sábado, 11 de enero de 2025

Lo cotidiano.86 Franco no ha muerto Fernando Merodio 11/01/2025

Lo cotidiano.86

Franco no ha muerto

Fernando Merodio

11/01/2025

22 noviembre 1975, Rosa y yo teníamos un hijo de 2 años, esperábamos otro y, ¡vaya panorama para quienes trataban de iniciar una vida con dialéctica sana!, dos días antes Franco, “dictador” para unos pocos, asaeteado por tubos moría en la cama del hospital, ¡manda…!, La Paz, tras meses de todos los muy graves achaques posibles, un infarto, un fallo multiorgánico, un trombo en una pierna,…, y, además, lógico al ser él tan tóxico, una septicemia, sin duda vírica, bacteriana y micótica al tiempo, infección generalizada, de similar gravedad a la de la horrible situación que, entonces -y después, al menos hasta enero de 1977 y el crimen de Atocha- sentían, por desgracia, muchos menos de los necesarios para haber liquidado antes, rápidos, lógicos, justos, tal situación, un día, aquel 22/11/1975, en que, siempre lenta y mísera, la PSOE, El socialista -o lo que aquello fuera- titulaba con retraso y no sé qué es peor, si con el alivio cobarde de quien, con procaz (des)vergüenza, sale de un asueto de 40 años o con el rencor, odio de quien, aquiescente, ha sido humillado, ¡Al fin; ha muerto!, con punto, coma y una larga pausa que, seguro, entonces era de, ¡uf!, alivio, y lo leí estupefacto, pues las víctimas que -más- sufrieron la represión, daban otro grito: ¡Me cago en…! ¡Qué poco valemos! ¡Ha muerto en la cama!

Inicio del “Franco ha muerto” y última frase de su mensaje escrito a “los españoles”

Ante el lacrimógeno discurso de Arias Navarro, “Carnicerito de Málaga“, último y más inepto presidente de los gobiernos del -cierto y para demasiados- “invicto caudillo“ había ideas diversas, heroicas las de unos pocos, temidos comunistas, auténticos demócratas convencidos de que la “reconciliación” llevaría, derribado el sátrapa, a una sociedad libre, justa, igualitaria en la que triunfarían, lógicas, las -buenas- ideas de Marx y en el otro plato, inclinando el fiel de la balanza, la gran mayoría de silentes, cobardes, fieles,…, que de todo había, ajenos ayer a lo que, tan progresista hoy dice el Sánchez de, junto a cosas aún peores, Begoña y su hermano, haciendo sonrojarse a quienes, como pudieron, vivieron dignos aquello no siendo, además, muy tontos, viendo que lo único que daba color a la España de “los grises” eran, junto a leer -la censura era lerda- y oír música, el Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento, Bahamontes, Timoner, cuyos triunfos exudaban estima y pare usted de contar, alardeando ahora de cómo, valiente menos en Valencia y ante los tribunales, sacó con alharacas unos astillados huesos de donde estaban, bajo una pesada losa y. ahora, tras los hechos de -salvo a Suárez que, fiel a sus promesas, respetó al PCE- González, Aznar, Zapatero, Rajoy y ¡el actual, en caída libre!, selecta evidencia del -aún más- estéril esfuerzo personal hecho para bajar del caballo al gordo general poco (est)ético, ninguno con dotes que no fueran infundada ambición y justificaran lo que -burdos- vendían, todos tan poca cosa que no han dejado un poso personal mínimo que no hieda, una economía que en 50 años ha mejorado nuestra calidad de vida menos de lo que, desde la “república”, hizo el déspota en 40 años, un capitalismo global y un paro estructural rampantes, una educación y una sanidad públicas que decaen famélicas, una vivienda caótica, en alquiler o venta, una justicia penal que se quiere adecuar -aún más- a sus problemas y los familiares, una juventud pegada a maquinitas que destruyen cerebros y traen, amenazante, la I.A., una pareja aniquilada por ricas ”comunistas” antidemocráticas sacadas de… ¿dónde?, una burocracia mayor y peor que la de “vuelva usted mañana”,…; lo dibuja El Roto mostrando, sabio, a un hombre calvo que, arrodillado junta a una mesa con mantel y copas medio vacías, arrastra con la mano, en el suelo hacia un recogedor, virutillas, al tiempo que dice: ”Vamos bien, las migajas ya son mayores”. 

