de los partidos, en realidad sistemas mercantiles en que quienes ambicionan hacer de la política su profesión se refugian, y las corporaciones causantes del caos actual, obligando, desde principios de ese 2020, a la Plataforma a registrar recursos y quejas -sin respuesta- ante la Oficina Española del Cambio Climático, la Dirección General de Política Energética, la caótica ministra del ramo y el no menos catastrófico gobierno de nuestro mínimo territorio, solicitando la nulidad de, en especial, cuatro actos –políticos, no administrativos-: 1) el Tratado sobre la Carta de la Energía, de 1994 y, en especial, su alevosa, ilógica cláusula ISDS, Investor State Dispute Settlement,  fortalecida para que elitistas abogados/árbitros impongan que todos debemos pagar miles de millones a  multinacionales energéticas, 2) el “Plan Nacional Integrado de la Energía y el Clima”, PNIEC, consolidación del peor pasado tramitada ilegalmente, sin Evaluación Ambiental Estratégica previa y sin la transparente participación popular que exige el Convenio de Aarhus, 3) la Ley del Cambio Climático y Transición Energética sùbitamente remitida, sin información ni participación, al consejo de ministros, como tótem que intenta crear la imagen de que responde al interés general y, en realidad, refuerza el abusivo monopolio de generación, transporte, transformación, distribución, venta,... de la energía por el 1%, las corporaciones multinacionales causantes del irreversible caos actual y 4) el Real Decreto 23/2020 que, igualmente, ignora las exigencias de Aarhus, todo ello evidencia de cómo la maraña “neoliberal/populista/progresista“ de la mercantil PSOE y los que, “cómodas ellas”, se han asentado en el cielo está plagada de canallas.

"Representación gráfica del abuso fracasado"

La salvaje “renovación energética” -enemiga d+el cambio de sistema que, con otros, alienta Greta Thunberg, sobre el que cada día es más urgente cavilar- en el mínimo, bello, feraz,… y, sobre todo, nuestro territorio es paradigma de lo que acaece en tiempos en que corporaciones del 1%, pantagruélicas, voraces henchidas de avara soberbia, quieren devorarnos con ayuda del traidor, pequeño (des)gobierno de ineptos que quienes aún votan, nos plantan cada 4 años y que, ignaro, no da con la forma de, fingiendo cumplir la ley y, a cambio de algo que no llego a demostrar y espero no morir sin hacerlo, tras el corrupto ridículo del “concurso eólico”, desde hace no sé cuantos años está dando el hiperactivo, esperpéntico, dramático espectáculo en que, urgido por Iberdrola, sus parásitos y otros, no consigue aprobar ni uno de los miles de Mw que quieren regalarles a costa del resto y, a partir de la idea de generar electricidad con fuentes de energía renovable (in)cumpliendo la ley, avergüenza verlos, amalgama de corruptos, vagos e ineptos, incapaces de demostrar que, para progresar, haya que crecer y sin haber ordenado el territorio, ni planificado el -si fuera preciso- desarrollo energético, ni evaluado el impacto del (des)orden -no- planificado, lo que, aquí ahora, es el tétrico espectáculo de -lo que ellos dicen-  renovar la generación de electricidad.

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