Así de profesional era la “gristapo” de Fraga que, a veces, usaba pistola… Ahora es más sutil

Todos, (in)conscientes, nos debiéramos alimentar del saber estoico del esclavo Epicteto que en su libro “Manual de vida” y con poca querencia a escribir nos dijo: “Fija para ti mismo una fórmula o modelo que mantengas, ya estés solo o acompañado de otros” o “Prescríbete estas cosas como leyes y ten por impiedad el traspasarlas, que no te moleste lo que alguno diga de ti, pues esto no está ya en tu arbitrio” o, igual, lo que el emperador Marco Aurelio, decía en sus “Meditaciones”, por ejemplo, “Es ridículo no tratar de evitar nuestra propia maldad, cosa que es posible, pero sí tratar de evitar la de otros, cosa que es imposible” o “Penetra en el interior de sus facultades rectoras y verás qué jueces temes y que tipo de jueces son para sí mismos

Ignoro quién alimenta a quién -pero sé de dónde se nutren ambos- y el pasado 9 enero me sentí amenazado por Sánchez y la biblia “liberal-progresista” con los fastos de quien “¡Al fin; ha muerto!” para, heroicos, luchar contra el “avance del totalitarismo”, siendo que, ambos malvados, ignoran u ocultan, como explica el libro “El fascismo nunca ha estado muerto”, de Luciano Canfora, historiador emérito italiano, que “la categoría ‘fascismo’ puede ser ampliada indefinidamente hasta hacerla coincidir con otra categoría omnívora, ‘totalitarismo’, es decir, hasta que deje de tener significado alguno”, y lo hacen para no perder los pocos -míseros- votos de ERC, Junts, PNV, Bildu,…, “progresistas” todos que, deduzco a partir del propio Canfora, son parte en realidad del “núcleo del fascismo (…) el supremacismo racista en cuanto punto terminal de la exaltación constante de la propia nación, percibida como ‘comunidad natural’”, explicando, por ejemplo, cómo Mussolini, tan culto, despreciaba a Hitler y su alegada superioridad racial, afirmando que “ellos no conocían la escritura cuando nosotros teníamos a César, Augusto y Virgilio” ¿Qué se puede decir que no sepamos ya todos sobre la superioridad genética pura que, mezclada con unos pocos votos, siempre han tenido -y tienen- sobre el resto los -corruptos como nadie- zorropitecos de territorios próximos? De eso sí convendría debatir en -muy-  largas jornadas, para no olvidar que el peor totalitarismo reciente fue el nazional-sozialismo.

Coda sobre el daño que causa un sociópata.- El psicópata carece de, al menos, partes esenciales del superyó freudiano que, desarrollado en la infancia, es conciencia moral, normas y valores transmitidos, en especial, por la familia, haciendo que un superyó débil o ausente no interiorice las normas sociales, muestre desprecio al resto, carezca de empatía y, sobre todo, de remordimiento, dando forma ello a la sociopatía que, no expresamente tratada por Freud, es profunda falta de respeto a lo que es bien y mal social, egocentrismo salvaje que, ajeno a sentimientos y derechos del resto, llega en su desvarío a, si puede, cosas como pactar -solo por sus votos- con lo peor del nazionalismo, pretender que perdamos un año reinventando a Franco, utilizar y cargarse -aún más- el fútbol, intentar cambiar normas tan sensibles y garantistas como las penales sólo a su interés… o el de su familia.

El Roto 11/01/2025

Colofón de hoy: descripción exacta de la “valentía progresista

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